Por Gerardo Gómez Muñoz

El título puede parecer, sin datos previos, exageradamente catastrófico. Pero si uno puede estar oyendo que en Cipolletti ya se selecciona a quién atender en los hospitales, se traslada en la memoria a lo que hace varios meses veía por la tele lo que sucedía en la Europa del Primer Mundo.Y hay varias provincias que están al borde de ese tránsito por tener que pagar el costo de la circulación interna del virus. Es, lo sucedido, para recurrir a la más rígida responsabilidad y no tolerar nada que no cumpla con las normas.

También ayer se veía y oía decir al director del HIGA que más profundo e inmediato que el problema amenazante de la carencia de camas en los establecimientos sanitarios es la escasez del recurso humano. Ello pese al heroico esfuerzo de médicos, enfermeros, sanitaristas, etcétera, que ya sufren el agotamiento por el esfuerzo sin el descanso debido.

En nuestra ciudad, tuvimos y tenemos suerte y no por obra del azar sino porque los profesionales de la materia colaboraron con su trabajo o con su opinión y su debido asesoramiento desde todos lo lugares posibles el valor del espacio, el contacto, personal, social y con la prensa. No se oyó acá a predicadores del falso y miserable dilema: libertad o cuarentena con olor politiquero. Fue todo lo contrario: se podía discrepar en la graduación de las medidas restrictivas, pero nadie con capacidad de opinar para afuera aconsejó en sentido contrario a las normas establecidas.

Ni siquiera se intentó atemorizar para poner coto a algunos irresponsables, porque con el compromiso riguroso había profesionales que conocían informes que los incumplimientos podían costar miles de vidas humanas. Las estadísticas basadas en fundamentos científicos son mucho más atendibles que los charlatanes asalariados que de marzo a abril dejaron el chismerío político para opinar y discutir no sólo de “vida o economía”, sino de medicamentos y magias infalibles.

A veces y a la luz de lo que viene sucediendo surge la tentación de filtrar los números que desde la ciencia se vaticinan para dentro de dos o tres meses si no se hace lugar al reclamo de responsabilidad que surge de los profesionales y científicos.

El intendente Guillermo Montenegro, que se jugó hasta el mango para llegar a la “Fase 4” que regalaron los irresponsables culposos, está hoy no con su equipo hasta el fondo para que en una semana no haya que condenar a los enemigos del prójimo que salieron a jugar su vida. El clima no será como el 22 y 23 de agosto sino como en el fin de semana pasado. La exigencia será menor y cabe esperar que no haya invasión de las playas, calles, avenidas, parques, cumpleaños y festicholas. Ojalá sea una quincena en la que “los contagiados” no sumen más y más como viene sucediendo.

El “Guille” no quiere política

El “filtrador” no aclara que el jefe comunal dice eso porque no quiere que el equipo variopinto no introduzca su diversidad en medio de la gestión. Parece que algo de eso sucedió cuando se trató lo que puntualizó “la decisión la tomo yo” y por eso madrugó a Axel Kicillof dos adías antes de que el gobernador resolviera retroceder a nuestra ciudad a la “Fase 3″ que había costado sangre, sudor y lágrimas”. No se supo si Axel, tal vez, esbozó una sonrisa. Las peleas las reserva para librarlas con Horacio Rodríguez Larreta que, a su vez arrinconado por Patricia Bullrrich y amenazado por la interna, se hace el medio malo.

Montenegro aprendió en el Liceo y en rugby que la dureza no es para todos los días, por eso le va bien y sorprende. Pero fue claro cuando alguno vino con reservada intención, tal vez de ganar espacio, a contarle de “la encuesta que te da 58 por ciento de aprobación a tu política en el tema de la pandemia”. Cuando el oficioso se fue les previno que una vez más política no, ahora es gestión, donde puedo terminar sin brazos o piernas por las exigencias de la gestión para bien de todos los marplatenses”.

Tanta solemnidad no cabe mucho acá y hurgando por los sitios justos, se supo que en realidad el “Guille” tiene los encuestadores de confianza y profesionalismo aquilatado. Le dan una docena más de puntos a su desempeño.

Las broncas surgidas en el debate interno por la decisión vinculada con el retorno a la fase tres no llegó a la bronca existente contra la concejal de la UCR asociada, Cristina Coria. Es que Lauría y su gente dice: “La Coria nos hizo un doble en bandeja y caminando”. Pero están seguros que será anulado porque todo el Concejo Deliberante sabe que el proyecto era del basquetbolista. Coria habría presentado uno igual, letra por letra. Para colmo la dama andaría detrás de una nueva reelección y por el lado de la lista del intendente de San Isidro.

Tan ordenado y cortés, a Montenegro siempre evaluando con su equipo las medidas de trascendencia y, también con la oposición, por el tema de las fases, el orden se le traspapeló. Salvó la situación reuniendo el lunes a su bloque, con la oposición apenas le quedó tiempo para informarle a los jefes de bloques.

Radicales postergan la elección

Los tiempos de pandemia que tanto y con razón preocupan a los argentinos ya habían preocupado a los adictos a Gustavo Posse, el intendente de San Isidro, adversario de Maxi Abad para la elección del 11 octubre. La consulta en un plenario del comité provincial de la UCR fue rechazada por mayoría de votos. Los tiempos han traído mayores problemas ante el drama de la peste creciente en el país. Si bien no se dio a conocer la decisión, se asegura que el encuentro del 11 de septiembre para legalizar la papelería, listas y otros requisitos reglamentarios se oficializará, la postergación de los comicios internos para la elección de la nueva conducción bonaerense de la UCR y de convencionales.

Un tipo que valía la pena

Me sentiría mal y tampoco lo aprobarían tantos amigos comunes sin fronteras políticas que no encontrarán en esta páginas unas líneas mías a este irrepetible señor de la política y no solamente lugareña. Lo traté desde el ’73 como periodista y desde entonces fue figura de consulta. Me premiaba con primicias para la página firmada de LA CAPITAL y llegado el caso con afectuosa observación. Con el tiempo fuimos vecinos en la zona de Roca y La Pampa, más de una vez nos citábamos en el tradicional café de Independencia y Colón… siempre adentro porque él no quería la interrupción constante de su legión de conocidos. Nos chicanéabamos de lo lindo porque estábamos en las antípodas y se me reía con ganas porque siempre mi campo estaba sembrado de cada zapallo y cuándo me veía llegar sonriente, lanzaba “a quién más de los míos encontraste en la lista de la libertadora o de la dictadura militar”… Parecen recuerdos baladíes, es que después de la página memorable que firmó el lunes otro tipo de excepción, Nino Ramella, no se puede mejorar el perfil: Julio “Pichi” Benítez, gran intelectual, mejor político y un remate reservado para pocos, un gran tipo.