La Sala III de la Cámara de Apelaciones y Garantías ordenó la excarcelación de uno de los dos hermanos acusados de asesinar a un joven a la salida de un bar de Coronel Vidal.

El fallo revocó la sentencia previa del juez de Garantías, Juan Tapia, quien había hecho lugar al pedido de prisión preventiva del imputado, presentado previamente por el fiscal Ramiro Anchou. De esta forma, el mayor de los dos sospechosos quedó en libertad, lo cual causó indignación entre los habitantes de la vecina localidad, quienes continúan con el reclamo de justicia por Tomás Beresiarte, la víctima.

Según pudo saber LA CAPITAL tras consultar fuentes del caso, la decisión de los camaristas obedeció a que, luego de analizar las pruebas y los más de 60 testimonios recolectados en el marco del expediente, consideraron que se encuentra acreditada la autoría del hecho por parte del acusado. Por eso, hicieron lugar a la postura de su abogada defensora, Romina Merino, y dictaron la falta de mérito.

Cabe recordar que el crimen de Beresiarte se produjo durante una pelea a la salida de un bar de Coronel Vidal, cuando la víctima y el ahora excarcelado sospechoso mantuvieron una pelea. Conforme lo determinó el fiscal Anchou, y más tarde Tapia, fue en ese momento que el hermano menor del segundo salió en su defensa y apuñaló a la víctima, que luego murió.

Para los investigadores ambos eran coautores del homicidio de Beresiarte y por eso el mayor pasó detenido más de dos meses. Sin embargo, al tomar en cuenta la palabra de los diversos testigos del caso que vieron al más pequeño atacar a la víctima, los camaristas rechazaron la responsabilidad del adulto. Si bien pesa sobre él una medida de encierro por seguridad, como el más joven tiene 14 años resulta inimputable, lo cual hace temer a la ciudadanía de Vidal que al finalizar el proceso judicial no queden personas detenidas por el hecho.

Vale recordar que el crimen se registró el sábado 11 de septiembre pasado a la salida de un bar en la vecina localidad, en donde se produjo una pelea en la que participaron varios jóvenes. Tras el relevamiento del jefe de calle de la policía vidalense, Rolando Leiva -por la pueblada que se desató-, se llevó a cabo una investigación en la que se secuestró un cuchillo que fue peritado y no coincidió con el que se habría utilizado para cometer el ataque mortal.