El verano de Koeman en Mar del Plata: amistosos, asado, un buen vino y una premonición sobre Barcelona
El flamante entrenador del club catalán realizó en esta ciudad la última pretemporada como futbolista profesional, en 1997. Jugó ante Independiente, Boca, Aldosivi y una Selección Juvenil local. El recuerdo de aquella estadía.
Subiledt, Valdés, Koeman, Mignini y Serradell tras el amistoso Feyenoord-Aldosivi.
¿Quién no disfrutó un verano en Mar del Plata? El flamante entrenador de Barcelona, Ronald Koeman, sí. Fue en enero de 1997, durante el último año de su exitosa carrera como futbolista, en una pretemporada con el plantel de Feyenoord de Rotterdam. Permaneció 10 días y dejó varias historias para contar: jugó amistosos contra una Selección Juvenil local, Independiente, Boca y Aldosivi; quedó encantado por el asado y un vino argentino; y dijo entonces una frase que, hoy, cobra un valor mayor: “Yo entiendo que lo máximo para un entrenador es dirigir un equipo como Barcelona”.
El defensor más goleador de la historia del fútbol estuvo aquí entre el 17 y 27 de enero de 1997. El club de Holanda decidió escapar al frío invernal de esas latitudes para hacer la pretemporada en el verano de Argentina, a través de las gestiones del famoso representante de la época, Enzo Gennoni. La conexión con Mar del Plata la hizo Jorge “Gato” Mignini, quien organizó la estadía del plantel.
Como de costumbre, esta ciudad era un polo de atracción. En enero de ese año estuvo aquí otra figura del deporte como Earvin “Magic” Johnson, ex estrella de la NBA. Y brindó una exhibición Guillermo Vilas, en este caso un genio local, quien derrotó a José Luis Clerc (6-3 y 6-3) en una cancha de tenis montada especialmente en el Polideportivo.
También llegó Feyenoord con Koeman y dos jugadores argentinos: Pablo “Vitamina” Sánchez y Patricio Graff. Y durante la pretemporada se sumó “a prueba” Eduardo “Tati” Bustos Montoya, quien marcó varios goles en los partidos preparatorios y finalmente fue adquirido a préstamo por el club holandés. El equipo se hospedó en el Hotel Primacy, entrenó diariamente en la villa deportiva de Kimberley y jugó cuatro amistosos (luego disputó uno más ante River en el Monumental).
El “héroe de Wembley” (marcó en la prórroga ante Sampdoria el gol que le dio la primera Champions League a Barcelona en 1992) hizo su última pretemporada en Mar del Plata. “Alto, rubio y con un talento inigualable”, tituló LA CAPITAL una entrevista exclusiva que le realizó el periodista Fernando del Rio. Las preguntas, y las respuestas, cobran notable trascendencia en la actualidad.
“¿Te gustaría ser entrenador?”, fue una de las consultas, teniendo en cuenta que, con 33 años, el defensor ya había anunciado que se retiraba al final de la temporada.
“Sí, me gusta, normalmente pienso seguir en el mundo del fútbol”, contestó Koeman.
Siguiente pregunta: “¿Volverías a España como entrenador?”.
El defensor largó una sonrisa y lanzó: “Nunca se sabe. Si quieres ser entrenador aspirarás seguramente a lo máximo y yo entiendo que lo máximo para un entrenador es dirigir un equipo como Barcelona”.
El cierre del diálogo bien pudo haberse dado el pasado miércoles durante su presentación como DT del conjunto catalán.
“Cruyff triunfó como jugador y luego como técnico en Barcelona. ¿Piensas que puedes hacer lo mismo?”, indagó el periodista.
“Sí, puede ser, pero para eso hay que trabajar mucho”, respondió Koeman, con palabras que bien podría emplear 23 años después.
Amistosos
El sábado 18 de enero, la Selección Sub 17 de Mar del Plata (campeona en el torneo Federación del Este) tuvo como premio un partido ante Feyenoord. “Me impresionó que Koeman salía jugando y le pegaba ‘tres dedos’ a la pelota con la derecha y se la ponía al pecho al compañero; le pegaba ‘tres dedos’ con la zurda y otra vez iba al pecho del compañero. Eso me quedó grabado para siempre”, expresó Emiliano González, uno de los pibes de la ciudad que disfrutó aquel partido en cancha de Kimberley. El resultado fue lógico en favor del visitante: 5 a 0.
El lunes 20, Feyenoord jugó contra Independiente en el José María Minella. El equipo de César Luis Menotti se impuso 3-0 ante apenas 200 privilegiados (el partido se jugó a puertas cerradas) con goles de “Panchito” Guerrero, “el Palomo” Usuriaga y José Fabián Albornoz. Los titulares del conjunto de Avellaneda ese día fueron Mandragón; Jorge Martínez, Rotchen, Arzeno y Cristian Díaz; Roberto Acuña, Cascini, Angel Morales y Burruchaga; Guerrero y Calderón.
Para Feyenoord iniciaron Degoeyj; Schinkeman, Frasen, Beng y Fernando; Giovanni van Bronckhorst (años después jugador de Barcelona), Pablo Sánchez, Wonderen y Clays; Taument y Tatie. Luego ingresó Koeman por Frasen.
Otro jugador destacado del plantel holandés era el sueco Henrik Larsson -será ayudante de Koeman en Barcelona-, pero no participó de los amistosos, posiblemente por alguna lesión.
El 22 de enero, Feyenoord derrotó en Villa Marista 2-0 a un equipo alternativo de Boca, que reservó los titulares para la Copa de Oro (competencia que también disputaban Racing e Independiente). Los goles del vencedor fueron de Gastón Taument y Bustos Montoya. El “xeneize”, dirigido por Héctor “Bambino” Veira, arrancó con Guzmán; Knuttsen, Lorenzo, Matellán y Arruabarrena; Cagna, Raúl Peralta y La Paglia; Carrario, Sava y Sergio Martínez. En Feyenoord fue titular Koeman y también George Boateng -luego jugó en la Selección de Holanda-, hermano mayor de los más conocidos Kevin-Prince (Ghana) y Jerome (Alemania).
Por último, el 24 de enero en Kimberley, el conjunto europeo goleó 6-1 a Aldosivi, que disputaba su primera temporada en el Nacional B. La mayor diferencia (5-1) la hizo contra el primer equipo que presentó el conjunto portuense, conformado por Molteni; Daniel Valdés, Ayala, Lizza y Piro; Serradell, José Rizzo, Bogado y Mignini (autor del gol marplatense); Zárate y Corti. Después, la visita amplió por un gol más la diferencia frente al habitual titular de Aldosivi, que integraron Benítez; Akalestos, Villarreal, Ayala y Piro; Serradell, Osvaldo Rizzo, Sammarone y Mignini; Homaechea y Subiledt.
El sueco Henrik Larsson.
“Me marcó durante el partido y lo que me sorprendió fue la tranquilidad con la que jugaba. La de un crack. Cuando terminó el amistoso me dijo ‘gracias por jugar’. Pero los agradecidos éramos nosotros (risas). Y le pedimos una foto”, contó “Pato” Subiledt. “Me quedó la imagen de él parando la pelota con el pecho en el borde del área y haciendo un pase preciso de 40 metros con derecha hacia el extremo opuesto; y después lo mismo con la zurda”, rememoró Daniel Valdés.
Asado y vino en la tierra de Messi
Koemann se sintió a gusto en el país de Messi, quien por entonces tenía 9 años. “En cualquier parte de Argentina uno respira fútbol y eso es muy bueno”, expresó durante la mencionada entrevista. Pero el defensor no sólo respiró fútbol aquellos días; también disfrutó de otras tradiciones populares de estas tierras: el asado y el vino.
Koeman en cancha de Kimberley.
Una de esas noches, “el Gato” Mignini invitó a todo el plantel de Feyenoord a “Florentín”, la parrilla que tenía en Dorrego y Avellaneda. Al parecer, Koeman quedó encantado. Tal es así que en la jornada siguiente regresó acompañado por Enzo Gennoni y el entrenador Arie Haan (subcampeón mundial como futbolista en 1974 y 1978) para disfrutar nuevamente de la carne argentina.
El campeón de la Eurocopa 1988 con Holanda también fue cautivado por el Bianchi Particular (ícono de la bodega mendocina), uno de los vinos más caros de la época. Y de los más difíciles de conseguir… Algunos memoriosos todavía recuerdan el dinero que invirtieron para satisfacer al invitado. No era para menos si el destinatario era Koeman, una leyenda del fútbol. Hoy, el DT de Barcelona.
