Matías Cornejo había sufrido la amputación de una pierna por el brutal ataque de un policía en 2015. En el barrio Libertad le temían y lo detestaban los vecinos. Otros lo encubrían.
Matías “Pata de Palo” Cornejo (29) estaba acusado de participar del asesinato de Rubén “Viruta” Ordoñez el último 4 de mayo. Desde ese día aparecía en las noticias porque había logrado escapar y se mantenía prófugo. Pero no era la primera vez que salía en los diarios. Cornejo tenía un largo historial de delito y con solo 19 años, en 2015, había sufrido la amputación de una pierna por una desproporcionada intervención policial.
En el barrio Libertad, donde tenía su centro de acción, a “Pata de Palo” no se lo quería. “Ojalá no se muera y sufra”, dijo una mujer mientras surgían confusas versiones sobre lo que había pasado dentro de la casa de calle República Árabe Siria.
A pesar del impedimento motriz, Cornejo podía causar daño. Era peligroso y muchos le temían. Atreverse a atacar a “Viruta” Ordoñez fue una muestra de ello, en un asesinato que ocurrió en Santa Cruz y Pasaje Venezuela, un sitio del barrio Libertad caracterizado por la violencia y el narcomenudeo.
Aunque muchos lo detestaban, otros lo apoyaban y así pudo escapar de la policía desde mayo. De hecho un par de sus cómplices sí fueron detenidos, acusados de encubrir y facilitar su fuga.
En las últimas semanas la DDI Mar del Plata pudo avanzar sobre la ubicación de Cornejo y por ese motivo fue que se montó este jueves un operativo para detenerlo. Fue en esas circunstancias en que se defendió a los tiros y baleó a un miembro de esa dependencia policial.
“Pata de Palo” Cornejo estaba entre ceja y ceja de la policía por aquel episodio del año 2015. Esa vez, un policía no actuó como debía hacerlo, más allá de la condición de conflicto en la que Cornejo siempre estaba. El policía Maximiliano Castellano (34), del Comando de Patrullas, fue condenado a 12 años de prisión por el delito de “torturas seguidas de lesiones gravísimas” y fue inhabilitado de por vida para ejercer la función pública. ¿Por qué? El 19 de marzo del año pasado, a la medianoche, cuando Matías Cornejo (19), viajaba como acompañante en la motocicleta conducida por su primo. Lo hacían ambos jóvenes por el Paseo Jesús de Galíndez hacia el centro cuando por la frecuencia policial se irradió la novedad de que varias motos corrían “picadas” por la costa. Una mujer policía vio acercarse la moto de Cornejo y su primo, y al hacerles señas para que se detuvieran, éstos aceleraron. A partir de ese momento comenzó una desproporcionada respuesta policial.
Luego de iniciarse la persecución fueron sumándose varios móviles policiales que atravesaron toda la ciudad detrás de la motocicleta. Cornejo admitió la huida porque el primo no queria que le secuestraran la moto, la cual poco antes había retirado del playón municipal por una situación similar. En Canosa y Juan B. Justo se produjo el desenlace: primero desde un patrullero se le colocaron a la par a la motocicleta y le efectuaron disparos con balas de goma hasta que al llegar casi a Ortiz de Zárate Cornejo cayó a un pozo. Una vez en el piso, Cornejo recibió tres disparos en las piernas. Las heridas obligaron a la amputación de su pierna derecha.
“Pata de Palo” no se retiró jamás de las situaciones de conflicto e incluso acentuó su mala reputación en el barrio Libertad. Allí donde anoche su vida terminó.