LA CAPITAL Cultura recorre con su curador las obras de artes visuales que el Teatro Auditorium presenta este verano. Daniel Besoytaorube –“el Vasco”, como lo llaman por afecto y para ahorrarse el apellido– se reconoce satisfecho.

“Se pueden ver, sentir, apreciar todas muestras seleccionadas”, señala en el foyer alto, de frente a los grandes paneles de la muestra homenaje a Graciela Sacco (1956-2017), incluyendo su última obra “¿Quién fue?”, los posters de la serie “Bocanada” y “Entre Nosotros”, de la serie “Esperando a los bárbaros”, concebidas a mediados de la década del 90.

“El homenaje a Graciela Sacco –explica el Vasco– surgió de la exposición realizada por el Museo Nacional de Bellas Artes en el invierno pasado y del contacto continuo con esa institución y su nivel de excelencia”.

La vanguardia rosarina de los 60

Cierto que la muerte reciente de una persona joven y talentosa anima el deseo de reivindicación, pero Graciela Sacco –remarca el responsable de Artes Visuales del Auditórium– ya era una de las artistas argentinas más reconocidas en la escena contemporánea internacional y en Mar del Plata sólo había tenido presencia con una obra en la muestra “Congreso de Tucumán, 200 años de arte argentino”, expuesta en el Museo Mar durante la temporada 16/17. Pero influyó siempre por su obra, su compromiso, originalidad y por su tarea de investigación en el uso de distintos medios y materiales”.

En efecto, la trayectoria de Sacco puede considerarse una continuidad con los planteos comprometidos de la vanguardia rosarina de los 60, que también investigó.

Aquella vanguardia abordó el conflicto entre la sociedad y el arte, ya con el impacto del extraordinario desarrollo de la publicidad y los medios de comunicación, que impregnan con sus temáticas: la migración, el exilio, el diluírse de las fronteras entre lo público y lo privado.

Así, la singularidad de la rosarina Sacco fue la crítica permanente, sin complacencias, pero a la vez su búsqueda de nuevas técnicas que le permitieran profundizar un lenguaje artístico personal.

El material informativo que acompaña la muestra destaca que en 1992, Sacco fue la primera artista en utilizar la heliografía para imprimir imágenes sobre superficies como cucharas, valijas, zapatos, resignificando así los objetos cotidianos.

Einstein y su obra Victoria

Una de sus obras más significatrivas producidas con esta técnica es “Victoria”, una gran empalizada compuesta por varillas de maderas encontradas en la calle, en las que imprimió la foto periodística de una manifestación del Mayo Francés, y que presentó en la Bienal de San Pablo de 1996.

Esta obra singular fue inspirada en la respuesta de Albert Einstein a la pregunta de con qué se combatiría en la tercera guerra mundial: “No sé en la tercera –dijo el científico–, sí sé en la cuarta: con piedras y palos”.

“Victoria” abrió la serie “Cuerpo a cuerpo”, que la artista desarrollo hasta 2011.
El Vasco también coincide en que se trata de “una artista comprometida”, logrando trasladar a sus trabajos el resultado de ser testigo atenta de las problemáticas de la hora.

LA CAPITAL le pregunta: “¿esa personalidad se refleja en las obras expuestas este verano en el Auditórium?”
“En las obras gráficas, video e instalaciones que se presentan se utilizan imágenes extraídas de los medios de comunicación, protestas, gritos y manos”.

“Ojos” por todas partes

Y tratándose de arte contemporáneo siempre la presentación puede reservar más de una sorpresa. Una de ellas, en este caso, son “ojos”, que con elementos autoadhesivos aparecen distribuídos por todo el edificio del teatro.
Besoytaorube coincide con la semblanza trazada por Andrés Duprat, director del Museo Nacional de Bellas Artes:

“Graciela Sacco es una de las artistas más relevantes y reconocidas internacionalmente de la escena argentina del arte contemporáneo. Sus obras poseen un doble código de lectura tan eficaz como perturbador. Por un lado, despliegan una seducción plástica irresistible y, por otro, nos proponen situarnos en una intemperie inquietanto que nos descoloca e interpela. Dueña de una gran libertad para escoger formatos y materiales: heliografía, video, objetos, afiches, que le fueran útiles y eficaces para comunicar sus preocupaciones formales y conceptuales. Sus alegrías apelan a la sensibilidad más profunda del ser humano. Siempre admiré su trabajo, de una audacia política incisiva, que trasciende la coyuntura y elude el planfleto. Su legado, además de sus obras, acaso estribe en las marcas que deja en la memoria visual del país”.

Por otra parte, el Auditórium también destaca que el público podrá disfrutar de “Operaciòn Contemplación” (2018), una videoperformance en homenaje a Graciela Sacco, con realización y dirección de Mariana Belloto, Juan Diego Camacho y Celina Duprat junto a los performers Natacha Berezán, Luciana Demichelins, Antonio Elmar, Victoria Keriluk, Emilia Pujadas y Mauricio Zmud. El diseño sonoro y la música original corresponden a Juan Francisco Ponte Della Giustina y Grupo Performático Sur.

Espacio para artistas marplatenses

Además de la muestra sobre Graciela Sacco, las salas de arte del Auditórium presentan este verano obras de jóvenes artistas de Mar del Plata.

Daniel Besoytaorube refiere que a Reute y Gutiérrez “los vamos siguiendo en sus progreso”, mientras que “en otro caso (el de Santos) hemos dado la posibilidad de realizar un proyecto específicio para el Teatro; y por último, se resolvió un espacio para mantener visible la obra de Pablo Menicucci, con una pintura de patrimonio”.

El teatro presenta de este modo las referidas propuestas:

Paseo de la Imagen I: Martín Ruete. Interior y algo más (Pinturas)

Obras que fueron hechas a modo de experimentación, de estudios, de exigencias externas, buscando generar una serie con una meta clara.

En esta serie se recrean ambientes de circulación y vivencia propios de la vida privada, como habitaciones, salas de estar y cocinas. Son atmosferas descontextualizadas, donde el tiempo parece estar suspendido con objetos cotidianos de la intimidad. Estos espacios se caracterizan por tener colores, objetos y muebles con contenido simbólico de diversas épocas al mismo tiempo, sintetizando todas las características al punto esencial.

Paseo de la Imagen II: Luciana Gutiérrez. (Pinturas)

Su obra es un agujero en la red del tiempo. Ahí se permite. Ahí habla y baila. Deja atrás esos mapas de silencio donde habita y se arriesga con trazos firmes y seguros. Lo mancha todo de color y repite y lo llena de parches y los machaca y les deja marcas. Esas marcas que no salen. En su pintura no hay ni entrada ni salida, hay una línea infinita que pasea y recorre. Que entra y sale, que teje ciudades y las deja atrás para seguir adelante y no pensar tanto. Se deja caer en la pasión por el proceso, el descubrimiento y las posibilidades de pintar. No planifica previamente y en sus trazos no hay vacilación. Es una catarsis. Se deja llevar, se deja caer. Salta al vacío.

Paseo de la Imagen III: Pablo Menicucci.

A partir del mes de Enero y durante todo el 2019, el paseo de la Imagen III se transformará en un micro espacio de exposición donde se podrá apreciar una sola obra de artistas seleccionados, en su mayoría pertenecientes a la colección patrimonio del Teatro Auditorium. Inaugurando esta nueva modalidad podremos ver la obra “I complessi pensieri di Giovannina Gialongo, nata a Catania nel diciembre del 1993.- “Per le vie del mondo” libro per la seconda classe elentare, maschile e femminile, bemporad e figlio- editori. – Firenze – Milano – Torino.” del artista marplatense Pablo Menicucci.

Espacio Vitrina: Federico Santos “Separado nada”

Partiendo del dibujo y la escultura la obra recorre múltiples formatos al servicio de las ideas y el espacio. Sus trabajos más recientes son instalaciones de sitio específico en donde indaga sobre lo espectacular de lo cotidiano y otros mundos posibles.