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Interés general 21 de febrero de 2020

El unicornio con ADN marplatense

Globant es uno de los cinco unicornios del país (empresa cuyo valor supera los mil millones de dólares). Crea tecnología y entre sus cuatro fundadores figura el marplatense Guibert Englebienne, que inició el camino junto a sus amigos Martín Migoya, Martín Umaran y Néstor Nocetti.

El marplatense Guibert Englebienne, uno de los fundadores de Globant. FOTO: Mauricio Arduin | Diario La Capital de Mar del Plata.

Por Natalia Prieto

La firma cuenta con sedes en 17 países y también en Mar del Plata, donde antiguamente funcionaba el “Museo del Mar”.

“Globant tiene ADN marplatense”, define Guibert Englebienne, ingeniero de sistemas recibido en la Universidad del Centro (Tandil).

A su entender, Globant es “el sueño de cuatro amigos, convertidos en socios”, que a principio de siglo advirtieron que “el mundo, a pesar de la burbuja de internet, continuaba invirtiendo en tecnología pero en países que no eran los centrales, que son los que la consumían”, detalla sentado en una de las salas de reuniones del tradicional edificio.

“Estados Unidos, Reino Unido y Japón -enumera- se llevan el 90 por ciento de la demanda mundial de servicios. Ahí están las compañías que necesitan desarrollar tecnología y cada vez más, en terceros países, aparecía la oportunidad de hacer algo“.

Ante ese cuadro de situación, ellos decidieron “generar una gran multinacional. Arrancamos en un bar, en Buenos Aires, y dándole forma a eso, plantamos bandera argentina en el mundo de la tecnología. Particularmente íbamos a generar un líder, que cuando la gente pensara en tecnología en Latinoamérica, lo haga en Globant“.

Tres años después, en 2006, fueron elegidos por Google como la primera compañía en la que confiaban para desarrollar software. “Eso fue un big bang de credibilidad y permitió que al año siguiente los grandes jugadores de Silicon Valley empezaran a preguntarse: ¿quiénes son estos chicos? Queremos trabajar con ellos”, rememora Guibert.

Así fue que “empezamos a darle forma a un sueño que se convirtió en la mejor compañía de desarrollo de software en el mundo. En ese proceso nos dimos cuenta de que todo lo que hacíamos, en esta transformación digital de las organizaciones, era mucho más amplio que tan sólo desarrollar tecnología y que tienen que ver con la estrategia, con soñar el negocio, con modificar la cultura de las organizaciones”.

La sede marplatense de la compañía funciona en el edificio del antiguo "Museo del Mar". FOTO: Mauricio Arduin.

La sede marplatense de la compañía funciona en el edificio del antiguo “Museo del Mar”. FOTO: Mauricio Arduin | Diario La Capital de Mar del Plata.

Globalización

Hoy Globant trabaja “con un montón de multinacionales, haciéndolas exitosas en este mundo digital”. La firma cuenta con oficinas en 36 ciudades de 17 países, trabaja con las compañías líderes generando todo tipo de herramientas y cotiza en la Bolsa de Nueva York.

“Creemos -explica el ingeniero en sistemas- que para poder generar un líder global necesitás tener las mejores herramientas, entre ellas la capacidad de financiarte bien, y para eso los mercados americanos son los más competitivos del mundo y son los que mejor entienden a las compañías de alta tecnología como la nuestra”.

Luego de 17 años en la ruta, asegura que desde que “arrancamos pensamos en los próximos 100 años, no pensamos en un juego corto” y describe que la vida como fundadores de Globant es fenomenal, porque estás todo el día en lo que la tecnología está queriendo hacer, te estás exponiendo a situaciones que son inesperadas. Realmente es muy motivante ver crecer a un equipo y a la compañía”.

Una vez culminados sus estudios secundarios, Englebienne se fue a Buenos Aires y más tarde a Estados Unidos, a fines de los ’90, “en la época de las puntocom”, reseña. Estando en América del Norte, un invento suyo le cambió la vida a la compañía en la que se desempeñaba.

“Una invención mía cambió el rumbo de la compañía -cuenta-, salió a la Bolsa y se transformó, hasta cambió de nombre”. Y a Guibert también lo afectó ese cambio.

En las oficinas del primer piso se mantiene la colección de caracoles de mares de todo el mundo originada por Benjamín Sisterna. FOTO: Mauricio Arduin.

En las oficinas del primer piso se mantiene la colección de caracoles de mares de todo el mundo originada por Benjamín Sisterna. FOTO: Mauricio Arduin | Diario La Capital de Mar del Plata.

“De alguna manera -explica- pude ver otra forma de hacer negocios, que tiene que ver con la apreciación del capital, no por hacer un negocio para que simplemente alimente mi ritmo de vida”.

En ese sentido, destaca que “al día de hoy, cada dólar que ha dado la compañía se ha reinvertido. Lo nuestro es un juego a muy largo plazo. Y es una forma de vivir“.

Marplanauta

La sede marplatense de Globant abrió en 2012. El edificio fue adaptado a la cultura de la firma, pero manteniendo la arquitectura original con un acuario y muestras del tradicional “Museo del Mar”, ubicado al 1100 de la avenida Colón. Así, ofrece espacios que fomentan el espíritu de innovación y creatividad, y a su vez reflejan las características de esta hermosa ciudad costera.

“En esta oficina pasan cosas -se ríe uno de los fundadores-. Mar del Plata es un lugar al que quería volver y armar una oficina“.

A entender de Englebienne, Globant tiene “un gen marplatense, ADN marplatense, porque nos gusta mucho disfrutar de la vida y el marplatense tiene ese disfrute metido bajo la piel” y describe los horarios flexibles y formas de encarar los trabajos ammenities con que cuentan en el edificio.

“Acá vienen en verano a las 6 -cuenta-, tienen tablas, van a surfear y vuelven. Una ducha y a trabajar. Mar del Plata es un lugar muy icónico para una compañía como Globant, por nuestra cultura”.

Y se entusiasma contando la historia de cómo llegó la compañía a instalarse en la locación de la avenida Colón. “Cuando venía a la ciudad -dice-, siempre traía a mis hijas al museo y me puse triste cuando lo vi cerrar. Un tiempo más tarde, mi equipo estaba buscando un lugar para abrir, me trajeron y me acuerdo que hablé con Pablo Sisterna (heredero de los fundadores del museo), que estaba muy triste porque no pudo mantener el museo abierto”.

El marplatense Guibert Englebienne, uno de los fundadores de Globant. FOTO: Mauricio Arduin.

El marplatense Guibert Englebienne, uno de los fundadores de Globant. FOTO: Mauricio Arduin | Diario La Capital de Mar del Plata.

Entonces, Guibert apeló a su optimismo natural y rememora que le dijo: “No te pongas mal, esto no tiene que ser ni blanco ni negro. Podemos respetar el espíritu del museo, exponiendo las colecciones de caracoles”.

En el edificio también organizan eventos para la comunidad. “Nos gusta hacer cosas -enumera-, invitamos a chicos de colegios para que conozcan sobre la ciencia de la computación pero también para que puedan ver esta colección fantástica de caracoles. Eso de alguna manera nos une”.

Es que Guibert es amante del mar, y de algunos deportes que se practican en ese ámbito, y confiesa: “Siempre fui amante del mar. Otra de mis pasiones era estudiar oceanografía. De alguna manera este lugar es muy especial, porque combina las dos cosas“. Ahora, con esta oficina, pudo unir dos de sus pasiones. Y decir “Hecho en Mar del Plata”.

Temática marina

Globant es una empresa nativa digital donde la innovación, el diseño y la ingeniería se encuentran a gran escala. Desde 2014 cotiza en el NYSE de Wall Street, tiene valor de mercado de USD 3.800 millones, emplea a más de 11.200 personas en todo el mundo y abrió 51 centros en 36 ciudades de 17 países. Entre sus clientes están Google, Southwest Airlines, EA y BBVA.

Los socios fundadores y “globers” son Martín Migoya (CEO), Guibert Englebienne (CTO), Martín Umaran (Chief of Staff) y Néstor Nocetti (EVP Corporate Affairs).

En las oficinas de la firma funcionan mesas de ping pong, metegol, play station, un espacio de “chill out” con parrilla y sala de música con batería eléctrica, bajo y guitarra.

La temática elegida para la ambientación del edificio local es el mar. Así, las salas de reuniones fueron nombradas como Poseidón, Estrella de mar, Lobo de Mar o Sirenas.

También hay tablas de surf a disposición de los “globers” y vestuarios para que puedan cambiarse luego de utilizarlas.

En el primer piso se encuentra la gran muestra de caracoles, que conservaron del antiguo “Museo del Mar”. La misma es una colección única que proviene de distintas partes del mundo, como las costas de Oceanía y el Océano Indico, Africa y Asia, producto de numerosos viajes alrededor del mundo de su coleccionista Benjamín Sisterna.



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