por Josefina Méndez *
Agnès de Lestrade
Ilustrado por Valeria Docampo
Buenos Aires
UnaLuna
2013
30 p.
“Existe un país donde la gente casi no habla. Es el país de la gran fábrica de las palabras”, así comienza este libro-álbum que nos muestra un mundo en el que cada palabra tiene su precio y sólo los más ricos pueden hacer uso de las más bellas.
La gran fábrica de las palabras narra la historia de un niño que quiere declarar su amor y no cuenta con las palabras que necesita para hacerlo. Su situación nos invita a reflexionar sobre la naturaleza misma del lenguaje y la comunicación humana: ¿las palabras son todo lo que tenemos para decir? ¿Es fundamental el término que empleamos para dar a entender la emoción que nos mueve a decirlo?
Las ilustraciones, como en todo libro-álbum, se nutren de y potencian al texto. Resulta especialmente significativa la elección de tonos oscuros para retratar este país donde carecer de dinero condena a las personas al silencio absoluto o a la falta de vocablos que les permitan expresarse libremente, pues ¿qué dignidad puede haber para quienes sólo tienen las palabras que otros han desechado y pudieron rescatar de la basura?
Pero en La gran fábrica de las palabras no todo es oscuridad. El color llega luciéndose con un rojo vibrante que hace alarde de su poder para significar hasta teñir toda la página de la emoción que embarga a los protagonistas. Es entonces cuando las palabras colman las hojas del libro y nos dicen cada vez MÁS.
* Integrante de la ONG Jitanjáfora