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Policiales 28 de julio de 2023

El intrigante caso de Iara Nardelli y la necesidad de prontas respuestas

Se va a cumplir un mes desde que Iara Nardelli (16) desapareció de Aldeas Infantiles. Salió por la mañana y excepto algunos mensajes, nada más se supo de ella. Restos de su cuerpo fueron hallados días después en un terreno y la Justicia sigue sin encontrar una hipótesis firme que prevalezca sobre otra. ¿Fue un asesinato? ¿Pudo haber atacado al cuerpo una jauría? ¿Está descartado el suicidio?

Iara Nardelli (16) murió por causas desconocidas entre el 6 y 7 de julio, unos pocos días después de haberse ausentado de Aldeas Infantiles, institución que la alojaba por decisión de la Justicia de Familia. Su cuerpo, en verdad apenas el cráneo y una tibia, fue descubierto el 10 de julio por un vecino del barrio Virgen de Luján y a partir del hallazgo se tejieron distintas conjeturas sobre lo que pudo haberle sucedido, todas ellas sin confirmar.

¿Crimen, suicidio, perros asesinos, perros carroñeros? El enigma que rodea la muerte de Iara Nardelli debe ser resuelto por la fiscal Romina Díaz, quien este lunes volvió a ser la directora de la pesquisa por tratarse de la funcionaria que inició el expediente por averiguación de paradero. Así, la causa retorna a Díaz tras haber intervenido -indirectamente- su colega Florencia Salas, cuya participación se limitó a identificar los restos. Una vez que se supo por ADN que eran de Iara Nardelli, regresó la labor investigativa a Díaz.

La historia de la adolescente es una historia dolorosa, de desavenencias que decantaron en conflictos permanentes con su grupo familiar en la localidad de Miramar y en una indefectible medida de abrigo de la Justicia de Familia de Mar del Plata. El 29 de marzo de 2022 se calificó su situación de “irreversible” puesto que “el principal obstáculo en esta intervención fue el no contar con la participación de ninguna figura familiar para ejercer el cuidado de Iara ni nadie que acompañe su evolución”. Luego de analizarse ese contexto familiar complejo en extremo, la Justicia de Familia dispuso su ingreso al Hogar Convivencial de Aldeas Infantiles el 8 de mayo de 2022 por medio del Asesor de Incapaces, Hugo Llugdar, quien además dictaminó abrir una cuenta judicial para que la Anses deposite allí la AUH. La guarda fue por 90 días en principio.

Antes de tomarse esa decisión, el Servicio Local de Promoción y Protección de los Derechos del Niño de General Alvarado había enviado a Iara al Centro de Alojamiento Transitorio de Batán, donde permaneció algún tiempo hasta que se retiró por su cuenta e intentó incorporarse nuevamente a su grupo familiar. Pero no fue posible la readaptación.

Con 15 años Iara Nardelli recaló en Aldeas Infantiles y su vida pareció estabilizarse. Encontró la motivación en el estudio de peluquería y en otras actividades, hasta que llegó aquel 30 de junio en el que fue vista con vida por última vez.

La desaparición

El viernes 30 de junio a las 7.50, Iara Nardelli, con 16 años cumplidos en enero, salió junto a su cuidadora desde la sede que Aldeas Infantiles posee en Luro al 10200.

Iara, además de ser alumna de la escuela N°55, asistía al Instituto Argentino de Peluquería y Belleza (IAP) de Moreno al 2400 y esa mañana dejó Aldeas Infantiles con la clara intención de ir hasta allí. Sin embargo, algo desconocido ocurrió que modificó sus planes porque un par de horas después se comunicó una amiga y preguntó si sabían algo de ella. Cuando una operadora de Aldeas fue a su cuarto para ver si estaba descubrió con sorpresa que Iara había regresado, había dejado el bolso que llevaba a las clases, se había cambiado de ropa y se había retirado, llevándose otras pertenencias. A partir de ese momento intentaron contactarla al teléfono, pero no respondió. De la escuela de peluquería indicaron que nunca había concurrido, sus amigas y sus familiares dijeron no saber nada de ella. Entre las 4 y 5 de la tarde de ese viernes 30 de junio, Iara envió audios “muy angustiada” en los que decía: “No voy a volver, no me busquen porque no me van a encontrar”. Un mensaje similar le envió a su madre por esas horas.

En una entrevista con la prensa de Miramar, la madre de Iara dijo que Aldeas Infantiles no le avisó sino hasta el día siguiente de la desaparición. La directora de Aldeas Infantiles, en su declaración, asegura que avisaron el mismo viernes cuando notaron su ausencia.

A metros de la entrada de Aldeas Infantiles está la parada de colectivo.

A metros de la entrada de Aldeas Infantiles está la parada de colectivo.

Creció en los últimos días la controversia sobre cómo actuaron las autoridades que tenían a su cargo a Iara tras su desaparición. En un comunicado emitido por Aldeas Infantiles se asegura que ese mismo día fueron a la comisaría sexta, que allí les indicaron que debían hablar con el Juzgado de Familia N°2 y que así lo hicieron. También que a las 8 de la noche el juzgado había librado el oficio de averiguación de paradero.

Lo que más llama la atención es que recién el 6 de julio la Justicia de Familia realizó una audiencia con la madre de Iara y tras tomarle declaración (dijo que junto a la DDI Miramar tenía el dato de que podía estar en la casa de un vendedor de drogas de aquella localidad) se le dio intervención a la Justicia penal, en particular fiscalía de turno en Mar del Plata a cargo de Díaz. Se recibió la denuncia y se la transformó en la IPP 22240/23. Cuando empezó a investigarse el paradero de Iara, Iara (según los forenses) ya estaba muerta.

La secuencia final

¿Qué ocurrió el viernes 30 con Iara? Los únicos indicios firmes que hay en la causa surgen del análisis de la actividad de su teléfono. A pesar de haber faltado a clases, Iara se trasladó hasta el centro de la ciudad y mantuvo una comunicación telefónica de 154 segundos que captó la antena Casino Nuevo, emplazada en Buenos Aires al 1900. Luego el teléfono impactó a las 17.37 en el barrio Libertad, en la antena ubicada en el club Universitario. La última conexión fue a las 3.24 ya del sábado 1 de julio en la misma antena.

Este dato es relevante por varios motivos, el primero de ellos es que se trata de un lugar próximo a donde aparecerían días después los restos. La antena “Barrio Libertad” se ubica a 10 cuadras de Aldeas Infantiles y a una distancia similar del predio en el que hallaron el cráneo y la tibia.

Predio de 9 hectáreas en el que fueron hallados los restos.

Predio de 9 hectáreas en el que fueron hallados los restos.

Nada se supo de Iara hasta que el lunes 10 de julio un vecino del barrio Virgen de Luján descubrió los restos en el inmenso baldío de más de 9 hectáreas y dio aviso a la policía. Como estaba de turno la fiscal Florencia Salas inició una investigación para identificar los restos, aunque de inmediato supo que podía tratarse de Iara Nardelli porque en ese mismo predio, aunque casi a 400 metros, estaban sus pertenencias: una campera, anteojos recetados, blisters de medicamentos, botellas de bebidas alcohólicas y un cuaderno de anotaciones personales con una carta fechada el 26 de junio en la que, con su redondeada letra, escribió que no la estaba pasando bien. Esa angustia o descontento no refería a un hecho específico sino a un contexto general y, tal vez, a todo ese proceso de infortunios que terminó con su judicialización.

La fiscal Salas en una conferencia de prensa no descartó una hipótesis suicida no tan solo por esa carta bastante explícita, sino también por un episodio de agosto 2021 por el que Iara terminó internada en el Materno Infantil a causa de una sobredosis medicamentosa. En conferencia de prensa, la madre dijo que fue por esa situación que la Justicia le quitó la tenencia de Iara.

De todos modos, el estado en el que fueron hallados los restos y principalmente otros elementos notorios abrieron la posibilidad de que, como sospecha la familia, pueda haberse perpetrado un asesinato.


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Las dudas, las sospechas

Con la investigación otra vez en su poder, la fiscal Díaz deberá poner en suspenso la hipótesis suicida que deslizó su colega Florencia Salas y trabajar para descartar cualquier otra alternativa o confirmarla.

Lo primero que alimenta sospechas de la intervención de otras personas no es lo que apareció de Iara, sino lo que nunca fue recuperado. Por ejemplo, si Iara hubiera tomado la determinación de quitarse la vida y su cuerpo fue atacado por la jauría que se sabe merodea el predio de 9 hectáreas debiera haber restos de ropa, el calzado y, en especial, su teléfono celular. Especialistas en rastreo y acción de fauna cadavérica indican que una jauría puede hacer desaparecer por completo un cuerpo. Vale recordar, que el análisis forense determinó como data de la muerte entre 3 y 4 días antes del hallazgo, esto es tiempo suficiente para ese tipo de acción.

Los perros existen en esa zona, de hecho, una jauría atacó a un nene de 9 años el mismo día del hallazgo de los restos de Iara Nardelli. Ese nene terminó internado en el Materno Infantil. No obstante, otra mirada sobre la ferocidad de estos animales indica que merodean, pero están alimentados en una quinta del lugar y que es inimaginable que puedan haber actuado de la forma en la que se indica.

La gran duda que asoma aquí es el calzado, el pantalón. Tal vez sea necesario un nuevo rastrillaje, mucho más exhaustivo que el que llevó a cabo personal de Balcarce días atrás.

Otro elemento que sobresale como duda es que, según reportes técnicos, el 26 de junio, fecha en la que Iara escribió su carta o nota, cambió el teléfono. Aldeas Infantiles pidió autorización para que con la plata de la AUH ella pudiera renovar su dispositivo. También que el domingo 2 de julio tenía programado un viaje a Buenos Aires con retorno el 7 junto a otra menor de Aldeas Infantiles y una cuidadora. Hasta los pasajes estaban comprados. Es decir que había una tendencia a proyectar hacia el futuro (teléfono nuevo, viaje), lo que suele ser incompatible con conductas suicidas, aunque no excluyente.

Iara Nardelli, la menor desaparecida.

Iara Nardelli, la menor fallecida.

Más allá de la vulnerabilidad que Iara presentaba se conocieron con el correr de la investigación algunas otras cuestiones que incrementaron su riesgo potencial. Fue la propia madre en la audiencia del 6 de julio ante la licenciada Rosana Volpe en la que expuso sus sospechas de que Iara podía estar en una casa del Barrio Aeroparque de Miramar con un joven de nombre de Dante. Pero además otras personas de Mar del Plata refirieron que Iara tenía algunas amistades en el barrio Libertad algo conflictivas y pertenecientes a familias vinculadas a la venta de drogas. Esta línea debe agotarse en la investigación.

Lejos de ese contexto Iara había tenido una relación de acercamiento con un joven de 23 años, aunque en los días previos a su desaparición ese vínculo se había cortado según testigos. Ese joven fue citado a declarar a la DDI y negó haberla visto el 30 de junio.

En algunos postes de luz de las calles del barrio Virgen de Luján, las mismas que esta semana recorrieron allegados a la familia de Iara, se ven afiches que piden colaboración. “Si viste algo, llamá” es la frase sobre dos números telefónicos. Para la Justicia, todo sigue encuadrado en averiguación causales de muerte, que no solo refiere a la mecánica en la que se produjo el fallecimiento -algo que puede no llegar a saberse jamás- sino las circunstancias.

Mientras tanto se necesita mayor celeridad en conocer la actividad de la tarjeta SUBE, las cámaras de seguridad y el estudio histopatológico solicitado por la familia sobre los restos, para tratar de determinar en el análisis del poco cabello peritable y médula ósea si hay rastros de medicamentos o droga.