La ciudad aparenta tranquilidad. Atrás quedaron los embotellamientos de los domingos de sol de enero y febrero que hacían del paseo por la costa un ejercicio para poner a prueba la paciencia. Ahora, abunda la tranquilidad, pese a que aún se registran movimientos turísticos.

“Viene tranquilo, bajó rotundamente”, detalló Fernando Borghiani, inspector de la torre de control de la Terminal de Omnibus, sobre la cantidad de servicios registrados para este fin de semana.

Si bien los ingresos y egresos de micros fueron, en total, más de 500 todos los días (518 el viernes, 512 el sábado y 502 el domingo), número que, aseguró, “no es para nada malo”, la comparación con los más de 800 vividos durante el feriado de Carnaval influyó en el análisis.

“Esto es algo que ocurre siempre en esta época del año, las empresas de transporte empiezan a bajar los permanentes y la cantidad de servicios disminuye, aunque aún no manejamos los números de temporada baja de 400 o 450 servicios promedio”, señaló.

Borghiani también aseguró que el público de marzo es diferente al del resto de la temporada. “Vienen muchos jubilados, de hecho, los chicos de la mesa de informes son los primeros en notarlo. Dicen que mientras los turistas de enero y febrero por poco ni saludan, los de marzo dan los buenos días, sonríen”, dijo haciendo referencia al respeto que suelen tener las personas de más edad.

Puerto, el paseo ineludible de los turistas

La jornada matutina de domingo estuvo resplandeciente. La temperatura no superó los 26° y, salvo una fuerte lluvia durante la tarde, el cielo permaneció seminublado.

El buen clima de la mañana permitió a los turistas realizar un plan tradicional en la ciudad que no involucrara la playa: el paseo por el puerto.

Los souvenirs, los productos autóctonos y el paisaje abastecen al lugar de una mística muy valorada por los turistas, quienes saben que su paso por los muelles es ineludible.

“Aprovechamos que yo tenía franco para venir a pasar el día”, explicó Mariano quien junto a Soledad, su mujer, y sus dos hijos eligieron el puerto como salida de domingo.

Igualmente la elección no fue arbitraria, el pequeño del plan está por cumplir el primer año de vida y la temática del festejo será “marineros”. “Necesitamos comprar los souvenirs para decorar todo para el cumpleaños”, explicaron.

Otros que se quisieron llevar un buen recuerdo de su paso por las embarcaciones fueron las 70 personas que partieron en el crucero Anamora en su salida en horas del mediodía. Ansiosos por conocer la ciudad desde “un punto de vista único, como el mar”, turistas y marplatenses apuraron el paso para ocupar los mejores lugares.

“Esta temporada fue muy buena y todavía queda turismo, en especial, gente más grande, aunque también trabajamos mucho con residentes de la ciudad”, explicó Florencia, empleada del lugar.

Si bien no contaba los números exactos, aseguró que este mes “se trabaja mucho con la venta que hacen en los hoteles”, por lo que la gente viene con su reserva y no accede espontáneamente al servicio por coincidir con su paseo portuario.

Un turismo “más económico”

Si bien aseguraron de que la tranquilidad del tercer mes las atrajo, Griselda y Silvia, madre e hija oriundas de Chacabuco, reconocieron que los precios influyeron en la decisión. “Llegamos el viernes a la noche y nos vamos el martes, así que era mejor para nosotros marzo porque la ciudad también está más barata”, dijo, mientras Alejandro y Benjamín, los hijos y nietos de las entrevistadas no podían sacar la mirada de los lobos marinos apostados en el lugar.

Los comerciantes del lugar también registran la baja del turismo y las modificaciones en los precios. Así, uno de los principales puestos de conservas del lugar aseguró que “la temporada fue regular, se trabajó un poco pero como hubo cambio de precios había gente que compraba y gente que no”, aseguró uno de los empleados del lugar.

De todas maneras, expresó esperanza al asegurar que “todavía queda un poco de turismo de marzo que vienen los abuelitos, así que hay que esperar para balances”, detalló. Y agregó: “también tenemos semana santa a mitad de abril, por lo que esperamos de que, al ser mitad de mes, ayude a que la gente compre más”.

Por su parte, Marita, dueña del local de la gruta de Nuestra Señora de Lourdes, patrona de los pescadores, aseguró que “hubo muy buena cantidad de gente” esta temporada y que, en el puerto, “se trabajó mejor en febrero”, dado que los días no acompañaron para playa pero sí para hacer compras.

Señaló que “ya se empieza a ver el turismo de marzo”, aunque los clientes característicos del local “suelen venir después de hacer las excursiones por la gruta, por eso también buscan recuerdos económicos y bonitos, así que intentamos adaptarnos a la demanda”, aseguró.