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La Ciudad 21 de enero de 2020

El titular de ARBA adelantó una inminente moratoria para pymes

Cristian Girard reveló a LA CAPITAL detalles del plan de pagos que será lanzado la semana próxima. Las pequeñas y medianas empresas tendrán hasta 10 años para pagar sus deudas.

Cristian Girard, director de ARBA.

En el marco de la emergencia económica, social y productiva que sancionó en diciembre la Legislatura bonaerense, el gobierno de Axel Kicillof lanzará en los próximos días un plan de pagos para pequeñas y medianas empresas.

El director de de la Agencia de Recaudación de la Provincia (ARBA), Cristian Girard, adelantó este martes a LA CAPITAL detalles de la moratoria que el organismo termina de pulir con los ministerios de Producción y Trabajo y el Banco Provincia.

“La idea es lanzar un plan con hasta 120 cuotas, es decir, con hasta 10 años de plazo para pagar. Vamos a definir si hay una quita de los intereses y de qué nivel va a ser esa quita. Y después la tasa. Estamos pensando qué tasa de interés va a aplicar al plan”, reveló Girard en Mar del Plata, en el marco de una visita para coordinar las acciones que lleva a cabo ARBA en el marco del Operativo Verano 2020.

“Lo que vamos a buscar es que, si el pago es pronto, haya un beneficio importante. La intención es que si las pymes o las empresas que quieran regularizar su deuda pagan en una, tres o seis cuotas tengan un beneficio importante. Y que si la van a financiar a largo plazo, que tengan una financiación razonable mirando lo que es el sistema financiero”, anticipó el funcionario. E insistió: “Si la idea es pagar en una, tres o seis cuotas, los beneficios van a ser grandes”.

Girard también evaluó la ley impositiva bonaerense. Remarcó que “el signo” que tiene “es la progresividad”. “Lo que busca es sostener en términos reales la recaudación de la Provincia, pero cobrándole más a los que más tienen y dándole un beneficio a los que menos tienen”, explicó.

Aunque después de la aprobación de la norma el gobierno provincial alertó que con los cambios al texto original la oposición había bajado en “10 mil millones” la recaudación potencial de la Provincia, Girard evitó recalentar la controversia. “Es una recaudación potencial que perdimos con los cambios que se introdujeron en la ley, pero bueno: es mejor tener ley que no tenerla. Nosotros decimos que no es la mejor ley, pero es mejor que la última de (María Eugenia) Vidal. Con lo cual, si bien no estamos contentos, creemos que es mejor tener esta ley que tener la anterior”, diferenció.

El director de ARBA discrepó con quienes sostienen que la Argentina tiene una de las presiones tributarias más altas del mundo. “Es una discusión ideológica. No es una cuestión técnica, porque los números dicen otra cosa. Cuando vas a mirar un ranking del peso de los impuestos sobre el Producto Bruto Interno, Argentina no lidera. Lejos de eso, los países que mayor peso tienen son los que tienen el estado de bienestar más importante, sobre todo los escandinavos. Es decir que los datos refutan que en la Argentina la presión tributaria sea alta”, lanzó. Y apuntó: “Lo que están planteando de fondo quienes sostienen eso es que que con el cobro de impuestos se desincentivan las inversiones y que el Estado tiene que ser chico”.

Cambio de rumbo

Girard sostuvo que la dirección del organismo estaba orientada en un sentido con el que no coincide la actual administración. “El contraste es simple. La gestión anterior dejó de lado la fiscalización y enfocó mucho los recursos en las cuestiones de servicios. Entonces, se dejó de controlar y fiscalizar a los grandes jugadores, a los grandes contribuyentes, y se puso más el peso sobre los pequeños”, explicó.

Pero consideró que tampoco ese enfoque en los servicios fue del todo exitoso. “Se hizo una puesta a punto de los puntos ARBA. Está bien hacerlo, pero se remodeló un 60% de los puntos ARBA y lo que encontramos es que detrás funcionan oficinas, relatorías, áreas de fiscalización que no fueron atendidas con los mismos recursos que los puntos de atención. Hay un contraste muy grande para los trabajadores entre el lugar de atención al público y sus condiciones de trabajo detrás. Una especie de maquillaje para que la gente viera que ARBA estaba lindo, pero atrás los trabajadores seguían en las mismas condiciones. Es algo que tenemos que resolver”, indicó.

También mencionó la necesidad de “revitalizar el rol de fiscalización”. “La percepción de riesgo entre los incumplidores tiene que crecer, porque hay una injusticia muy profunda si una parte de la población paga los impuestos y una minoría privilegiada no”.

Para Girard, “hay que atacar la informalidad, sobre todo cuando son grandes contribuyentes, con fuerza, porque es importante generar la percepción de riesgo”, mientras que “con los pequeños hay que hacer un trabajo muy fuerte de cultura, de educación tributaria y de simplificación”.

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