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La Ciudad 12 de mayo de 2019

El Boquerón, una comunidad “aislada” por el paro de El Rápido del Sud

Los servicios están paralizados desde el jueves. Es la única empresa que conecta a los vecinos con Mar del Plata, Batán y Otamendi, adonde muchos trabajan o llevan a sus hijos a la escuela. Hace años reclaman que el Municipio disponga una línea de transporte público.

Los servicios de El Rápido del Sud, única empresa que pasa por El Boquerón, están paralizados desde el jueves

Los micros de El Rápido del Sud son la única opción que los vecinos de El Boquerón tienen para viajar en transporte público, por lo que la paralización total de los servicios de la empresa que rige desde el jueves los mantiene “aislados” y los obliga a tener que gastar importantes sumas en remís para trasladarse por la ruta 88 hasta Otamendi, Batán o Mar del Plata, adonde muchos trabajan o llevan a la escuela a sus hijos.

La población estable del Boquerón creció fuertemente en los últimos años. De los 415 habitantes que según el INDEC había en el 2001, pasó a más de 500 en 2010 y hoy se calcula que hay al menos 700 personas que residen en esta zona donde abunda la floricultura y la horticultura.

Celeste, como muchas vecinas, acostumbra tomarse El Rápido del Sud para venir a trabajar a diario a Mar del Plata. El pasaje le cuesta $45 de ida y otros $45 de vuelta, pero la paralización del servicio la obligó a buscar nuevas alternativas: desde que comenzó el paro se toma un remís hasta Batán (que le cuesta alrededor de $200) y desde allí un colectivo de línea hasta Mar del Plata.

La falta de transporte público en El Boquerón constituye un reclamo de larga data en esta localidad ubicada a unos 10 kilómetros de Batán y a igual distancia de Otamendi.

“Sentimos mucha impotencia porque pertenecemos al partido de General Pueyrredon y somos los únicos que no contamos con una línea. Batán y Sierra de los Padres tienen colectivos que los conectan con la ciudad, pero nosotros no; solo El Rápido del Sud y ahora con el paro estamos aislados y nos genera una gran complicación”, contó Celeste a LA CAPITAL.

El boqueron

Si bien en este caso todos los servicios de la empresa están paralizados desde el jueves, no es la primera vez que esto ocurre. “En los últimos meses pasó varias veces y esto nos complica muchísimo porque es la única opción que tenemos”, indicó la vecina de El Boquerón y señaló que cuando los micros funcionan, “pasan por hora o cada dos horas”, pero “a la noche directamente no andan”.

El malestar entre los vecinos crece con el correr de los días y los llevó a organizarse. Este lunes a las 9 se concentrarán en la plaza de El Boquerón, ubicada en la calle 30 entre 3 y 5. A su vez, evalúan elevar una carta al intendente Carlos Arroyo y en la semana invitarían a los defensores del pueblo para abordar el problema.

“El jueves me gasté 200 pesos para ir Batán y de ahí tomarme un colectivo de línea para ir al trabajo. Pero eso no se puede hacer todos los días. Lo mismo al tener que llevar a los chicos a la escuela; muchos van a Otamendi porque queda más cerca que Mar del Plata pero entre ida y vuelta el remís sale $400”, agregó Celeste.

En los últimos años hubo promesas de llevar una línea de transporte público a El Boquerón, básicamente extendiendo el recorrido de las líneas 715 y 720 que llegan hasta Batán, a unos 10 y 12 kilómetros de los accesos a la localidad que busca visibilizar su reclamo y malestar.

La búsqueda de un lugar alejado y tranquilo, como así también la oportunidad que generaron los créditos del Plan Procrear derivaron en un incremento de la población estable de El Boquerón.

Vale señalar ese punto en función de que cuando años atrás se evaluó hacer “una prueba” para llevar colectivos de línea hasta allí, “una de las excusas fue que la gente no los usaba” pero “en realidad pasaba dos veces y salía lo mismo que el Rápido”, recordó Celeste.

“Yo cada vez que tomo el colectivo veo la garita con gente y también en otras paradas. Gente hay y el servicio es una necesidad básica para poder trasladarse”, reclamó.

La situación particular que viven los vecinos de El Boquerón es la que también genera fuertes complicaciones en otras localidades, con miles de pasajeros varados, ya que la empresa es la única que cubre los servicios de media y larga distancia entre Mar del Plata y Miramar, Nicanor Otamendi, Necochea, Santa Clara del Mar, Villa Gesell, Mar del Tuyú, Pinamar, San Clemente del Tuyú, Mar de Ajó, San Bernardo, La Lucila, Mechongué y Santa Teresita, entre otras localidades.

Un conflicto compuesto

El conflicto que mantiene paralizados los servicios de El Rápido del Sud tiene dos vertientes. Por un lado, la Unión Tranviarios Automotor (UTA) denunció el jueves la empresa de micros “suspendió los servicios en forma unilateral”, por lo que los choferes decidieron iniciar una retención de tareas por tiempo indeterminado.

“Los empleados no han cobrado sus salarios”, ratificaron los choferes y confirmaron no solo que el paro se sostiene, sino que además no hubo señales de que el conflicto se destrabe. En realidad, recién el martes habría una reunión entre las partes en el Ministerio de Trabajo.

Según señalaron desde la UTA, Rápido del Sud habría denunciado “intencionalidad en un siniestro” (un micro incendiado en la Ruta 11) y que por esa razón habría decidido suspender el servicio. Sin embargo, desde el gremio aseguran que “en realidad fue originado por una falla mecánica por falta de mantenimiento”.

Por otro lado, la tensión entre la empresa y el gremio viene hace tiempo. El Rápido del Sud tomó la decisión de paralizar la partida de los micros luego de que el miércoles a la noche se incendiara ese colectivo, claramente no el único, ya que en los últimos meses varias unidades sufrieron siniestros presuntamente intencionales.

Desde la empresa solicitan que se garanticen las condiciones de seguridad para prestar el servicio, debido a la pérdida que implica la destrucción de distintas unidades.

En simultáneo, la UTA exige que la empresa deposite los salarios de los empleados correspondientes al mes de abril y en ese sentido reclaman que se regularice el pago para levantar la retención de tareas iniciada el jueves. Los usuarios, mientras tanto, vuelven a ser rehenes de este conflicto compuesto.