Cultura

Entretextos: poemas de Evangelina Dugo

La autora del libro de cuentos infantiles "Un sueño en Mar Azul" (2020) comparte con los lectores de LA CAPITAL siete poemas. "Poesía simple" verá la luz este año editado por Halley Ediciones.

Urgencia

Veo sombras de pájaros y de mariposas

reconozco el sonido de su vuelo cercano.

No sabía que las aves cantaban de noche

sin embargo acá estoy, interpretando su llanto.

¿Cómo llora un pájaro?

Salí a buscar señales

y encontré animales muertos

hormigas en procesión

descuartizando presas que parecen hablarme:

escucho

atiendo

veo.

Parecen decirme un secreto

que me sé de memoria.

Un perro, con una paloma en la boca

me pide perdón con la mirada:

El hambre es más urgente que la poesía.

Costumbre

Me acostumbré a limpiar mugre

que nunca había visto.

Te debo el deseo de perfección,

la angustia de la mancha.

Me acostumbré a husmear en los huecos

para ver si encuentro lo que no decís,

lo que no puedo ver.

Me acostumbré a llorar sola

a provocarme la tristeza

para revertir el efecto de la anestesia.

Me acostumbré al caos de mi mente

y a ser dos, o tres, o mil a la vez.

Y que nadie me vea.

Costumbre. La vida misma.

Hija

Vos sos yo en miniatura

dicen

(yo no me encuentro)

y por suerte no es cierto.

Vos sos vos

con las alas bien puestas

los ojos bien atentos

y los pasos más seguros.

Vos sos vos

y me lo decís cada momento

y te defendés de mí,

de parecérteme

(y me alegro).

Porque a veces (muchas veces)

yo no soy feliz de ser yo.

Vos sos vos y voz

la que dice y contradice

la que prueba y comprueba

la que arriesga sin miedos.

Y en eso yo quisiera

ser como vos

para plantarme ante mí

y defenderme.

Se me acomoda la tristeza

Se me acomoda la tristeza

ya no se siente tan cruel, tan inmensa, tan triste.

Se va convirtiendo en angustia silenciosa.

Aterida como cría abandonada

me quedé sola de mí

de quien fui, de lo que quise.

Ya no sé quién soy

en mi propia historia.

Quisiera morir

para leerme el final.

Yo, otra vez

Yo soy yo

Con mi poesía y con mi historia,

con mi humanidad y mis misterios

con las mil Evas que me habitan

y me enloquecen y se suicidan.

Yo soy yo

con mis palabras hirientes

y mis sermones dolientes.

Yo soy yo

con mis pájaros enredados en el pelo

y mi pelo suelto entre los árboles.

Yo soy yo

y todas las que me nutren

con mis raíces ocultas y mis alas rotas.

Yo soy yo

y al que le guste que vea

y al que no le guste que haga oídos sordos

a mis versos y a mis venas.

Fotografía

No es un abrazo cualquiera.

Es un rescate mutuo (al menos lo parece).

No es una foto cualquiera.

Es el instante mismo

en que el amor se hace etéreo.

Allí, en ese microsegundo

dos que fueron uno

alcanzaron la eternidad.

No es tu sonrisa, ni la suya.

Es la emoción que pervive

en ese gesto de sostenerse.

No es que no quiera,

es que no puedo

nombrar la magia del parasiempre.

La autora

Evangelina Dugo nació en Chacabuco, provincia de Buenos Aires en 1978. Es profesora en Letras, egresada de la UNLP. Ejerce la docencia en el nivel secundario y superior. Coordina talleres literarios para adolescentes y adultos. Publicó un libro de cuentos infantiles: “Un sueño en Mar Azul” (Niña Pez ediciones, 2020) y su primer poemario “Poesía simple” verá la luz este año editado por Halley Ediciones.

Distingue los géneros en los que desarrolla su obra de este modo: “Mientras que la narrativa me permite la distancia, la poesía es la voz de lo urgente”.

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