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Arte y Espectáculos 11 de abril de 2022

“El público compra una entrada para vivir emociones que no permite el streaming”

Durante Semana Santa, la producción "Sex" será una de las propuestas teatrales más fuertes de Mar del Plata. José María Muscari repasa los aciertos logrados por este espectáculo que aporta luminosidad y glamour y que exige una total entrega por parte del elenco. "Mar del Plata siempre está dando vueltas alrededor de mi deseo", afirmó.

José María Muscari junto a Ginette Reynal y Christian Sancho, las figuras centrales de "Sex".

Desde este Jueves Santo, José María Muscari planta bandera en Mar del Plata para proponer -al fin- su espectáculo más arriesgado: “Sex”. Lo hará todo el fin de semana largo de Pascua desde el escenario del Lido y acompañado por un elenco de actores, actrices y un cuerpo de baile liderado por Ginette Reynal y Christian Sancho.

A ellos se sumarán la sensual Valeria Archimó, Mario Guerci, Celeste Muriega, Nacho Sureda, Sole Bayona, Sebastián Francini, Maxi Diorio y nuevos talentos como Ernesto “Tito” Díaz, Ana Devin y Martina Lapcak.

“Experiencia intraducible”, espectáculo “energético, efervescente, modificante, que rompe prejuicios”, show “catártico”: el director teatral usa estos adjetivos para calificar un show que pone el foco en el sexo de una manera alejada del morbo y de lo oscuro.

“El logro de ‘Sex’ es meterse con el sexo desde un lugar luminoso, no oscuro. Acá se ve el sexo desde lo glamoroso, no desde lo prohibido y cutre. Le agrega un bonus track de glamour, de entretenimiento, de luminosidad, de ‘charme’ a un tema que hasta acá las veces que se transitó se lo hizo desde un lugar perverso, morboso y corroído”, dijo a LA CAPITAL.

Con la decisión de llevar “Sex” de gira, durante marzo Muscari y el coreógrafo Mati Napp prepararon a los nuevos integrantes de este segundo elenco, mientras otro grupo de actores, actrices y bailarinas siguen con las funciones en Buenos Aires.

“Es un espectáculo totalmente orgánico y diferente, o sea, no se parece en nada la versión de ‘Sex’ de Mar del Plata con la de Buenos Aires y, a la vez, son iguales: los cuadros son los mismos, los textos son los mismos, pero hay algo muy personal”, observó. Y contó que hará un alto en las grabaciones del reality “El hotel de los famosos” (El Trece) para acompañar al equipo que llegará a esta ciudad.

“Desde el miércoles, estaré en Mar del Plata. Es un poco un descanso”, dijo sobre un año que ya se presenta pleno de proyectos. Mientras sigue con el reality, dirige los ensayos de Moria Casán en la obra “Julio César” que se estrenará en el Teatro San Martín. Además, mantiene en cartel “Perdidamente”, con un elenco que integran Karina K, Patricia Sosa, Leonor Benedetto, Julieta Ortega y Ana María Piccio. Es una pieza que tiene posibilidades de ser parte de la próxima temporada teatral veraniega. “Mar del Plata siempre está dando vueltas alrededor de mi deseo y de mi concreción teatral”, definió.

“Yo deseaba que ‘Sex’ llegara a Mar del Plata. Es un espectáculo muy pedido. Creo que hay un público muy teatrero y muy fiel a lo que hago en Mar del Plata”, agregó en la entrevista.

– Más allá de las coreografías, ¿en “Sex” buscás contar una historia?

– Yo quiero contar un montón de cosas, pero no hay una historia en el sentido tradicional. No es que te vamos a contar la historia del sexo. No. Lo que hace el espectáculo es meterse en el deseo y plantear una sexualidad vista desde la absoluta diversidad y autonomía de los cuerpos. Y, a partir de eso, lo que hace es jugar con cada una de las personas que está arriba del escenario. Por eso, una condición sine qua non es que, además del talento y la popularidad de quienes integran el elenco, también puedan poner en juego su propio cuerpo, su propio deseo. Es un espectáculo en el que las figuras tienen que llegar incluso a zonas de sí mismas que hasta acá no habían aparecido en otros desafíos o en otros espectáculos.

el sex

– ¿Te proponés calentar a los espectadores y a las espectadoras?

– Yo no me propongo qué es lo que quiero lograr con el público cuando ve un espectáculo mío. No me lo propongo en “Sex” y tampoco me lo propongo en “Perdidamente” ni en “La casa de Bernarda Alba” ni en “Casa Valentina”. Creo que hay una zona de teatro que a mí me gustaría ver y, por suerte, hay un montón de público al que le gusta eso que nosotros queremos hacer. Sí creo que el público que ve “Sex” lo que hace es movilizar un montón de emociones. Creo que es un espectáculo muy energético, muy efervescente, modificante, rompe prejuicios y barreras, todo lo que te imaginás que va para un lado y va para el otro. Yo me propongo que el público durante la hora y media que dura el espectáculo viva emociones extraordinarias, que lo saque de su cotidiano. Creo que el público compra una entrada hoy para vivir emociones que no le permiten la televisión, el streaming o una película. Queremos otro tipo de emociones, emociones más adrenalínicas, más verdaderas, algo que tiene que ver con el aquí y el ahora, que, en definitiva, es el ritual del teatro desde siempre.

– Además, sucede “Sex” en un momento de mucha apertura. ¿Te parece que el ambiente social acompaña esta propuesta?

– Acompaña y hay algo que no va a acompañar nunca, porque el sexo sigue siendo un tema tabú. Y, a pesar de ser una sociedad muy evolucionada en muchos aspectos, igual sigue generando una especie de escozor, de oscuridad, de zona oscura. Y es logro de “Sex” meterse con el sexo desde un lugar luminoso, no oscuro. Acá se ve el sexo desde un lugar glamoroso, no desde un lugar prohibido y cutre, porque, en ese sentido, le agrega como un bonus track de glamour, de entretenimiento, de luminosidad, de “charme” a un tema que hasta acá las veces que se transitó se hizo desde un lugar perverso, morboso y corroído.

– ¿Cómo es la dinámica de ensayos con dos elencos de la misma obra?

– Ahora, particularmente para comenzar esta gira, que es la que llega al Lido en Semana Santa, estuvimos ensayando este mes no solo con Ginette, que es nueva, y con Christian Sancho, que es nuevo pero hizo el verano en Buenos Aires, a ellos se suma Valeria Archimó. De alguna manera, el espectáculo estuvo a lo largo de marzo ensayándose para recomenzar de manera autónoma a partir de abril y funciona de manera independiente al de Buenos Aires. O sea, hay dos elencos. El de acá (por Buenos Aires) sigue agotando.

– ¿Cada elenco le agrega su impronta?

– Es un espectáculo totalmente orgánico y totalmente diferente, o sea, no se parece en nada la versión de “Sex” de Mar del Plata con la de Buenos Aires y, a la vez, son iguales. Los cuadros son los mismos, los textos son los mismos. Pero hay algo muy personal, por supuesto, que cuando sumamos a un artista que tiene un plus que puede cantar, como es el caso de Sebastián Francini, aprovechamos y le metemos canciones. Y cuando metemos a una artista como Vale Archimó, que la rompe en el caño, bueno, usamos el caño como una disciplina para la obra. En realidad, el espectáculo es bastante móvil y, dentro de esa movida, es ir encontrando la potencia de cada una de esas figuras. Creo que el éxito de “Sex” es eso: la mezcla entre la cercanía del público con las figuras y la popularidad de quienes lo actúan. Y, por otro lado, meterse con el universo del sexo, del morbo, de la diversión. Es un espectáculo muy catártico.

– Además, lleva mucho tiempo en escena.

– Lleva cuatro años en escena. Se ha sobrepuesto a la pandemia, se ha vuelto virtual, lo hicimos en un autocine, fue por streaming, tenemos la versión con protocolo, que es la que llega a Mar del Plata. Es un espectáculo muy mutante que todo el tiempo va perfeccionando sus ganas. Lo mágico es que tanto al coreógrafo como a mí nos permitió ir evolucionando como creadores.