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Deportes 4 de noviembre de 2023

El squash se metió en la final por equipos

Gran victoria contra Perú, con desenlace caliente incluido. El rival por el oro será Colombia.

Robertino Pezzota, el entrenador Hernán D'Arcángelo, Leandro Romiglio y Jeremías Azaña, tras ganarle a Perú y clasificar a la final.

por Marcelo Solari / Desde Santiago de Chile

 

El squash argentino se garantizó este sábado la medalla de plata en la competencia masculina por equipos en los Juegos Panamericanos Santiago 2023, tras una gran victoria ante Perú. La última medalla de ese metal para el squash “albiceleste” había sido en los Juegos de Winnipeg 1999 (Jorge Gutiérrez).

La definición, con resultado de 2-1, estuvo a cargo del rosarino Robertino Pezzota, quien venció en el match final a Rafael Galvez, por 3-0 (11-5, 11-8 y 11-5), luego de 42 minutos.

Acaso los peruanos, acostumbrados a ganar bastante en los últimos tiempos, partían como favoritos, pero Argentina fue un merecido ganador. Todo el equipo peruano reclamó airadamente por una pelota de Pezzota que -entendieron- el rosarino debió haber admitido como mala. Sin posibilidades de acceder a repeticiones, en primera instancia dio toda la sensación de que Pezzota tenía razón. Y los árbitros interpretaron lo mismo. Por esa razón, hubo airadas protestas e incluso insultos hacia Pezzota. Una situación desagradable que no opacó la celebración argentina, aunque todo podría haber resultado diferente en un clima mejor. Se sabe, los jugadores de ambos equipos son amigos, pero existe una rivalidad deportiva que no se puede evitar. Por suerte todo quedó ahí, y Argentina ya piensa en la final de este domingo, a las 10, ante Colombia, que tiene en sus filas a Migual Angel Rodríguez, número 13 del mundo, como principal figura.

El cordobés Jeremías Azaña abrió la serie con un triunfo rutilante frente a Alonso Escudero, tras remontar una desventaja de dos games, por 7-11, 4-11, 11-2, 11-9 y 11-9, luego de 59 minutos.

Y a continuación, el marplatense Leandro Romiglio (40° en el ranking internacional de la PSA), perdió ante Diego Elías, el número dos del mundo, por 11-5, 11-8 y 11-8, en 29 minutos de acción. Con la serie igualada, la responsabilidad recayó en Pezzota, quien respondió de la mejor manera y aseguró el pasaporte a la final.

squashalafinal

De amistades y rivalidades

 

En la zona mixta, LA CAPITAL dialogó con el marplatense Romiglio y el responsable de definir la serie, Pezzotta.
“Me tocó bailar con la más fea (risas) -dijo Romiglio en alusión a su partido ante Elías, número dos del mundo-.

Contra México había podido aportar mi puntito, pero ahora les tocó a los chicos ponerse la camiseta al hombro y ganar sus puntos. Arrancamos nerviosos porque por momentos lo vimos complicado, pero Jere (Azaña) sacó adelante el partido y eso nos dio mucho aire. Pasamos una eliminatoria dura y por suerte estamos en la final”.

A su turno, el rosarino reconoció estar “muy contento porque además de dar ese paso que era un sueño, va a quedar en la historia y en nuestros corazones, traté de jugar lo más tranquilo posible en todo momento. Sabia que tenía que definir pero no quería pensar en eso. Recién al final me puse un poco más nervioso, aunque igual lo pude resolver con buena diferencia. Estoy muy feliz, tratando de capitalizar la experiencia que tengo, y también feliz por cómo jugué, por cómo planteé el partido y los cambios de ritmo”, analizó.

Con respecto a las discusiones del final, ninguno de los dos esquivó la respuesta.
“Se ‘picó’ por una jugada a lo último, que yo considero que fue buena. Le pegué mal porque la pelota estaba pegada. Yo le pegué a la pared y la pelota hizo un efecto raro. No creo que haya sido mala porque yo le pegué hacia arriba”, ofreció su versión Pezzota.

“Yo pienso que tampoco esa pelota era decisiva ni mucho menos. No era fundamental en el partido. Rober venía ganando 9-4, con todo controlado. Esa pelota no cambiaba nada. Ellos reaccionaron de esa manera pero seguramente en frío van a reconocer que estuvieron mal, porque no era para semejante reacción. Un poco los entiendo, porque el primer partido casi que lo tenían y lo terminaron perdiendo. Se sumó un poco todo”, intervino Romiglio.

Y para cerrar, Pezzota se refirió a los insultos que recibió. “En todo caso le voy a pedir disculpas a Galvez por si él considera que la pelota fue mala. Pero la actitud de los demás fue malísima. A veces hay que saber perder. Tal vez Leandro tiene razón, por ahí con esa reacción expresaron la frustración, si bien ser el número dos del mundo no da derecho a insultar a otro jugador. Ya está, ya quedó ahí. Ahora a pensar en la final”.



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