El sol se hizo esperar, pero llegó. Con pocos días de playa contabilizados en febrero, la jornada de este domingo alegró a locales y extranjeros, que con heladerita, sombrilla y demás bártulos, apuraban el paso para disfrutar cada minuto que el soleado día permitiera.

La máxima rondó los 30° y cielo se mantuvo algo nublado con vientos leves del sector oeste, lo que hizo que para muchos el “chapuzón” fuera ineludible.

Otros que festejaron, fueron los operadores turísticos dedicados al alquiler de sombra. Castigados por un febrero caracterizado por el mal clima, los dueños de los balnearios miraron con ánimo no sólo el pronóstico, sino también las planillas de ocupación de carpas y sombrillas.

Según Pablo Pilaftsidis, integrante de la Cámara de Balnearios de Mar del Plata, los más beneficiados por el domingo de sol fueron los complejos del centro de la ciudad, los cuales llegaron a registrar una ocupación de entre el 75% y el 80%, “en alquileres diarios”.

En tanto, los balnearios más alejados, como aquellos ubicados al sur, tuvieron una afluencia sólo “un poco por debajo” de dicho número.

Si bien el factor climático juega un papel esencial, Pilaftsidis aseguró que todos los empresarios se encuentran “a la espera del fin de semana del Carnaval”, el cual aseguró que aparenta ser “muy prometedor”.

“¡Al fin a la playa!”

Mientras esperaba que su marido lograra encontrar un espacio donde estacionar, una actividad casi imposible un domingo por la zona de La Perla, María, marplatense, custodiaba la heladerita junto a sus tres hijos pequeños y su única nena, Indira de tan sólo meses.
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¡Al fin a la playa!”, dijo feliz la madre, mientras sus hijos, ansiosos por llegar a la playa, asentían con la cabeza.
Consciente de los peligros de exponerse al sol sin protección, aseguró que contaba con protector solar para todos los pequeños. “Vamos a alquilar una carpa por día en alguno de estos balnearios que tienen pileta”, señaló apropósito, indicando uno de los balnearios más tradicionales de la zona. Y añadió: “Vamos a aprovechar hasta último momento”.

Otros que se propusieron no moverse “hasta que se esconda el sol”, fue la familia Quiroga, oriunda de Victoria, y fanática de la playa.

“Llegamos el miércoles y a pesar de que estaba nublado, nos vinimos a la playa”, contó el padre del clan.
El que se mostraba muy entusiasmado era el más pequeño, Santino, aunque los padres sostuvieron que “en realidad mucho la playa no lo gusta”.

Lo que sí lo “deslumbró” fue la visita al Aquarium, donde el niño pudo disfrutar de los diferentes shows que ofrece el parque.

La familia aseguró que, hasta el martes, día en el partirán hacia su ciudad, intentarán hacer otras actividades típicas marplatenses. “Pensamos tomar un tour que hay para recorrer los edificios y zonas más importantes de la ciudad”, comentó la madre, y agregó: “También queremos conocer otras playas y el puerto”.