Con un show musical y de recitado a cargo de la gran diva del cine nacional Graciela Borges, la entrega del premio “Gen Emprendedor Marplatense” a Guibert Englebienne y un gran banquete culinario, este miércoles se celebraron los 120 años del Torreón del Monje con la familia Parato como anfitriona.

María del Carmen Sarlo junto a sus hijos Nicolás, Florencia y Rodolfo Parato recibieron a cada uno de los invitados que llegaron hasta el tradicional edificio de la costa marplatense.

Así el intendente Guillermo Montenegro, junto a su esposa Eugenia Pruzzo; los empresario Florencio Aldrey, Juan Marcos y Germán Cabrales, Marcelo Cardellino y su mujer Milagros; Domingo Contessi y Florencia Miconi; el productor Guillermo Marín; el subdirector de LA CAPITAL, Marcelo Pasetti, los diputados provinciales Alejandro Carrancio y Gustavo Pulti; el senador bonaerense Ariel Martínez Bordaisco; concejales como Eva Ayala, Florencia Ranellucci, Valeria Crespo, entre otros; y el presidente del Ente Municipal de Turismo y Cultura (Emturyc), Bernardo Martín y su vice Carla Ardanaz, se acomodaron en el moderno salón para el inicio del acto formal.

Graciela Borges protagonizó un show musical y de recitado.

Con la conducción de Teté Coustarot, que saludó especialmente “al gran anfitrión que es Florencio Aldrey”, se recordó la celebración del cumpleaños del tradicional sitio en el marco del 150 aniversario de Mar del Plata. Y enseguida se emitieron imágenes de películas protagonizadas por Graciela Borges con la costa marplatense y el Torreón del Monje como escenografía. Acto seguido, la gran diva brindó un show de recitados acompañada por Ana Barcia en la guitarra y a cargo de las canciones.

A medida que transcurría el show seguían llegando invitados como el  presidente del Envial, Mariano Bowden; la actriz Iliana Calabró; los actores Darío Lopilato y Matías Alé; los médicos Diego García y Alejandro Ferro; el ex director del Correo Nacional, Rodolfo Iriart, los empresarios Nolberto Pezzati, Daniel Suffredini y Patricio Gerbi; el rector de la Universidad Nacional de Mar del Plata, Alfredo Lazzeretti; y la diputada nacional María Eugenia Vidal, entre otros.

La emoción crecía a medida que pasaban los minutos, como cuando se emitió un video con la historia del Torreón del Monje, rescatando las imágenes del emprendedor que se hizo cargo del lugar en 1979, Domingo Parato, “pater familias” de los actuales titulares.

Englebienne dialoga con el empresario Florencio Aldrey, el subdirector de LA CAPITAL, Marcelo Pasetti y Teté Coustarot.

María del Carmen Sarlo se mostró “feliz de recibirlos hoy” y contó su llegada a Mar del Plata y sus primeros baños de mar junto a su madre y unas amigas. “Hacía muy poco que había fallecido mi papá y vinimos a aliviar el duelo. Feliz de conocer el mar, en la playa vi ingresar al mar a una chica divina, esbelta, con una bikini colorada y un muchacho forzudo que eran Graciela y (Juan Manuel) Bordeu”, reseñó.

“Entonces admiré a esa pareja -añadió- lejos de imaginar que luego sería una entrañable amiga y yo terminaría siendo marplatense. Nací en Junín pero en el ´77 nos instalamos en Mar del Plata”. También recordó al padre de sus hijos, Domingo Parato, de quien reconoció que “tenía ese gen emprendedor marplatense”. En ese sentido también elogió “a Florencio Aldrey y a Quique Cabrales”.

El intendente Guillermo Montenegro también expresó sus recuerdos con el icónico espacio y Rodolfo Parato fue el encargado de presentar al homenajeado con el premio “Gen Emprendedor Marplatense” – una estatuilla creada por el artista marplatense, Felipe Giménez- a uno de los fundadores de Globant, Guibert Englebienne.

La familia Parato.

Después de presenciar un video en el que se condensaba su vida, el agasajado recibió el premio visiblemente emocionado. “Cuando me dijeron que tenía que ver con la identidad marplatense y con el Torreón del Monje -relató- me puse a pensar y me acordé de algo que comenzó acá nomás, en la playa Las Toscas, cuando mi mamá me traía con la máscara de buceo y comenzaba a explorar”.

De esa manera, el creador de uno de los “unicornios” argentinos aseguró que “de alguna manera Mar del Plata me dio esas ganas de explorar, que tal vez en otro momento los exploradores se plantearían metas muy difíciles de alcanzar y de llegar a algún lado. Hoy lo hacemos emprendiendo”.

“Creo que los emprendedores -señaló- somos como los exploradores. Va más allá de donde uno se siente seguro y trata de llegar a objetivos. Cuando me fui a vivir a Buenos Aires, hace mucho tiempo, sentí que no estaba bien, algo en mi brújula me faltaba”.

Así fue que empezó a “navegar en el río y me di cuenta que ese centro me lo daba el horizonte. Y acá tener el horizonte enfrente todos los días, en mi cabeza jugó mucho para decir podemos ir mucho más allá. Fue una inspiración muy fuerte en mi vida como emprendedor”.

Así, instó a todos los presentes a dejarse motivar “por el horizonte” de manera colectiva. Después de los aplausos, el acto concluyó con todos los presentes cantando el “feliz cumpleaños” y después compartieron una “paella especial” creada por Lisandro Ciarlotti y Hernán Domínguez.

Historia

El estanciero Ernesto Tornquist encargó, en 1904 sobre Punta Piedra, la construcción de un mirador de estilo medieval que recordara a las antiguas fortalezas al arquitecto alemán Karl Nordmann. Primero fue bautizada como Torre Pueyrredon, luego Torre Belvedere y finalmente adquirió su nombre actual.

A partir de 1979 el empresario marplatense Domingo Parato lo puso en valor, después de ganar la licitación “que leyó en el diario LA CAPITAL”, contó su mujer María del Carmen Sarlo, hoy a cargo del legado junto a sus hijos Nicolás, Florencia y Rodolfo.

El complejo, además de la tradicional confitería, integra un restaurante, gimnasio, espacio cultural y de lectura, distintos salones para eventos y un club de playa.