Pablo Pardo (44), el engrasador del San Antonino, estaba a bordo del buque en el momento de producirse el hundimiento y se corroboró así que eran seis los tripulantes.

Ahora la Armada Argentina busca a los tres pescadores desaparecidos, entre ellos Pardo, en un área ubicada a 20 kilómetros de la costa, a la altura de Punta Mogotes

Tal como lo adelantara en su edición de ayer LA CAPITAL, la lista oficial conocida como rol de tripulación y presentada en Prefectura Naval antes de la partida hacía referencia a sólo cinco tripulantes pero quedó demostrado que estaba incompleta con el hallazgo del cuerpo de Gonzalo Godoy.

En un principio se especuló con la posibilidad de que Godoy hubiera utilizado la libreta habilitante de Pardo. El ocultamiento de información de parte de las autoridades oficiales portuenses generó mayor desconcierto aunque ayer por la tarde fue confirmado por fuentes oficiales de la Justicia Federal.

Ayer por la mañana prestaron declaración los familiares de los tres desaparecidos, Alejandro Ricardanez, Claudio Zerboni y Pardo, en el marco de una causa caratulada inicialmente “homicidio culposo”.

La confusión en torno a la cantidad de tripulantes del San Antonino obedeció a una errónea confección de la lista, que incluía además de los hoy desaparecidos a Carlos Campos y Sergio Juárez. Eso se sumó a que durante el jueves no se brindó información oficial y los rumores fueron ganando espacio hasta robustecer la posible ausencia de Prado.

Sin embargo, el mismo jueves se habían presentado en Prefectura Naval los hermanos de Pardo y también su actual pareja acompañada por sus hijas. Este dato fue negado insistentemente porque lo que llegaba a revelar era una irregularidad grave, tanto de los responsables del San Antonino como de las autoridades encargadas de verificar los datos de los embarcados.

Lo cierto es que ayer el juez Santiago Inachusti y el fiscal Nicolás Czizic trabajaron intensamente para reordenar la información y allí no quedó lugar a dudas: Pardo, Ricardanez, Zerboni, Juárez, Campos y Godoy se habían embarcado.

La gravedad de la confusión alteraba también el operativo de búsqueda, ya que se desconocía oficialmente la cantidad de víctimas. Ayer por la mañana quedó orientada la operatividad en el área del naufragio con la orden de buscar a tres tripulantes: Pardo, Ricardanez y Zerboni.

La confirmación de la presencia de seis tripulantes deja al descubierto una realidad vinculada a los poco exigentes controles marítimos. Precisamente, se investiga por qué Godoy no figuraba en la lista de embarcados, a tal punto que la Justicia Federal se hizo de documentación para profundizar la pesquisa.

El naufragio

El “San Antonino” era un pesquero de los denominados “lanchitas amarillas” que había zarpado del Puerto local en la madrugada del jueves y zozobró alrededor de las 4 a unas 19 millas de la costa, un poco más al sur de la Punta Mogotes.

El pesquero era un casco amarillo de 16,20 metros de eslora, estaba inscripto en Prefectura como parte de la flota rada-ría y tenía autorización de hasta 72 horas de navegación.

De acuerdo al testimonio de otros pescadores, en particular de la tripulación del “Madonna Di Giardini”, se escuchó por radio una solicitud de auxilio emitida por Zerboni a través de la radio. El “Madonna Di Giardini” estaba próximo y se acercó al lugar pero al llegar, 45 minutos más tarde, ya se había producido el hundimiento.

Los cuerpos de Godoy, Campos y Juárez, aún con los chalecos salvavidas colocados, pudieron ser rescatados y subidos al pesquero, al tiempo que comenzaron a arribar embarcaciones de Prefectura Naval.

Las condiciones meteorológicas al momento del hundimiento eran normales, por lo que la balsa debería haber sido abordada. Pero la balsa nunca se abrió aunque salió a flote. Hoy está recuperada y será sometida a pericias, indicaron fuentes extraoficiales.

Las tareas de búsqueda de los tres tripulantes desaparecidos continúan por estas horas.