“Diez canciones para volver a casa”

Esteban Prado
CABA
La flor azul
2025

Por Elena Stapich (*)

Esta es una novela que podríamos incluir dentro de la categoría de “literatura juvenil”, narrada en primera persona por su protagonista, Leandro. También le cabe el rótulo de “novela de iniciación”, en tanto que Leandro se encuentra, por su edad, en ese territorio incierto en el que todavía late la infancia, mientras que, simultáneamente, ya comienzan a sentirse los sacudones de la adolescencia, sus preguntas acerca de la propia identidad y de sus vínculos con los demás.

“Diez canciones para volver a casa” evoca en cierto modo el mundo de los cuentos maravillosos que poblaron nuestra imaginación en la infancia. Y es que Leandro, que tiene una familia como cualquier otra y está empezando a transitar la secundaria, vive en un barrio donde las casas están diseminadas dentro de un bosque. Como en los cuentos tradicionales, el bosque es un sitio donde podemos renovar nuestra energía, pero también es un lugar misterioso en el que es posible perderse. Leandro y su vecina Nicole se perderán en él durante una tormenta y vivirán una aventura de esas de las que no se vuelve siendo la misma persona: “Reconocí nuestro barrio. Ya nunca lo volvería a ver igual: el mar de fondo, el aroma de los eucaliptos, los ladridos de los perros y las chimeneas de las casas estaban ahí pero yo no era el mismo”. 

Sobre este esquema narrativo se montan otros niveles de lectura, otros significados. Principalmente, la cuestión de la huella que dejamos en la naturaleza, nuestra indiferencia frente a ella, la sordera que no nos permite escuchar su música. Pero también están presentes los consumos culturales que contribuyen a formar la subjetividad: manga y animé, juegos electrónicos, karaoke, y –como queda dicho en el título– las canciones, que se van intercalando en el texto, disparando sus propios significados y entretejiéndose en la trama de esta historia.

Esteban Prado es marplatense y tiene otros libros publicados, entre ellos algunas novelas para público juvenil, que se editaron en la también marplatense editorial Letra Sudaca.

(*) Socia fundadora de la ONG Jitanjáfora. Redes sociales para la promoción de la lectura y la escritura. 

Para más recomendaciones literarias de textos infantiles y juveniles, visitar la sección Grandes libros, pequeños lectores de LA CAPITAL, escrita por especialistas que son miembros de esta ONG, haciendo clic acá.