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La Ciudad 20 de marzo de 2016

El intendente participó por primera vez de un acto por el Día de la Memoria

Encabezó la plantación de un árbol y el descubrimiento de una placa por el 40° aniversario del golpe de estado. En sus años de concejal nunca asistió a la sesión especial del Día de la Memoria.

El intendente Carlos Arroyo participó ayer, por primera vez desde que ocupa cargos públicos, de un acto por el Día de la Memoria, por la Verdad y la Justicia. Es que, durante sus años de concejal (de 2009 a 2015), nunca había asistido a las sesiones especiales del cuerpo legislativo para recordar a las víctimas de la dictadura militar.
Esta vez, en el marco de las actividades programas por el Ejecutivo y el Concejo Deliberante con motivo de la conmemoración del 40º aniversario del golpe de estado de 1976, encabezó un acto en el que se plantó un ceibo y se descubrió una placa en la plaza San Martín. Lo acompañaron funcionarios del Departamento Ejecutivo y concejales, entre otros invitados especiales.
“El árbol es símbolo de la vida. La siembra de este árbol tiene que ser la demostración de que nosotros y nuestra generación protege y ama la vida de todos los seres humanos, por sobre todas las cosas. Vamos a luchar siempre en contra de lo que significa un ataque al ser humano y a su libertad. Tiene que servir también como un recuerdo de tal vez la época más oscura de nuestra historia. Esto nos debe convocar a todos para que, en memoria de los lucharon y los que murieron, nos unamos para defender la democracia y la libertad”, dijo el intendente.
“El hombre ?siguió Arroyo? avanza inexorable en el mundo a un futuro mejor, a un futuro en donde los valores fundamentales del individuo sean respetados. En la medida en que algunos grupos humanos, por el motivo que fuere, algunos de índole ideológica, regresan al pasado, nos convertimos cada vez más en animales y menos en seres racionales”.
“Realmente, actos como este deben tener la profundidad del significado que representan. Tienen que ir más allá de lo puramente simbólico; tienen que comprometernos a todos, diariamente y minuto a minuto, vamos a luchar por la libertad, expresar nuestras ideas, transitar libremente por cualquier parte que se nos ocurra del país, escribir, pensar, hablar y discutir sin miedos. Y que nadie se presente como dueño del pensamiento, esto es fundamental”.
Arroyo continuó: “En nuestro país, por la libertad, desde hace muchísimos años, se derramó mucha sangre. Yo creo que hace rato, desde el regreso de la democracia en 1983, es el momento en que debemos terminar con la pérdida de vidas humanas, terminar con el sufrimiento, con el dolor, con la censura, y debemos volver a ser eso por lo que Dios nos creó: criaturas hechas a semejanza de Dios. Debemos tener muy presente, también, el día del regreso a la democracia, aquel 10 de diciembre de 1983. Los argentinos tenemos una costumbre extraña de conmemorar siempre las muertes. El 20 junio es la muerte de Belgrano; el 17 de agosto, la muerte de San Martín. Creo que debemos darle la importancia también a esa celebración”, concluyó Arroyo.