“Artesanía y sinergia”. Así resumió ayer Pablo González Aguilar lo realizado en La Traviata, un espectáculo de opera que combinó gastronomía con un recorrido por el Museo Juan Carlos Castagnino, donde se desarrolló la obra. Por esa labor, el elenco se quedó con Estrella de Mar en el rubro mejor espectáculo musical marplatense.

Esas dos palabras resumen el espíritu de la gestión cultural independiente que realizan muchísimos grupos de teatro y musicales de Mar del Plata. Lo artesanal, lo autogestivo y el espíritu colectivo se fusionan cada vez que sube a escena un show con artistas locales. Por eso el Estrella de Mar que reciben colectivos locales viene a reconocer, muchas veces, ese camino de esfuerzo y superación.

“Lo nuestro es artesanal porque no tuvimos guita (para la opera) pero no renunciamos a que todo sea o intente ser de excelencia”, agregó González Aguilar, quien reunió en este espectáculo a los cantantes líricos María José Dulin, Iván Maier y Fernando Santiago, con la participación de músicos como Horacio Soria, entre muchos otros integrantes del grupo.

Para el elenco de La Traviata, el valor de este Estrella de Mar es que pone el foco en la opera, un género difícil de llevar adelante pero con un público fiel y gustoso de esta clase de historias. “Es una proeza hacer una opera en Mar del Plata con esta calidad, es inédito. No sabíamos que iba a pasar lo que pasó, pero queríamos hacer un espectáculo en el que no hubiera puntos débiles”, explicó Dulin. Y todos desearon que el premio abra puertas a la hora de obtener sponsoreos y de gestionar espectáculos.

Para Adrián Oliver, artista y productor de los espectáculos que se realizan en el hotel Manantiales (en el histórico café Las Nubes, en Villa Gainza Paz y en una sala teatral ubicada en el subsuelo del este hotel), el galardón habilita la idea de que es posible “ser profeta en tu tierra”. Oliver fue ganador de un Estrella de Mar en el rubro producción integral marplatense, junto al cantante Ignacio Ungarelli y el actor y acróbata Octavio Ascasibar, entre muchos otros cantantes, bailarines, coreógrafos, actores y actrices.

“La productora está integrada por marplatenses -contó Oliver-. Antes traíamos a los artistas de Buenos Aires, pero con el tiempo la ciudad generó espacios de formación y artistas propios”.

Por eso entendió al galardón en “un doble significado”: “Primero por la gran producción de espectáculos que tenemos, hay shows todos los días de la semana en Manantiales (para adultos e infantiles). Y además, creemos que es importante que los artistas no se vayan, nosotros fomentamos que se puede ser profeta en tu tierra”.

En tanto, el director y dramaturgo Mariano Moro, autor de la obra “Una mujer ardiendo, Fedra”, también defendió la potencialidad del arte local. Moro se quedó con un Estrella de Mar en el rubro dirección y además esa obra resultó el mejor espectáculo marplatense y su protagonista, María Cámpora, la mejor actriz local. En paralelo, Moro se desempaña como director artístico del Teatro Auditorium y es autor y director de “Lugones”.

“Soy marplatense y siempre vine a hacer teatro como porteño, porque hice teatro a Buenos Aires. Pero por estar trabajando en el Auditorium conocí a los actores y a las actrices de acá. Los vi trabajar y pude hacer una obra que tiene un elenco numeroso”, señaló.

Contó que la obra está basada en el mito de Fedra, la mujer que se enamora del hijo de su compañero, y que está escrita en verso. “Llevó mucho trabajo, porque es muy minuciosa, partimos de un entrenamiento. Yo he ganado otras Estrellas de Mar pero que ésta diga la palabra ‘marplatense’ me pone muy contento. Tengo mucho amor por Mar del Plata”, dijo.

El elenco lo integran, además de Cámpora, Pula Calleja, Marcelo Goñi, Oscar Miño, Leo Rizzi, Marcelo Rigl, Jorge Cortese, Enzo Cardinali, Fernando Pereyra, Emiliano Fernández y Florencia Demarchi.
“Este premio viene por añadidura -aportó Rigl-. Por el grupo que se armó y porque fue una propuesta innovadora.

En lo personal fue exponerme a una manera de trabajar diferente y antes de este reconocimiento, el premio era la devolución del público”. “Estrenamos en septiembre del año pasado y la gente nos acompañó siempre”, agregó Rizzi.

Y Goñi consideró que “Una mujer ardiendo….” trae una novedad para la escena local. “Nunca se hizo un teatro en verso con actores marplatenses”.

Con más de veinticinco años de trabajo en el terreno actoral, Carlos Vega resultó el mejor actor de la temporada 2019. Fue en sentido doble: por su desempeño en “La pipa de la paz”, con dirección de María Carreras, y en “Manzi, la vida en orsai”, dirigido por Graciela Spinelli.

“Es un reconocimiento hermoso”, confesó. “Son dos obras hermosísimas. Tengo el privilegio de estar dirigido por Graciela y por María. A ambas admiro su creatividad”, agradeció en esta nota por no haber podido hacerlo públicamente el día de la ceremonia.