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Cultura 10 de octubre de 2016

Grandes libros, pequeños lectores

"La historia se hace ficción 1", de Bodoc, Lorenz, Pomeraniec, Falconi, Méndez, Shua, Buenos Aires: Norma Kapelusz, 2016

Por Ayelén Bayerque
Integrante de la ONG Jitanjáfora

“Para pensar las efemérides en el aula” es el subtítulo de esta propuesta de la editorial Norma en la que reconocidos autores de literatura infantil y juvenil componen textos que se relacionan directamente con una efeméride del primer semestre del año.

Liliana Bodoc escribe “3155 o El número de la tristeza” sobre la prohibición de “Un elefante ocupa mucho espacio” de Elsa Bornemann conmemorando el Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia. Federico Lorenz retoma el Día del Veterano y de los Caídos en la Guerra de Malvinas en “El día que en Madryn se acabó el pan”.

Hinde Pomeraniec vuelve a la sublevación de los judíos en Varsovia en “La bobe se puso triste de nuevo”, aludiendo al Día de la Convivencia en la Diversidad Cultural. María Inés Falconi crea una obra de teatro donde Cornelio Saavedra expone sus diferencias con Mariano Moreno en “Acá hay gato encerrado”. Por su parte, Mario Méndez recupera lo sucedido en las batallas del Ejército del Norte al mando de Belgrano en “Los patriotas decididos. Una historia de amor revolucionario”. Por último, Ana María Shua contrapone dos voces femeninas en “¡Tenemos patria!”.

Cada autor parte de un documento histórico que se incluye en el comienzo del texto. De este modo, el título del libro se hace significativo, ya que se lleva al terreno literario algo que efectivamente ocurrió. Como bien se recuerda en la tapa, este libro se edita en el año del Bicentenario de nuestra independencia. ¿Oportunismo editorial? María Teresa Andruetto sostiene que buena parte de la producción de libros de Literatura infantil y juvenil es sierva de las estrategias del mercado.

Esto sucede principalmente debido a que la escuela, importantísimo cliente, consume textos que le sirvan para educar en valores. No obstante, en el interesante prólogo de La historia se hace ficción 1, Federico Lorenz sustenta pedagógicamente el libro y sostiene que la narración es una herramienta fundamental para relacionarnos con nuestro pasado, discutir el presente e imaginar el futuro.

En este caso, el debate no termina de resolverse. Algunos textos se destacan por su lectura crítica del pasado incorporando voces marginales, como el caso de “¡Tenemos patria!” de Shua mientras que otros quedan en un segundo plano. El resultado es heterogéneo. Para resolver la tensión entre mercado y literatura sólo nos queda seguir leyendo.