Los dos representantes marplatenses en el judo panamericano -muy jóvenes ambos- saldaron sus respectivas actuaciones sin medallas pero se llevaron una experiencia invalorable y numerosas herramientas para seguir avanzando. De todas maneras, ambos dejaron el tatami entre lágrimas, embargados por un cúmulo de emociones difíciles de explicar y contener.

En la categoría -73 kilos masculina, Matteo Etchechury perdió en su primera presentación -y por consiguiente quedó eliminado- ante el brasileño Daniel Borges, por ippon, a los 2m59s de combate. Una llave del brasileño colocó en problemas al marplatense, quien no pudo revertir esa posición desfavorable en 20 segundos y así se decretó la caída. Su adversario llegaría más tarde a la definición por el oro. Acaso le tocó el sorteo más difícil. Borges llegó a estos Juegos como bronce olímpico y también medallista panamericano.

Más allá de que el sistema sea igual para todos, no parece del todo justo que semejante esfuerzo para llegar a los Juegos, a los cuales acceden sólo los doce mejores del continente, se disipe rápidamente en apenas un combate.
“Estoy disconforme y conforme a la vez. Mi meta era llegar a los Juegos, lo puede hacer. Obviamente uno siempre quiere ganar una medalla pero no se dio. Me tocó un cruce difícil pero no es excusa porque acá vienen los mejores y hay que luchar contra el que sea. Me queda todavía mucho por trabajar, mucho por hacer”, expresó en la zona mixta.

Foto: gentileza Alejandro Salgado / COA

Y en referencia a sus lágrimas apenas concluida su lucha ante el brasileño, Matteo volvió a quebrarse en su diálogo con los periodistas marplatenses: “Fue un año muy duro. Perdí a mi abuela, no pude acompañar a mi familia porque me tocó estar en Europa, perdí a otro ser querido hace poco. Perdón pero es muy difícil. Esa fue mi primera reacción porque quería demostrar que todo lo que trabajé y todo lo que luché para llegar acá, lamentablemente no se pudo dar”, se descargó Etchechury, quien está próximo a cumplir 20 años.

En -70 kilos femenina, Victoria Del Vecchio, de 21 años, debutó con éxito ante la chilena Camila Lagos Vera, a quien derrotó por ippon al minuto y 37 segundos. Pero a continuación, en apenas 13 segundos fue sorprendida por la cubana Idelannis Gómez Feria, quien venció por ippon y envió a la marplatense al repechaje. La siguiente lucha la puso ante la posibilidad de acceder a medirse por una medalla de bronce, pero tras un desarrollo muy equilibrado, la brasileña Luana Oliveira de Carvalho la sorprendió con una llave muy veloz y la venció por ippon, al minuto y 38 segundos.

“Me sentí muy bien en la primera lucha con la chilena. Después, la cubana es muy fuerte y no lo pude resolver. En el repechaje venía bien, le había sacado una sanción y sentía que tenía una buena oportunidad. Pero me sorprendió, me tiró y se terminó. Más que nada fue un error táctico mío, porque le fui a buscar la manga, muy adelante, muy expuesta y ella lo supo aprovechar. El balance es buenísimo igual, aunque no pude llegar a la lucha por una medalla. La experiencia en los Juegos es espectacular, desde que nos instalamos en la Villa Panamericana pudimos disfrutar de un ambiente hermoso. No se compara con nada de lo que había vivido antes”, señaló Del Vecchio, quien a los 14 años se fue a vivir al Cenard para entrenar en Buenos Aires, a los 18 se mudó sola a un departamento y también cursa estudios universitarios en ingeniería.