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Deportes 27 de febrero de 2020

El día que Braian Toledo hizo historia en Mar del Plata

Braian Toledo en el Justo Román.

Braian Toledo logró el record mundial de Menores en lanzamiento de jabalina el 6 de marzo de 2010, en el estadio Justo Ernesto Román de esta ciudad, en el marco del torneo Hugo Omar Dadín, Evaluativo Nacional organizado por la AMA.

El atleta de 16 años depositó su jabalina Nemeth de 710 gramos a 89.34 metros en su primer intento que era aguardado con gran expectativa por el público presente, teniendo en cuenta que pocos días antes había arrojado 84.85 metros en Buenos Aires, para despojar de la plusmarca mundial al ruso Valeriy Jordán, quien la tenía con 83.02.

Eran las 16.45 cuando el natural de Marcos Paz inició su toma de impulso por la corredera sintética. Con una vestimenta enteramente negra, era el centro de todas las miradas. “Como uno de estos personajes extraídos de una leyenda griega o romana parecía un cazador centrado en arrojar su lanza hacia una presa que le garantizara su supervivencia o un guerrero buscando impactar en un adversario. Sin embargo, el alumno de Gustavo Osorio sólo llevaba en sus manos una moderna jabalina Nemeth, con la cual deseaba impactar en el suelo lo más lejano posible tras darle el impulso necesario apoyado en una técnica adecuada para vencer los obstáculos de la física. El sol que se había negado en casi toda la jornada había aparecido momentos antes para iluminar la escena como una señal de buena ventura. Y así como un eximio futbolista coloca en un tiro libre el balón dentro de un arco con maestría y talento, el bonaerense de 16 años provocó similar efecto con un lanzamiento espectacular en el cual la jabalina parecía no querer descender en su sereno vuelo. La punta metálica de ese implemento tricolor (azul, amarillo y rojo) rozó por fin el verde césped para dejar su impronta a 89.34, batiendo por asombrosos cuatro metros y fracción la plusmarca ecuménica que había logrado hace quince días en el Cenard”, escribió el periodista Rubén Aguilera para LA CAPITAL.

Tras la magnifica actuación ya la concentración de Toledo no estaba como para seguir evolucionado y sus dos siguientes lanzamientos fueros nulos. Ya la explosión había pasado y era tiempo de hacer el control antidoping, la verificación de las medidas y peso del implemento (710 grs) y festejar como corresponde a un menor que aun no había cumplido los 17 años, límite de la divisional.

Antes, aquí también, había logrado su mejor registro con una jabalina de 600 metros, con 81.40 el 25 de noviembre de 2009, en el marco de los Juegos Evita.