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Arte y Espectáculos 13 de julio de 2016

El Museo MAR tendrá actividades para toda la familia con entrada gratuita

Se anuncia una programación de excelencia para chicos y grandes, con entrada libre y gratuita.

Desde el lunes hasta el domingo 31 de julio, de 12 a 20, la secretaría de Cultura de la Provincia pondrá en marcha en el Museo MAR (Félix U. Camet y López de Gomara) una programación de excelencia para chicos y grandes, con entrada libre y gratuita.
Todos los días, en el auditorio habrá dos funciones de un espectáculo infantil y una de cine para niños. El ingreso será con retiro previo de entradas y la programación incluye shows de música, clowns, teatro, una orquesta de tablets para que cada participante haga su propia música y otra de jazz didáctico.
Algunos de los espectáculos que participarán son: Los Cazurros, Bigolates de Chocote, Vuelta Canela, Anda Calabaza y Loca Orquesta de Tablets
“Es un verdadero orgullo que podamos contar con un museo vivo y recuperar una política cultural estatal de calidad y gratuita. Creemos que contribuir con opciones para que todos puedan disfrutar en familia estas vacaciones de invierno es fundamental. Además, nos parece muy importante que el MAR sea el primero de los museos en recibir dos exposiciones del Mamba, con su programa de itinerancias” dijo el secretario de Cultura, Alejandro Gómez.

Exposiciones

En julio el MAR será el primero de los museos en recibir exposiciones del Museo de Arte Moderno de Buenos Aires.
Se trata de “Ana Gallardo: Un lugar para vivir cuando seamos viejos”, que se abrirá al público el viernes 15 y “Argentina Lisérgica”, el viernes 22 de julio.
El Museo MAR es la primera sede del programa de itinerancias de exposiciones del Museo de Arte Moderno de Buenos Aires en museos del país. El público de Mar del Plata podrá hacer un recorrido por los últimos diez años de producción de la artista rosarina Ana Gallardo y una selección de obras del patrimonio del Museo de Arte Moderno de Buenos Aires, el principal museo dedicado al arte moderno y contemporáneo de la Argentina.
“Ana Gallardo: Un lugar para vivir cuando seamos viejos” atraviesa la última década de trabajo de la artista. A través de obras en diversos soportes -dibujos, videos, instalaciones y registro de acciones-, Gallardo establece una tensión muy personal entre vivencias íntimas y problemáticas sociales, en contextos específicos de abandono o indiferencia, que la artista busca transformar. La obra reúne una multitud de prácticas que encara con el objetivo de enfrentar el miedo a la muerte. A modo de ejemplo, en el caso de la serie Acciones primarias, Gallardo recibe clases de jubilados mayores de 70 años que finalmente se dedican a lo que siempre quisieron, como bailar danzón, baile japonés tradicional o cantar karaoke.
En mayo de 2015, Gallardo fue invitada a participar de la 56° Bienal Internacional de Venecia, All the World’s Futures, en la cual exhibió su proyecto El pedimento (2009-2015), que el Moderno presenta, también, en esta exhibición. Inspirada en un ritual mexicano del estado de Oaxaca, por el cual los fieles hacen ofrendas a las deidades con la esperanza de recibir sus favores, la artista invita al público a reflexionar sobre su futura vejez y a modelar en arcilla una figura que encarne sus preocupaciones o deseos para el futuro.
Por su parte, “Argentina Lisérgica” incluye obras de Thomas Downing, Rómulo Maccio, Jorge De La Vega, Edgardo Giménez, Antonio Seguí, María Martorell, Marta Minujín, Aldo Paparella, Martha Peluffo, Rogelio Polesello y Gyula Kosice, entre otros artistas, pertenecientes a la Colección del Museo de Arte Moderno de Buenos Aires.
Esta muestra propone un recorrido por la iconografía y los escenarios de época de los sesenta y setenta. Desde las fluctuantes coordenadas de un pop extremado a la desfachatada canibalización del surrealismo, pasando por la reutilización del Op Art y las experiencias del arte cinético, los rituales, el trance y un capítulo irrepetible de la gráfica argentina.
“Argentina Lisérgica” es una hipótesis de lectura de una época necesariamente marcada por el contexto político: frente a la tensión de dos polos contrastados en blanco y negro, una tercera posición de color y forma, o una línea de fuga vital, festiva, que puso en diálogo al arte institucional con la cultura de masas y que, con su ineludible artillería de percepción alucinada, puede verse como uno de los atajos más suculentos hacia la contemporaneidad.