CERRAR

La Capital - Logo

× El País El Mundo La Zona Cultura Tecnología Gastronomía Salud Interés General La Ciudad Deportes Arte y Espectáculos Policiales Cartelera Fotos de Familia Clasificados Fúnebres
Opinión 19 de agosto de 2018

¿Hay que mirar a Turquía y la Argentina? ¿O a India y China?

por Nicolás Tereschuk

.

En cualquier reporte económico internacional sobre los “mercados emergentes” que se haya escrito durante las últimas semanas aparece una pareja de países siempre mencionada, Turquía y la Argentina, como aquellos más vulnerables ante un posible deterioro de la situación global, aunque los verdaderos problemas podrían provenir de los dos gigantes de Asia, India y China.

Cuando se observan una serie de indicadores, efectivamente, la tensa situación que tiene epicentro en Ankara y Buenos Aires no deja lugar a dudas, se trata de dos situaciones que pican en punta y se alejan del pelotón de los otros países del Sur.

La valuación de las principales empresas de esos países se depreció cerca de un 50% en un año en el caso de Argentina y casi el 60 % para el caso turco.

El segundo pelotón compuesto por Sudáfrica e Indonesia ronda una depreciación del 20 por ciento; en Brasil en tanto se ve una baja en torno al 15 por ciento.

Un “dibujo” similar se ve cuando se analiza el valor de las monedas locales contra el fortalecido dólar.

Sin embargo, las grandes preocupaciones pueden venir de los gigantes asiáticos que, en caso de encontrar más “viento de frente” puede también implicar un problema serio no sólo para el mundo “emergente” sino también para los países en desarrollo.

El diario The Guardian destacó que durante la época del “dinero barato”, que está llegando a su fin, las compañías indias se endeudaron fuertemente y ahora la preocupación surgen porque tienen que pagar esos préstamos.

Puntualmente, para marzo próximo se acumulan vencimientos y “patearlos para adelante” implicará mayores tasas de interés.

Además, India es un gran importador y los datos del mes pasado pusieron de manifiesto el mayor déficit comercial en los últimos cinco años para el que dentro de poco será el país más poblado de la Tierra.

En ese contexto, las medidas proteccionistas anunciadas por Donald Trump tiran hacia arriba las expectativas de inflación local.

Y la Rupia, si bien mostró una caída moderada comparada con las que registraron el Peso argentino y la Lira turca, llegó en los últimos días a su menor valor histórico.

Los analistas también siguen mirando con detenimiento a China para evaluar cuán fuerte es para capear el temporal internacional.

Como se sabe, la economía del gigante asiático dejó de crecer a “tasas chinas” y ahora avanza a marcha forzada, lo que se profundizó a partir de la “guerra comercial” con Estados Unidos.

El diario The Guardian explicó que el Banco Central con sede en Beijing está inyectando dinero en el sistema financiero local para abaratar el acceso al crédito, pero esto ha tenido como efecto una mayor devaluación del Yuan.

La estrategia enfurece al presidente estadounidense, Donald Trump, que acusa a los chinos de contestar a la “guerra comercial” con una “guerra de monedas”, de modo de lograr con la devaluación recuperar la competitividad que le quita el proteccionismo norteamericano.

¿Y qué pasaría entonces si la Casa Blanca dobla la apuesta, en un contexto en el que durante las últimas semana las mayores compañías chinas reportaron una baja en sus ganancias?

Por ahora, de todos modos, los ojos siguen posándose en los gobiernos de Turquía y la Argentina.

En el caso local, los trascendidos de las agencias internacionales indicaron que el gobierno de Mauricio Macri reconoció en Wall Street que aún le falta financiamiento para cubrir sus necesidades hasta diciembre de 2019, al contrario de lo que se había asegurado cuando el FMI firmó un préstamo por 50 mil millones de dólares.

Que en ese contexto, el “riesgo país” de la Argentina sea el mayor del mundo emergente no llama la atención.

Por otra parte, se aguardan las medidas que pueda tomar Turquía para capear su crisis.

Como lo señaló la agencia AFP, el país euroasiático debería “tomar medidas urgentes para enderezar su moneda, cuya agonía preocupa a Europa”.

Allí aparece de telón de fondo la tensión política ya que la retórica nacionalista de Recep Tayyip Erdogan va en contra de la “amarga medicina” que “los mercados” esperan que aplique para reordenar la economía.

Y en ese contexto también se habla de la posibilidad de que el líder turco recurra al cada vez más activo Fondo Monetario Internacional.

Por lo pronto, Erdogan obtuvo el jueves un préstamo de 15.000 millones de dólares por parte del emir de Catar, justamente el mismo monto del primer desembolso que la Argentina obtuvo por parte del FMI.

(*): NA.



Lo más visto hoy