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El Mundo 3 de enero de 2024

Hezbollah alerta a Israel por muerte de líder de Hamas en Líbano, que eleva el riesgo de escalada

Un funcionario de seguridad del Líbano, informado de las investigaciones preliminares del ataque en Beirut y que pidió el anonimato, explicó que el número dos de Hamas fue abatido "no por un dron, sino por misiles guiados lanzados desde un avión caza israelí".

Dos explosiones mataron al menos a 73 personas e hirieron a 170 en una ciudad del sur de Irán durante una multitudinaria conmemoración del aniversario del asesinato del general Qasem Soleimani en 2020 por parte de Estados Unidos.

El jefe del grupo chiita libanés Hezbollah afirmó que lucharán “sin límites” si Israel declara la guerra contra Líbano, al día siguiente de la muerte del número dos del movimiento islamista palestino Hamas cerca de Beirut, en un ataque que elevó el riesgo de un conflicto más amplio en Medio Oriente en medio de la guerra en la Franja de Gaza.

“Si el enemigo piensa lanzar una guerra contra Líbano, combatiremos sin límites, sin restricciones, sin fronteras”, advirtió Hassan Nasrallah en un discurso televisado como reacción a la muerte ayer de Saleh al-Arouri, número dos del líder supremo de Hamas, Ismail Haniyeh, y jefe de las operaciones en Cisjordania.

Nasrallah calificó de “flagrante agresión israelí” el ataque al suburbio de mayoría chiita en el sur de la capital Beirut, que constituye un bastión de Hezbollah, grupo respaldado por Irán.

“No tememos la guerra”, insistió, y afirmó que la muerte del jerarca de Hamas era un “crimen peligroso” y que no “quedaría impune”.

Nasrallah, que dirige la formación chiita desde que una ofensiva israelí mató a su predecesor en 1992, había prometido represalias por cualquier ataque israelí en el Líbano contra líderes de Hamas o de otros grupos aliados

Hezbollah y el Ejército israelí han estado intercambiando disparos casi a diario en la frontera entre Israel y el Líbano desde que comenzó el conflicto en Gaza el 7 de octubre pasado, pero más allá de su discurso de hoy, Nasrallah parecía reacio a intensificar las hostilidades y a repetir una guerra de un mes de duración como la de 2006, durante la cual Israel bombardeó intensamente sus bastiones en Beirut y el sur del Líbano.

Un funcionario de seguridad del Líbano, informado de las investigaciones preliminares del ataque en Beirut y que pidió el anonimato, explicó que el número dos de Hamas fue abatido “no por un dron, sino por misiles guiados lanzados desde un avión caza israelí”.

En declaraciones, esa fuente se refirió al carácter altamente “preciso” del ataque y al considerable peso de los misiles, que pesaban unos “100 kilogramos” cada uno.

En sintonía, el presidente de Irán, Ebrahim Raisi, dijo que la muerte de Arouri era parte de “la continuación de los brutales crímenes del régimen sionista contra el oprimido pueblo de palestina” y describió al líder de Hamas como “uno de los más destacados combatientes palestinos”, según un comunicado publicado por la Presidencia iraní a través de su página web.

Pero ni el Gobierno de Israel o algún funcionario de ese país se atribuyeron el ataque que mató a Arouri y a otros seis miembros de Hamas, aunque el vocero del Ejército, Daniel Hagari, dijo que Israel estaba preparado “para cualquier escenario” tras el hecho.

Las Fuerzas Armadas están “en un estado de alerta muy elevado en todos los ámbitos, tanto en defensa como en ataque. Estamos altamente preparados para cualquier escenario”, dijo, en medio de la conmoción que generó también el atentado que mató hoy a más de 100 personas en una ciudad del sur de Irán, durante una conmemoración del aniversario del asesinato del general Qasem Soleimani en 2020 por parte de Estados Unidos.

La Casa Blanca, que calificó de “ridículo” sugerir que Israel está detrás de las explosiones en Irán, ha tratado de evitar cualquier ampliación del conflicto, incluso mediante el despliegue disuasorio de dos portaaviones y otros activos militares en la región, y se esperaba que el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, visitara la región esta semana.

Pero la muerte de Arouri puede tener una repercusión en la ya tensa situación regional, sobre todo porque el primer ministro Benjamin Netanyahu y otros funcionarios israelíes amenazaron repetidamente con matar a los líderes de Hamas “dondequiera que estén” desde que milicianos del grupo se infiltraron en Israel el 7 de octubre, mataron a unas 1.200 personas, en su mayoría civiles, y se llevaron consigo en su huida a Gaza a 240 rehenes, incluyendo unos 20 argentinos.

El ejército confirmó que el rehén israelí Sahar Baruch murió en diciembre durante una operación de rescate en Gaza.

“Informamos a la familia Baruch de que su hijo Sahar, rehén en Gaza, murió durante una operación de rescate de las fuerzas especiales el 8 de diciembre por la noche”, indicó la fuerza en un comunicado.

En respuesta a la incursión en su territorio, Israel lanzó una vasta ofensiva por aire, mar y tierra en Gaza que ya dejó más de 22.300 muertos, en su mayoría mujeres y niños, y más de 57.000 heridos, según el Ministerio de Salud del enclave.

Dos ministros israelíes de extrema derecha redoblaron hoy llamados a favor de la expulsión forzosa de palestinos de la Franja y uno de ellos rechazó las críticas de Estados Unidos a la idea.

“Con todo respeto, no somos otra estrella en la bandera estadounidense”, dijo el ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben-Gvir, en la red social X sobre los cuestionamientos de Washington a la transferencia de habitantes de Gaza del territorio palestino a otros países.

“La emigración de cientos de miles de personas de Gaza permitirá a los residentes israelíes del enclave regresar a sus hogares y vivir con seguridad, además de proteger a nuestros soldados”, escribió Ben Gvir, del partido Poder Judío.

Ben Gvir y el ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, abogaron porque Israel vuelva a ocupar la Franja de Gaza, como hizo de 1967 a 2005, cuando retiró sus colonias y bases militares del territorio costero.

La publicación de Ben Gvir enfrentó a las críticas que hizo el Departamento de Estado de Estados Unidos, que calificó a los llamados a la transferencia de población desde Gaza como “enardecedores e irresponsables”.

Francia sumó hoy sus críticas a la actitud mostrada por los funcionarios israelíes, al pedirles que se abstengan de emitir declaraciones que solo “alimentan las tensiones”.

En medio de estos cruces y sin una tregua a la vista, el jefe de la diplomacia de la Unión Europea, Josep Borrell, sostuvo que una eventual solución del conflicto entre Israel y los palestinos “tiene que ser impuesta desde el exterior por la comunidad internacional porque las dos partes nunca serán capaces de llegar a un acuerdo”.

“Creo que lo que hemos aprendido de esos 30 años, y lo que estamos aprendiendo ahora con la tragedia que se vive en Gaza, es que la solución tiene que ser impuesta desde el exterior”, declaró en un discurso pronunciado en Lisboa.

Además de Líbano y la Franja de Gaza, donde la guerra desató una grave crisis humanitaria, el conflicto se extendió ya a la Cisjordania ocupada, con hechos de violencia entre la población local y el Ejército y colonos israelíes.

Tanto la ciudad de Naplusa como la de Ramallah vivieron una jornada de huelga, respondiendo a un llamado de la Autoridad Nacional Palestina que gobierna el territorio en protesta por el ataque mortal al número dos de Hamas.

La situación también es tensa en el mar Rojo, una importante vía fluvial para el comercio que está siendo escenario de ataques de los rebeldes yemeníes hutíes contra buques mercantes en solidaridad con la población palestina.

Esos rebeldes, afines a Irán, se adjudicaron hoy un nuevo ataque “sin provocar daños”, según confirmó la marina estadounidense.

La marina estadounidense indicó que este fue el ataque número 24 contra barcos mercantes en el sur del mar Rojo desde el 19 de noviembre, cuando el movimiento hutí que controla el norte de Yemen anunció que atacará cualquier barco relacionado con Israel, e instó a otros países a retirar sus tripulaciones de esas embarcaciones y a no acercarse a ellas en el mar.

Como respuesta, el 18 de diciembre, el Pentágono anunció una nueva operación multinacional, con participación de más de 20 países, para hacer frente conjunto a los desafíos de seguridad en el sur del mar Rojo y el golfo de Adén.