CERRAR

La Capital - Logo

× El País El Mundo La Zona Cultura Tecnología Gastronomía Salud Interés General La Ciudad Deportes Arte y Espectáculos Policiales Cartelera Fotos de Familia Clasificados Fúnebres
Opinión 28 de marzo de 2019

En el mismo lodo todos manoseados

por José Luis Zerillo

La causa que comenzó en la costa bonaerense como un hecho delictivo típico del Código Penal, como lo es el delito de extorsión, ha tomado sin lugar a dudas ribetes impredecibles. Las pruebas descubiertas a partir del allanamiento realizado en la casa del espía inorgánico Marcelo D´Alessio y que involucra al Fiscal Federal Carlos Stornelli, descubre una trama ilegal de inteligencia con apoyo de la Embajada Norteamericana, servicios de Inteligencia nacionales, legisladores, periodistas y miembros de la justicia, que implica una gravedad institucional inédita en la Argentina.

Derecho y Política

El diseño de la división de poderes esbozado en los trabajos de Montesquieu, tuvo sin lugar a dudas su aplicación práctica en la conformación de los incipientes Estados Unidos de Norteamérica y los trabajos doctrinarios Hamilton y Madison plasmado en “El Federalista”. Allí, surge claramente que el poder judicial se constituye con un carácter aristocrático y contramayoritario, precisamente para evitar, lo que se entendía, podían ser desbordes demagógicos y populistas del poder político. Es decir, desde sus orígenes y planificación, el Poder Judicial que integra la tríada del poder constitucional, cumple un rol político dentro del esquema de división de poderes.

Así, la defensa de posiciones argumentativas que plantean una mirada edulcorada del rol del Poder Judicial, solo confunde y pretende ocultar el objetivo de su existencia desde el mismo diseño constitucional tal cual lo conocemos.

Es el campo jurídico el lugar de la concurrencia por el monopolio del derecho. De decir el derecho, el lugar donde se interpreta el corpus de textos que consagran la visión legalista y recta del orden social. Lugar, que entendemos no es otra cosa que un objeto de disputas por imponer una determinada interpretación de la norma y de apropiarse de la fuerza simbólica que se encuentra dentro.

Por ello, sostenemos que es necesario ver el Poder Judicial como lugar de relaciones de fuerza, como un ámbito de tensiones de intereses en juego, donde los diversos operadores judiciales e instituciones, ocupan posiciones diferentes y elaboran distintas estrategias.

El problema que nos presenta la actualidad nacional, es que sin dejar de considerar el rol del Poder Judicial como poder del Estado, el actual nivel de involucramiento de “Comodoro Py” en la política nacional y la partidización del mismo, rompe cualquier parámetro convivencial con el resto de los poderes públicos. Prueba de ello, es la pregunta efectuada en la sesión especial de la Comisión de Libertad de expresión de la Cámara de Diputados, por el Dr. Ramos Padilla, quien se interroga sobre cuáles pueden ser los motivos para que jueces y fiscales federales circulen por embajadas extranjeras, cuando las relaciones internacionales en nuestro país, están a cargo del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto.

Sin lugar a dudas, la ausencia de respuesta razonable aumentas los interrogantes.

Sobre Fueros y Rebeldías

En la Argentina hemos visto como ex presidentes concurren a declarar cuando son citados a indagatorias, lo hicieron Carlos Menem, Fernando De La Rúa y en el caso de la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner lo hizo en varias oportunidades teniendo incluso fueros como Senadora de la Nación.

Hoy para sorpresa de los mortales que nos sometemos a derecho todos los días, vemos con escozor como un Fiscal Federal de la Nación, se niega a comparecer en tres oportunidades ante el Juez que entiende en la causa, bajo la argumentación primero de la recusación, que ya sabemos rechazó la Cámara Federal de Mar del Plata, y ahora planteando la incompetencia del juez. Planteos que hay que decir, no eximen a los citados de su comparencia ante el juez.

Para que se entienda, los citados o imputados en un proceso, no pueden decidir unilateralmente si se ponen a derecho o no, no es una facultad de la defensa, es una obligación legal someterse a la competencia del juez, hasta tanto no se recepte un planteo que lo exima de la misma, sea por el mismo juez o por un tribunal de alzada.

La rebeldía de un Fiscal Federal que tiene poder de incidir sobre la libertad o no de las personas que están sometidas a procesos bajo su competencia, es de una gravedad institucional mayúscula que pone en discusión la legitimidad misma de todo el sistema judicial federal argentino. Hace semanas atrás corporativamente varios fiscales federales emitieron un comunicado de apoyo que esperemos sea revertido en las próximas semanas ante la gravedad de la situación.

Para quienes venimos de trabajar en los procesos de memoria, verdad y justicia, recordamos que las negativas y defensas corporativas que ejercieron los militares al comienzo de los juicios por delitos de lesa humanidad, tuvieron consecuencias gravísimas, que en algún caso terminaron en el alzamiento de Semana Santa y lesionaron por décadas los procesos de justicia en lo que refiere a delitos cometidos por el terrorismo de estado. La rebeldía decretada y el silencio de las instituciones judiciales y colegiaturas de Magistrados en apoyo a la legalidad del proceso, inducen un manto de defensa corporativo contra el avance de la investigación, que nos remontan a procesos de impunidad que creíamos olvidados en el tiempo.

(*): Docente universitario, Magister DD.HH, dirigente Unidad Ciudadana.