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Opinión 7 de enero de 2024

El DNU de Milei y el desafío del peronismo

Por Juan Zabaleta*

En una comunidad organizada, con altos índices de empleo y distribución de la riqueza, un fenómeno emergente como Milei no hubiera sido posible.

Los argentinos no hubiéramos admitido un Presidente de la derecha que pretende gobernar por un DNU que destruye de un plumazo el andamiaje jurídico y sus leyes protectivas de la sociedad.

Milei es un emergente de dirigentes alejados de las necesidades del pueblo y en especial del peronismo, que en el gobierno dedicó sus mayores esfuerzos a las luchas internas que al cuidado de la sociedad.

Lo que vivimos es el resultado de un gobierno donde el presidente y su vicepresidenta no hablaban ni se reunían, donde nos acostumbramos al parcelamiento de los ministerios, los aprietes caprichosos entre compañeros del mismo espacio político, que causaron la bronca de la sociedad, que no vio ni sus heladeras llenas, sino que sufrió una inflación alarmante que destruía sus salarios.

De esos desaguisados a la bronca hay un solo paso. De esa bronca a creer en Milei otro pequeño paso.

Y así Milei es el resultado de un gobierno debilitado que prometió las heladeras llenas pero que, a pesar de algunos logros, cosechó la ira colectiva de las mayorías que votaron a un emergente que vociferaba consignas explosivas, aun en contra de sus propios intereses.

Pese a todo y la derrota electoral hay un peronismo que sigue vivo, con dirigentes en todo el país que ven otro espacio político posible, con racionalidad, con capacidad de gestión y que construya sobre los postulados históricos de justicia social, desarrollo económico y soberanía del pueblo.

Pero no podrá emerger ni ser alternativa con los mismos de siempre. Necesitamos como destaca el gobernador Ricardo Quintela una reconfiguración del peronismo, que acoja a todos los dirigentes valiosos excluidos por el sectarismo.

Un peronismo con sentido amplio y federal, que tenga una mesa horizontal de conducción, donde haya autocrítica y debate interno, y especialmente un respeto por sus dirigentes, sus militantes y sus trabajadores, que a lo largo y a lo ancho del país están dispuestos a construir de nuevo una mayoría que refleje verdaderamente los intereses del pueblo.

Allí nos encontraran trabajando sin descanso para lograrlo.

*intendente de Hurlingham (Mandato cumplido), ex ministro de Desarrollo Social de la Nación.