Este viernes 11 de diciembre, a las 21, habrá una nueva oportunidad para disfrutar del carisma, el humor y las aventuras extremas de los hermanos Weimbaun.

Después de un año en el que numerosos viajes quedaron truncos, volverá MDQ para todo el mundo. En esta edición especial mostrarán material inédito de las vivencias que atravesaron en la Isla de Pascua y en Etiopía, de donde volvieron justo cuando se decretaba la cuarentena el 21 de marzo.

Será la primera vez que Eugenio y Sebastián (“Culini”) presenten cada uno de los tapes y realicen los segmentos de humor en vivo, a través de la plataforma Ticketek.

“Como a todos, la pandemia nos afectó muchísimo. Nos quedamos sin hacer los viajes que teníamos previstos para armar la temporada 2020 del programa, hasta que llegó esta oferta de Ticketek”, indicó Eugenio Weimbaun a LA CAPITAL, en un alto del arduo trabajo de edición del material recolectado en sus viajes por los lugares más exóticos del mundo, donde atraviesan las experiencias más desafiantes.

“Estamos trabajando un montón en la edición de los viajes, en la preparación de las perlitas de archivo en las que hay un montón de cosas que no se han visto y que son muy divertidas, bromas, bloopers, y en los ajustes del guión de los segmentos de humor y copetes que vamos a realizar en vivo”, enumeró el conductor.

“Esto es una bocanada de oxígeno para nosotros. Cada programa que hacemos es diferente porque cada aventura lo es, pero el sistema de trabajo de edición es similar. En este caso tenemos la ansiedad, la incertidumbre, la adrenalina, porque después de 31 años de dedicarnos a esto, lo vamos a hacer en vivo, sumado a que va a ser nuestro reencuentro con la gente. Es una alegría total”, reconoció.

“Va a ser un programa completo, sin escatimar contenido y sin cortes“, apuntó.

Weimbaun destacó que, si bien no es política de la plataforma, por un acuerdo especial, sus más de 600 ahijados del área oncológica del Hospital Especializado Materno Infantil serán invitados especiales para esta función virtual. “Fue un pedido que le hicimos a la gente de Ticketek. Pero también nos dijeron que nos están acompañando muy bien con la compra. El apoyo es infinito, por eso estamos enormemente agradecidos, sobre todo en este momento que es difícil para todos”.

Entre las aventuras, mostrarán su búsqueda del último Moai sumergido en la Isla de Pascua, que encontraron y grabaron buceando y donde se toparon con decenas de tiburones. “En un momento nos quedábamos sin oxígeno en los tubos y los tiburones se interponían entre nosotros y la superficie. Fue un momento intenso”, adelantó.

En tanto, en Etiopía mostrarán un recorrido por la ciudad de Harar, patrimonio de la humanidad y el contacto con los hombres hienas, que desde hace 500 años les dan de comer a hienas salvajes que bajan de las colinas, con la mano. “Buscamos estar en primer plano y pudimos darle de comer con un palito en la boca y en la otra punta el alimento. Las hienas están en el top five de animales con mandíbulas más fuertes. Pero son salvajes y nosotros corrimos el riesgo, no es como en otros países que las entrenan, las castigan, o como estar en un oceanario. Es lo que es”, contó.

Por otra parte, mostrarán su experiencia en el mercado de khat más grande de Etiopía. “Es uno de los pocos lugares del mundo donde está permitido mascar las hojas de este árbol enorme. Fue difícil filmar en ese lugar, llegamos y enseguida nos dimos cuenta que no éramos bienvenidos, porque el khat tiene muy mala prensa, porque la gente ahí no sabe de dónde venimos ni qué vamos a hacer con esas imágenes. Pero hicimos buena onda con las mujeres, que son las que hacen todo el trabajo pesado y nos dejaron grabar”, adelantó.

También incluirán un segmento del camino y recorrido por la Iglesia de Abuna Yemata, construida en una montaña, a más de 2.500 metros de altura y a la que se accede a través de un desfiladero de cornisa de no más de 30 centímetros de ancho, sobre una pared vertical, no apta para quienes sufren vértigo y pasando por una cueva. Se encuentra en la región de Tigray de etiopía y es valorada por sus frescos, su arquitectura.

Como en sus inicios, Eugenio y Sebastián realizan cada etapa de sus aventuras sin contar con técnicos y ayudantes. “Somos productores, camarógrafos, sonidistas, editores, hacemos todos. Es la forma de mantener la esencia y, también de que lo que se muestra sea natural”, describió.

Y destacó que “nos definimos como cazadores de imágenes y cazadores de aventuras y de sueños, porque eso es lo que el programa es para nosotros”, valoró señalando que “lo nuestro es mostrar. No juzgamos ningún rito, ninguna costumbre porque no somos quienes”.

Además de un ciclo de aventuras y humor, MDQ para todo el mundo, es un ciclo educativo. A través de sus experiencias insólitas, muestran diferentes culturas, lugares remotos, costumbres variadas y disparan la curiosidad por saber más.

“Ese es nuestro sentido. Confieso que no fui muy buen alumno en la escuela. Pero en estos viajes descubrí mi curiosidad. Creo que la mejor manera de aprender es tratando de ampliar tu horizonte y con los viajes aprendí de la vida, de otras formas de vida. Y es una buena manera de mostrar algo que pueda quedar como conocimiento y también de respeto y tolerancia a lo diferente”, reflexionó.

Con la Tribu Dassanech.