En el microclima en que se desenvuelven muchos de los políticos marplatenses, y especialmente la mayoría de los concejales, desde 1983 hasta la fecha, siempre se consideró como un tema caliente y hasta “transcendental” el del aumento del boleto. Esquivarlo, autorizarlo en una sesión accidentada a medianoche, o, como en los últimos años, “tirarle” la pelota al intendente de turno –ya sucedió con Arroyo en la última etapa de su gobierno- otorgándole facultades para que defina el incremento y pague el costo político, ha sido una constante en el Concejo Deliberante. Negar que la tarifa del servicio está desfasada tras los reiterados incrementos de combustibles e insumos más una inflación que sigue castigando los bolsillos de los argentinos, constituye una acción solo destinada a la tribuna.

El actual Concejo Deliberante, no ha estado a la altura de las circunstancias en materia de transporte. Días atrás, luego de casi seis meses de análisis, audiencias públicas y reuniones de toda índole, naufragó la iniciativa en la que el Ejecutivo local tenía depositadas cifradas expectativas, como lo fue la del llamado a licitación del servicio. ¿Fue inocente el voto negativo de quien paradójicamente representaba al oficialismo -el concejal Alejandro Carrancio, ya fuera del bloque- para que se hiciera añicos el proyecto? ¿Cuánto hubo de “política chiquita” en esa decisión de Carrancio, quien de ser oficialista, hoy parece estar más cerca o ser funcional a la oposición vernácula a partir de los movimientos de su referente, el senador provincial Lucas Fiorini? ¿Cuánto hubo al mismo tiempo de impericia en el oficialismo –Secretaría de Gobierno, por ejemplo- al no lograr contener a un edil díscolo, al que finalmente se le pasó factura eyectando del gobierno municipal a todos los funcionarios que responden a su facción política? ¿Qué rol jugó la principal fuerza opositora en el voto de Carrancio de cara a las elecciones que se vienen?

Lo cierto es que con su accionar, tras seis meses, los concejales –que, claro está, jamás viajan en colectivo- terminaron siendo funcionales a los empresarios del transporte que, lejos están de ser los santos en esta película. Posiciones cínicas e hipócritas, de un lado y del otro, se escucharon en estas horas por parte de algunos ediles, en relación al transporte, al precio del boleto y a las falencias del sistema. Ejemplos del “chiquitaje político”, de la ventajita efímera que, al menos no hay aún pruebas que así lo demuestren, no se plasman en votos a la hora de las elecciones. Es hasta irritante escuchar hablar de “defender el bolsillo de los usuarios” a quienes se olvidan de ese dato a la hora de designar asesores, en muchos casos familiares. Quienes hoy apoyan el aumento mañana se opondrán cuando dejen de ser gobierno. Quienes hoy se oponen mañana, de ser gobierno, cambiarán su decisión sin ruborizarse reclamando la suba del boleto. ¿Pueden hacer algo los concejales y políticos de la ciudad para paliar esta situación al margen de las declaraciones y críticas en 140 caracteres de Twitter o de otras redes sociales? Por supuesto que sí.

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Fue el concejal Horacio Taccone, de Acción Marplatense, quien con sensatez planteó la necesidad de trabajar con vistas a ese objetivo. “Montenegro (Juntos por el Cambio) y Raverta (Frente de Todos), les siguen debiendo a los marplatenses gestionar el subsidio que ya tienen en Capital y en Gran Buenos Aires”, expresó. Sugiere el edil que se encare una gestión conjunta para que “haya equidad con los subsidios entre el AMBA y Mar del Plata y nuestros vecinos y vecinas tengan el mismo costo del boleto que un porteño o un vecino del conurbano”. El concejal cree que el intendente y la titular de la Anses y líder de la oposición “tendrían que dejar sus diferencias por una vez y buscarles juntos una solución a los vecinos y vecinas. Nosotros los acompañaríamos”, dijo. ¿Es utópico pensar en una presentación conjunta de oficialismo y oposición, con las firmas de ediles, funcionarios, legisladores provinciales y nacionales de la ciudad, sin distinciones políticas, reclamándoles a las autoridades nacionales una equiparación en relación a los subsidios, teniendo en cuenta que hoy en CABA el boleto cuesta 18 pesos y en Mar del Plata, hoy, 35,24 pesos?

“En el AMBA –señalaba el fallecido ex ministro de Transporte, Mario Meoni- tenés 70 pesos de subsidio y 20 pesos que paga la gente”. El economista especializado en temas relacionados al transporte publico, Rafael Skiadaressis sostenía que la tarifa promedio de colectivo del AMBA cubre el 13,5% de los costos y el resto son subsidios”. ¿Qué sucede en Mar del Plata? Desde marzo de 2020 a febrero de 2021, que es el período que se toma para esta actualización, las compensaciones crecieron en términos absolutos un 6,95% contra una inflación interanual de aproximadamente el 40%. Esto tiene un impacto directo sobre el equilibrio del sistema porque en nuestra ciudad la tarifa se compone en un 30% por subsidios y compensaciones, mientras que un 70% recae directamente sobre el usuario que abona la tarifa. Exactamente al revés que en CABA. Además, ese 70% hoy es abonado por menos pasajeros, producto de la inédita caída de la demanda por la pandemia. De allí que los cálculos técnicos hoy arrojen una valor para el boleto de 93,69 pesos. ¿Será ese el valor que determinará el intendente en las próximas semanas? Claramente no.

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“Nosotros –se defienden desde el Ejecutivo- hemos intentado hacer todo en el marco del pliego que estuvo medio año en el Concejo, donde finalmente murió. Se dilató todo el proceso y hasta algunos apostaron a que nos quedáramos sin servicio, buscando quien sabe que rédito político, porque tras fracasar la licitación se debe otorgar una prórroga a los actuales concesionarios. Siempre se tuvo en claro en el Ejecutivo que no llegaríamos al disparate de dejar sin servicio a los marplatenses y batanenses”, se indicó. La misma fuente declinó pronosticar cual será el valor del boleto, que seguramente estará por debajo de los 60 pesos de no incrementarse el cupo de subsidios. Hoy, en CABA la tarifa plana es de 18 pesos, en Mar del Plata de 35,25 en Bahía Blanca 47,15, en Neuquén 42,58, en Rosario 45 y en Mendoza 25, por mencionar a algunas ciudades.

En concreto, luego de la sesión del Concejo Deliberante del próximo 27 de mayo, con la delegación de potestades, el intendente estará en condiciones de aumentar la tarifa del transporte público, resolver la prórroga de la concesión y establecer la emergencia del servicio. El 19 de junio vence la actual concesión, con lo que los tiempos apremian. Tras haberse dinamitado un debate que pudo haber cambiado la historia del transporte local, el Concejo Deliberante le pasa entonces la pelota al Departamento Ejecutivo. Una oportunidad desperdiciada en un cuerpo deliberativo que parece estar cada vez mas lejos de sentir el pulso de la ciudadanía a la que representa y a la que tan caro le sale su funcionamiento.

A propósito de bolsillos, debe destacarse el proyecto de ley impulsado con la firma de Máximo Kirchner que propone sumar a usuarios de Mar del Plata al beneficio que ya tiene la región patagónica en cuanto a la tarifa de gas. De ser aprobado en el Congreso, el proyecto implicará una disminución de entre el 30 y el 50% sobre las facturas de gas correspondientes a usuarios residenciales, dependiendo su situación de mayor o menor vulnerabilidad. Un viejo reclamo de Mar del Plata, el de la recategorización en el sistema de tarifas. El intendente Guillermo Montenegro, concejales y entidades que nuclean a consumidores celebraron la iniciativa. Para los concejales Virginia Sívori y Ariel Ciano, la iniciativa “es un acto de justicia”, mientras que desde la Liga de Consumidores Usuarios y Amas de Casa de Mar del Plata manifestaron “agrado y satisfacción ante el proyecto que vuelve a poner sobre el tapete el tratamiento de Mar del Plata como zona fría, lucha que venimos dando desde 2008 con la ya fallecida ex defensora del Pueblo, Beatriz Arza”. Por último, los defensores del pueblo hicieron hincapié en que se trata de “una lucha de muchos años que puede llegar a concretarse”.

El otro tema saliente de la semana –en realidad, el prioritario desde marzo del año pasado cuando se desató la pandemia- tiene que ver con el coronavirus. En la última semana se produjo un leve incremento de casos en la ciudad, que continúa en fase 3 según lo anunciado este martes por las autoridades bonaerenses, aunque a la espera de las decisiones que adoptará el Gobierno nacional, que, todo parece indicar, incrementará las restricciones. Mar del Plata, para la Nación, se encuentra entre los distritos de “alto riesgo epidemiológico” –se corrigió el estado de “alerta epidemiológico” tras el reclamo de las autoridades locales en función de la cantidad de casos y de camas ocupadas, inferior al 80 por ciento- lo cual en la readecuación que realiza la Provincia equivale a la fase 3. Así, tras los anuncios que surgirán desde la Casa de Gobierno, una vez mas habrá que esperar las medidas a adoptar por el gobierno provincial que mantendrá sus sistemas de fases, quizás con la inclusión de nuevas restricciones también en algunas de ellas.

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Las nuevas restricciones a nivel nacional, y para los sectores mas delicados –Rosario y Santa Fe, por ejemplo, en las últimas horas ingresaron a la categoría de alarma sanitaria en el “semáforo” del Ministerio de Salud de la Nación- tendrán que ver con reducir aun más la circulación de personas, habrá controles más estrictos en la nocturnidad y, según algunas versiones, no se descarta que se suspenda el fútbol, más aún después de lo vivido en el superclásico entre Boca y River, donde el equipo de Núñez sufrió un contagio masivo. “El caso de los jugadores de fútbol –explicó el ministro de Salud bonaerense, Daniel Gollan- demuestra que testear sin criterio epidemiológico no sirve. Es lo que venimos diciendo desde siempre. Un contacto estrecho debe aislarse e hisoparse cuando presenta síntomas, porque si se testea sin criterio puede dar negativo y estar contagiado”, detalló.

En Mar del Plata, la semana cerró con 1.978 casos, 216 más que la semana anterior cuando se registraron 1762. Este lunes el número de contagios diarios llegaba a los 318, muy lejos, claro está y afortunadamente, de los 700 que hace un mes pronosticaba que tendríamos el director de la Escuela de Medicina de la Universidad Nacional de Mar del Plata, Adrián Alasino, en declaraciones a una emisora radical local. En la primera quincena de mayo los contagios bajaron un 22% en relación al mismo período del mes de abril, aunque la mortalidad aumentó un 60%. En cuanto a la ocupación de camas, según el monitoreo de la Provincia, al momento de redactarse estas líneas, en Mar del Plata el porcentaje era del 65,52% (más alto en el sistema privado que en el público), mientras que en lo referente a la Región Sanitaria VIII, era similar: 65,80%

Precisamente desde Zona Sanitaria VIII consideran que es bajo el número de inscriptos para vacunarse en esta ciudad. “Debería haber registradas al menos 150 mil personas más”, estimaron. Mientras, paradójicamente, crece el interés de marplatenses por vacunarse en Estados Unidos. A pesar de las restricciones aéreas y de las pocas disposiciones de vuelos, en las agencias de viaje cada vez hay más consultas para viajar. En tanto, el hecho positivo es que la vacuna llegó a todos los geriátricos locales y se redujo la internación. El PAMI completó la aplicación de la primera dosis en todas las residencias de larga estadía, afiliadas o no, mientras que el 60% ya cuenta con la segunda dosis.

Con Argentina en el cuarto lugar en el mundo en cantidad de infectados, el viceministro de Salud de la provincia, Nicolás Kreplak. volvió a reclamar en las ultimas horas mayores restricciones. “Cada vez resulta mas lógico tomar una medida de cuidado más fuerte, por un tiempo más acotado”, expresó. Sin embargo, fuentes más que cercanas al gobernador Axel Kicillof, en la tarde de este martes les bajaban el tono a tales dichos. “El gobierno de la provincia de Buenos Aires no está pidiendo un regreso a la fase 1”, enfatizó la fuente, que añadió que “apostamos a la continuidad del esquema actual de medidas de cuidado, intensificando los controles para que las mismas se cumplan de manera estricta”. Y saliendo al cruce de versiones, el funcionario y estrecho colaborador del gobernador le aseguró a LA CAPITAL que “ya hemos planteado semanas atrás los escenarios a los que nos arriesgábamos en caso que no se tomaran a tiempo las medidas que proponíamos. No tenemos nada nuevo para proponer ni buscamos que se cierren nuevas actividades”, concluyó.