En la Base Naval se vive un clima mezcla de angustia y esperanza por la situación del ARA San Juan en la que se encuentran 44 tripulantes. “Estamos igual que todos. Esperando que haya una noticia como todos. Pero no hay nada“, dijo Carlos, hermano de Fernando Mendoza, una de las personas que están a bordo del submarino.

Hoy los familiares de la tripulación del ARA San Juan recibieron una noticia que fue un baldazo de agua fría: los intentos de llamados que se analizaban desde el fin de semana no vinieron del submarino, por lo que ese atisbo de esperanza desapareció.

Carlos vino junto a su padre Juan para estar cerca de la familia de su hermano Fernando Mendoza. Para esperar en la Base Naval por alguna noticia del submarino ARA San Juan que es intensamente buscado por la Armada Argentina, con colaboración de otros países, en el mar patagónico.

“Todas las tardes llaman y mandan informes a la esposa de Fernando pero siempre es lo mismo, no hay novedades”, lamenta Juan en la puerta de la Base Naval y agrega: “La última vez que hablé con él fue cuando estaba en Ushuaia, hace 15 días. Yo estaba en Santa Cruz. Habíamos quedado en juntarnos este domingo, porque el vive acá en Mar del Plata y yo en Santa Clara. Por eso íbamos a encontrarnos acá”.

El papá de Fernando Mendoza, Juan, llegó desde Concordia, Entre Ríos, para estar junto a su familia en este duro momento. “Están comunicándose con los familiares. Dios quiera se venga algo mejor”, expresa.

Juan cuenta que su hijo, jefe de máquina del submarino ARA San Juan, hace diez años que navega. Fernando Mendoza comenzó sus estudios en Concordia y los finalizó acá en Mar del Plata. Siempre tuvo una marcada vocación por los submarinos, motivada por un interés propio ya que nadie de su familia ha estado en la armada.

El papá de Fernando Mendoza, su hermano, su esposa y sus hijos están esperando novedades, con angustia, desesperación y esperanza.

Teniente de navío Fernando Ariel Mendoza.