El propio presidente Horacio Taccone, emprendedor empedernido si los hay, lo señaló como el gran motor de todas las “locuras” que se transforman en realidad en Once Unidos.

El vicepresidente del club, Eduardo Gersini, le afirmó a LA CAPITAL que con “cada nueva obra que inauguramos siento una enorme satisfacción. Desde que llegué de Buenos Aires, hace más de 40 años, caí acá. Toda una vida. Es mi lugar. Mis hijos crecieron acá, mi familia está toda acá. En estos 16 años de gestión, las primeras obras eran muy necesarias para la vida del club, pero a la vez, las pudieron disfrutar mis hijos, así que fue una alegría incomparable”.

También agregó que “es cierto que el día e día es duro porque hay que estar. Hacemos todas las obras nosotros. No sé si es mejor o peor, pero hemos crecido con esa forma, con transparencia, y no cambiamos la receta. Hay que estar presente, tanto Horacio como yo o los integrantes de la comisión directiva lo hacemos. Muchas veces no nos ponemos de acuerdo, pero al otro día, todos tiramos juntos para adelante. El secreto es que acá no tenemos grieta”.

Y acerca de que el espíritu de seguir avanzando, reconoció que “esto nunca se termina. Siempre hay proyectos por delante, tanto en la sede como en la villa deportiva. Tenemos varias cosas por hacer. Cada vez que arrancamos algo, primero lo vemos como una locura casi imposible, y cuando lo terminamos, no lo podemos creer”.