La Cámara Marplatense de Empresas del Transporte Automotor de Pasajeros (Cametap) presentó este jueves un pedido al gobierno municipal para que el boleto de colectivo aumente a $ 357,07.

El último incremento entró en vigencia el 20 de mayo y llevó la tarifa a $ 165,77, por lo que implicaría una suba de 115%. 

La Cametap sostuvo que la ecuación económica del contrato entre las empresas y el municipio “está sufriendo una grave distorsión como consecuencia de la decisión unilateral del Poder Ejecutivo Nacional de devaluar el signo monetario, lo que produjo, como contrapartida, el proceso inflacionario en el que estamos inmersos los argentinos, que afecta directamente a los insumos básicos necesarios para la correcta prestación del servicio público de transporte urbano colectivo de pasajeros”.

Según indicaron, el contrato de concesión, “en las condiciones económicas actualmente vigentes, se ha tornado de imposible cumplimiento”.

Mencionaron que, a efectos de asegurar la regularidad y la continuidad en la prestación del servicio público, “las tarifas deben ser, en su valor, suficientes para cubrir los costos de mantenimiento, de explotación, de expansión y mejoramiento; la amortización de los bienes, los costos financieros e inversiones, y la razonable rentabilidad del concesionario”.

Agregaron que “la ecuación económico financiera de las concesiones constituye una cuestión de orden público, ya que la actual situación deficitaria del sistema no sólo redundará en la imposibilidad de los concesionarios de cubrir los costos de explotación y de obtener una ‘utilidad razonable’, sino que, lo que es más grave aún, desembocará en un impedimento para brindar un servicio regular y eficiente”.

Las empresas “no se encontraron ni se encuentran hoy en día ajenas a los avatares de este incierto contexto en el cual estamos todos sumergidos”, aseguró Cametap. Y puntualizó que “la creciente inflación y devaluación del tipo de cambio traen aparejadas alteraciones en la ecuación económico-financiera de las empresas del sector, imposible de ser paliadas con una tarifa desactualizada y subsidios cuasi-congelados”.

Los empresarios detallaron además que están trabajando con el “75%” de los pasajeros que había antes de la pandemia, y reiteraron su queja por no haber sido incorporados en las medidas compensatorias.

“Sumado a ello, los subsidios corrientes se están percibiendo asincrónicamente”, indicaron. Y apuntaron: “Son ya recurrentes los retrasos en las liberaciones de las partidas mensuales que cada prestataria debería recibir en plazos que otrora estaban programados, y le otorgaban un marco de previsibilidad presupuestaria empresarial”.

Además, “las variaciones nominales de las partidas no acompañan el proceso inflacionario”, por lo que no cumplen “su cometido: compensar parte de la estructura de costos y evitar la puja tarifaria”.

También insistieron con la inequidad entre lo que perciben las empresas del Área Metropolitana de Buenos Aires (Amba) y las del interior: según especificaron, a las primeras les sirve para cubrir “el 80% de su estructura de costos”; a las de General Pueyrredon, “apenas el 20%”. Y añadieron la cuestión salarial: “Las últimas noticias post devaluación, como el caso del gremio de Camioneros, muestran intenciones de una recomposición salarial del orden del 140%. UTA no se mantendrá ajena a todo este proceso”,

Cada uno de estos puntos “socava más y más la posibilidad de sobrevivir, tal como están transitando la mayoría de los rubros hoy en día”, escribieron los empresarios en el pedido al intendente.

“Ante el estado de situación, la única salida que se puede avizorar en el cortísimo plazo es la adecuación tarifaria. La nueva ecuación económico-financiera, dadas estas perspectivas, arroja un escenario que duplica sin más la tarifa del transporte hoy vigente”, redondearon.