El enólogo Germán Di Césare, director de Enología de Bodega Trivento, visitó Mar del Plata y dialogó con LA CAPITAL sobre el presente de la bodega, los avances en la Denominación de Origen Controlada (DOC) Luján de Cuyo, el impacto del cambio climático y las nuevas líneas de investigación enológicas.

A principios de 2025, el reconocido Master Wine británico Tim Atkin distinguió a Di Césare como ‘Enólogo del Año’ en su informe anual Special Report Argentina 2025, que analiza la actualidad del vino argentino.

Licenciado en Enología, Di Césare inició su carrera a los 22 años en Trivento tras breves experiencias en otras bodegas de Mendoza. Su trayectoria dentro de la compañía fue progresiva, desde tareas en laboratorio hasta la conducción de proyectos estratégicos, siempre con énfasis en la excelencia y la identidad del vino.

Desde su incorporación a la bodega mendocina en 2002, Di Césare ha sido un actor clave en la definición del perfil enológico de Trivento, alineando su estilo al carácter del terruño mendocino. En 2017 asumió la dirección del equipo de enología, liderando el desarrollo de etiquetas emblemáticas como la línea Reserve y Golden Reserve, junto a sus vinos íconos Stratus y Eolo.

Entre sus logros se destaca la transformación de Trivento Reserve, actualmente el vino argentino más vendido en el mundo, y la proyección internacional de Golden Reserve, la línea más premiada de la bodega.

– ¿Tu visita a Mar del Plata está vinculada a la presentación del Trivento DOC Malbec?

– Es uno de los motivos. Además, estamos reforzando la presencia de la marca y mostrando distintos vinos del portfolio.

– Trivento tiene varias líneas. ¿Cómo se organiza el portfolio?

– En la línea Reserve, el Malbec es el más importante. También tenemos Chardonnay y White Malbec, que es una vinificación blanca de Malbec. En Private Reserve ofrecemos un corte de Cabernet-Malbec. Golden Reserve incluye Chardonnay, Cabernet Franc, Cabernet Sauvignon y Malbec. También sumamos un blend de Malbec y Cabernet Franc. En la línea Gaudeo trabajamos Malbecs de diferentes zonas del Valle de Uco. Dentro de esa lógica entra el Trivento DOC, que responde a nuestro compromiso con la Denominación de Origen Controlada Luján de Cuyo.

– ¿Qué rol cumple Trivento dentro de la DOC Luján de Cuyo?

– Integramos activamente las comisiones de Enología, Agricultura y Marketing. Estamos realizando estudios técnicos junto con el INTA y el municipio de Luján de Cuyo, para caracterizar el perfil sensorial de los vinos de la DOC. Usamos paneles de degustadores y herramientas como cromatografía. También trabajamos con especialistas en geología y geofísica para relevar los suelos del área y desarrollar un nuevo mapa del terroir basado en datos objetivos.

– ¿En qué etapa se encuentra ese trabajo?

– Llevamos dos años de estudios. Comenzamos con la cosecha 2023 y ya enviamos muestras de 2024. En cuanto a los suelos, estamos mapeando zonas con la colaboración del geofísico Guillermo Corona, quien puso a disposición relevamientos hechos para privados. Todo este trabajo se apoya en estadísticas y repeticiones para poder establecer criterios sólidos.

– ¿Cuál es el objetivo central del proyecto DOC?

– Preservar el patrimonio histórico y enológico de Luján de Cuyo. Eso incluye viñedos antiguos, plantados por inmigrantes, con material genético valioso. El Malbec viejo cultivado allí expresa condiciones únicas de suelo, altura y cercanía al río Mendoza.

– ¿Cómo fueron las últimas cosechas y qué diferencias hubo entre 2024 y 2025?

– 2019 fue muy fresca y está entre las mejores del último tiempo. 2020 fue cálida y seca. 2021 y 2022 también frescas, aunque en menor grado. 2023 repitió el patrón de calor y sequía, pero con mejores reservas hídricas. 2024 fue más fresca, aunque no tanto como 2021 o 2019. La 2025 comenzó con características similares a 2020, pero en marzo cambió abruptamente: hubo lluvias intensas.

– ¿Se perciben señales del cambio climático en los viñedos mendocinos?

– Sí, aunque todavía no hay certezas concluyentes. Hay señales: las cosechas tienden a concentrarse en marzo, cuando antes se prolongaban hasta abril. También vemos otoños más cálidos y una mayor variabilidad climática, con años muy secos seguidos de otros con mejores reservas. Puede tratarse de ciclos naturales, pero también hay una tendencia de fondo.

– ¿Exploran nuevos varietales o adaptaciones al clima?

– Estamos probando nuevas orientaciones de plantación para reducir la exposición al sol. Plantamos viñedos en dirección este-oeste y colocamos estaciones meteorológicas para ajustar el manejo según cada microzona. También buscamos zonas con mayor altitud o latitudes más frías. Ya trabajamos en el sur y en el norte del país, y dentro de Mendoza hacemos pruebas orientadas a mitigar los efectos del calor.

– El Malbec está en casi todas las líneas de Trivento. ¿Sigue teniendo potencial de crecimiento?

– Sí. El Malbec sigue siendo la variedad insignia de Argentina y tiene versatilidad para expresarse en distintas regiones, desde Salta hasta la Patagonia. Otras variedades como Cabernet Franc o Semillón están creciendo, pero el Malbec sigue liderando. En mercados internacionales, la gente asocia Malbec con Argentina.

– ¿Mencionar el origen específico (Altamira, Tupungato, etc.) potencia el valor del Malbec?

– Sí. El prestigio se construye también a partir del lugar. Hemos aprendido a trabajar primero sobre el origen, y luego sobre la variedad. Pero afuera, el consumidor promedio sigue buscando simplemente ‘Malbec de Argentina’. Hay que seguir comunicando los detalles de origen.

– ¿Cómo ven desde Trivento las tendencias globales hacia blancos, vinos con bajo alcohol o sin alcohol?

– La demanda de blancos está creciendo en algunas regiones, especialmente Europa. En Argentina, no lo notamos aún con fuerza suficiente como para aumentar producción. Respecto a los vinos de bajo alcohol o sin alcohol, hicimos pruebas con prestadores locales. No lanzamos aún un producto, pero seguimos observando el mercado. Curiosamente, el White Malbec -que comenzó como un experimento técnico- tiene baja graduación (10,5°) y bajo contenido calórico. Ese vino respondió a una búsqueda enológica y terminó alineado con nuevas tendencias.

– ¿Están trabajando en nuevas líneas o desarrollos?

– Sí. En 2024 lanzamos el Stratus, un blend de alta gama del Valle de Uco. También lanzamos el Trivento DOC Malbec y un Golden Reserve blend de Malbec y Cabernet Franc. Para Estados Unidos desarrollamos un vino con Malbec y Cabernet Sauvignon, con perfil más redondo y algo de azúcar residual. Internamente, estamos elaborando Semillón y Pinot Noir. También seguimos desarrollando Cabernet Franc y evaluando el potencial del Cabernet Sauvignon de montaña, un perfil muy diferente al de zonas costeras como Napa o Burdeos.

– ¿Eolo es el vino que soñaron? ¿Qué representa hoy dentro del portfolio?

– Eolo es nuestro vino ícono. Representa un lugar único, con viñedos antiguos ubicados en la primera terraza del río Mendoza. Es un terroir excepcional, con condiciones ideales de suelo y clima. Para mí, Eolo tiene la calidad de un Grand Cru. Ojalá obtenga más reconocimiento internacional, pero el mayor logro es que los consumidores lo identifiquen entre los grandes vinos argentinos. Vamos a seguir trabajando en ese viñedo de cuatro hectáreas, porque creemos que tiene mucho por ofrecer.