“Es una obra que habla del amor desde otro lugar distinto a lo que sería un Romeo y Julieta“, definió Gonzalo Urtizberea el proyecto teatral que tiene entre manos y que involucra a un elenco marplatense. Se trata de “El viento en un violín”, definida como “la comedia feroz” de Claudio Tolcachir, dramaturgo que viajó con este espectáculo a Europa y escenarios de América latina y que recibió buenísimas críticas.

El elenco de marplatenses: Vanina Alonso, Pula Calleja, Flor Demarchi, Carla Bagu, Juanma Fernández y Maui Romero.

Ahora, con vistas a la temporada 2022, Urtizberea vuelve a dirigir a un elenco de actores y actrices locales, formado por Vanina Alonso, Pula Calleja, Flor Demarchi, Carla Bagu, Juanma Fernández y Maui Romero.

Para probar el espectáculo que será parte de la cartelera de la sala Roberto J. Payró del Auditorium, la pieza subirá a escena este martes 14 a las 20.30 en esa misma sala.

“Va a estar muy buena y va a gustar muchísimo, es una obra maravillosa”, se entusiasma el actor y director, quien se involucró en este espectáculo tras el ofrecimiento que le hicieron Calleja y Demarchi antes del arranque de la pandemia.

La obra desgrana todas las maneras del amor. Y presenta una galería de personajes: “La madre dominante con un hijo sometido, un psicólogo, dos mujeres que tienen una relación de pareja y desean tener un hijo, un hijo sometido que se convierte en padre y le da la posibilidad de madurar. Por otro lado una madre con una hija enferma”, contó el director a LA CAPITAL.

“Trabajamos desde cada personaje, ¿por qué reaccionaba así? Nos hicimos diez mil preguntas y la contestábamos entre todos, la idea era hacer un trabajo realmente en equipo”, reveló sobre los ensayos.

-¿Cómo fue el trabajo con las actrices y los actores para dar vida a este texto, que estuvo atravesado por la pandemia y los encuentros virtuales?

-Nosotros empezamos a ensayar con el elenco en febrero anterior a la pandemia en Mar del Plata. Yo fui a hacer “Departamento de soltero” que protagonizaban Cabré y Laurita Fernandez. Ya veníamos pidiendo los derechos, Pula me mandó la obra, la leí y me gustó mucho, Tolcachir nos dio los derechos generosamente. Ahí empezamos a ensayar presencial en Mar del Plata, en un departamento que alquilaba. Estuvimos todo febrero ensayando presencial, después se vino la cuarentena y empezamos a trabajar por Zoom. Al principio me resistía, me parecía que no había contacto y necesitaba el contacto. Pero después me di cuenta de que sí, que uno puede trabajar. Y trabajamos muchísimo. Después vino Alicia Cruz, que es la co-directora y quien hace un trabajo más antropológico digamos, por llamarlo de alguna manera.

-Además de amor, soledad, deseo, violencia, vínculos, maternidad, familia, ¿es una obra para que el espectador se piense y repiense?

-Es una obra para que el espectador esté mirándola como si fuera un detective, viendo los comportamientos de las madres, está muy humanizada por Tolcachir. Los temas son amor, desamor, soledad, violencia psicológica, pero es muy tierna, muy cariñosa, muy entrañable. Los personajes son muy humanos y con el conflicto del amor, el conflicto que tenemos todas las personas. ¿Cómo hago para conseguir amor? Qué necesidad tan extraña el amor para este mundo capitalista… De eso habla esta obra, de todos los tipos de amores.

-¿Es casualidad que, paralelamente estuviste en otra obra sobre el amor “Quince días para hablar de amor”?

-El tema del amor es el tema del ser humano y para el teatro es muy importante. Actualmente estoy interpretando a Polonio en una versión de Hamlet.