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Fueron rivales desde los 6 años en Mar del Plata y ahora son compañeros en la Selección Argentina

Lucas Martínez Quarta y Emiliano Buendía animaron grandes "clásicos" en las inferiores de la Liga Marplatense de Fútbol. "Salían partidazos", aseguran sus entrenadores. A 13 años del último enfrentamiento, se reencontraron para jugar juntos en el seleccionado dirigido por Scaloni.

Por Juan Miguel Alvarez

La clase 1996 de la Liga Marplatense dio frutos extraordinarios. Muchos jugadores debutaron en la primera local, otros disputaron torneos de ascenso, seis tuvieron el privilegio de llegar a la principal división del fútbol argentino y tres están en las mejores ligas del mundo: Lucas Martínez Quarta en la Serie A italiana con Fiorentina, Emiliano Buendía subió a la Premier League inglesa con Norwich y Braian Cufré ascendió a La Liga española en Mallorca.

Martínez Quarta ya es una “fija”, como titular, en la Selección Argentina. Y Buendía también fue convocado por Lionel Scaloni para los encuentros de Eliminatorias Sudamericanas ante Chile y Colombia.

Estos futbolistas que hoy comparten entrenamiento en el predio de AFA junto a Lionel Messi, de pequeños eran rivales en partidos memorables en las distintas canchas de esta ciudad.

Las primeras gambetas

Los dos arrancaron a jugar en sus clubes en 2002. Buendía defendió siempre los colores de su querido Cadetes, hasta que con 11 años partió a Real Madrid. Mientras que Martínez Quarta se inició en General Urquiza, cuyo gimnasio estaba ubicado justo frente a su casa.

Con 5 y 6 años ya se enfrentaban en el salón. Nadie imaginaba en aquellos partidos que entre los diez “gurrumines” que corrían detrás de la pelota había dos que iban a llegar a la Selección Argentina. Cómo sospecharlo…

Fernando Fedrizzi, quien dirigía en las inferiores de Argentinos del Sud, club al que pasó “el Chino” entre los 7 y 11 años, contó: “Una vez jugamos contra General Urquiza, ganamos 8-6 y nos hizo los seis goles. Entonces hicimos todo lo posible para que venga con nosotros”.

Martínez Quarta, en Argentinos del Sud.

Cuando empezaron a disputar la Liga Marplatense en cancha reducida, los choques entre el Cadetes de Buendía y el Argentinos del Sud de Martínez Quarta se convirtieron en “clásicos”.

Eran partidazos, tal es así que siempre salían 2 a 2, 3-3, 4-4. Se generó una linda rivalidad deportiva. Iba mucha gente a verlos, incluso padres de otras divisiones. Porque los dos equipos tenían jugadores muy técnicos. No era normal ver chicos con tanto concepto a esa edad”, recordó el propio Fedrizzi.

“En un partido en cancha de Cadetes, cuando ellos tenían siete u ocho años, le pegaron una pagada tremenda al ‘Chino”, quien quedó llorando desconsolado. Y él no era de lágrima fácil. Todos pensábamos que lo habían quebrado”, detalló.

Buendía, en Cadetes. Foto Diego Berrutti.

“Más allá de esa anécdota, los partidos entre Argentinos y Cadetes, clase 1996, eran distinguidos por el fútbol que practicaban. Nosotros teníamos cuatro o cinco chicos casi a mismo nivel del ‘Chino’ (Ian Monte, Facundo Tondat, Leonardo Areal y Sebastián Bernat) y ellos igual. Siempre digo que tuve el privilegio de dirigirlos“, agregó el DT formador de Martínez Quarta.

Una “final del mundo”, con 10 años

Martínez Quarta y Buendía definieron el 5 de abril de 2007 el título del tradicional torneo “Alberto Coalla” que organiza Kimberley. Afrontaron el partido con el entusiasmo propio de chicos de apenas 10 años que estaban muy cerca de ganar un campeonato.

Pero a diferencia de otros duelos entre ellos, esa final resultó muy cerrada. Cadetes fue muy superior, con una gran actuación de Buendía.

Para Argentinos del Sud, el empate era un premio, porque se había lesionado el único arquero, Iñaki Rayo, por lo que atajó -cual Enzo Pérez- el habitual socio ofensivo de Martínez Quarta, Ian Monte. Probablemente en aquel difícil partido “el Chino” empezó a tomarle el gustito a defender más que a convertir. Y su equipo cumplió el objetivo, con un meritorio 0 a 0.

Los dos actuales jugadores de la Selección Argentina marcaron sus penales en la definición. De hecho, el único que falló su ejecución fue el arquero de Cadetes, Braian Sordo, por lo que el triunfo (4-2) fue del equipo de Martínez Quarta.

Martínez Quarta (el segundo de abajo) en Argentinos clase 1996.

“Tengo grabado algo de Emiliano (Buendía) en aquella tarde. Cuando fallamos el penal, todos los compañeros quedaron tirados en el piso por la tristeza. Entonces yo voy a levantarlos y veo que él hace lo mismo y les dice: ‘no tenemos que llorar, hay que salir con la cabeza alta porque jugamos mejor que ellos’. Ya era un líder“, aseguró Mariano Andreano, entonces DT de Cadetes ’96.

Buendía tuvo pronta revancha y celebró el título de la Liga Marplatense 2007, el torneo más importante del año. Martínez Quarta también empezó a almacenar trofeos: ganó el “Angel Canata” organizado por su club y el “Nacional Miramar, Ciudad de los Niños” en la vecina localidad balnearia.

Buendía (el primero de abajo) celebra el título con Cadetes ’96.

Al año siguiente Martínez Quarta se fue a Kimberley, donde se desempeñó -ya en cancha “grande”- en un nuevo puesto: mediocampista central. Recién pasó a la zaga central por decisión de Marcelo Gallardo en la Primera de River.

Mientras que Buendía partió a mitad de ese 2008 a Real Madrid. En Europa terminó su formación y construyó su carrera profesional, que hoy brilla como nunca antes.

El reencuentro entre ellos, después de muchos años, fue como compañeros en la Selección. Algo impensado en aquellos tiempos en que ambos eran unos pequeños que corrían detrás de la pelota.

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