LA PLATA (Corresponsal)- Mientras debaten internamente qué porcentaje de aumento reclamarán ante las autoridades, los profesionales sanitarios del sector público bonaerense aguardan el llamado a paritarias del gobierno provincial, y aseguran: “Los problemas de salud no se toman vacaciones”.

De cara a las próximas negociaciones salariales -que todavía no tienen fecha- los trabajadores nucleados en la asociación sindical Cicop piden, fundamentalmente, despegarse de los acuerdos que el Ejecutivo de María Eugenia Vidal logre con otros gremios como estatales, judiciales y docentes.

“La paritaria tiene que ser sustancialmente distinta a lo que tuvimos hasta ahora, debe abordarse de una manera específica la situación de Salud, y en particular de nuestro sector”, dijo a LA CAPITAL Fernando Corsiglia, presidente de Cicop. Y agregó: “Venimos diciendo que hay que salir del corset que intenta imponer el gobierno con los acuerdos con otros sectores: el área de Salud requiere de un abordaje específico porque con estos salarios no hay profesionales que quieran ingresar al sistema”.

El gremialista aseguró además que el sindicado todavía no tiene definido el porcentaje o ‘piso’ de aumento que le reclamará a la Provincia.

“No es que no haya profesionales”

Otra de las problemáticas centrales del sistema público sanitario -que viene desde hace varios años- es la falta de profesionales, que no se condice con la cantidad de egresados que tienen las carreras académicas vinculadas a salud.

Según relató Corsiglia, en la actualidad un profesional que ingresa a planta y que trabaja 36 horas mensuales cobra 20.300 pesos.

Para comparar, contó que en el sector privado provincial “una guardia de 24 horas en alguna de las especialidades más demandadas no baja de los 10 mil pesos: así que si la persona hace 4 guardias en un mes, cobra 40 mil pesos”. “Y en general esas guardias se pagan rápidamente, al terminar”, destacó.

“Muchos distritos se quedan sin determinados especialistas, aún de las especialidades más comunes, como pediatría”, dijo Corsiglia.

Y concluyó que “no es que no haya profesionales, el problema es que no están dispuestos a trabajar por esa plata y en esas condiciones”.