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El Mundo 15 de diciembre de 2022

Indígenas piden la liberación de Castillo y su restitución como presidente de Perú

Con una corona que lleva un pequeño cráneo como parte de su decoración, el líder indígena asháninka Irineo Sánchez llegó a Lima junto con algunos miembros de su comunidad para pedir la libertad del líder de izquierda.

Un Perú bajo estado de sitio vivía otro día de tensión, con una movilización nacional en apoyo al destituido expresidente Pedro Castillo.

Indígenas amazónicos se sumaron en Lima a las protestas para pedir la liberación de Pedro Castillo y su restitución como presidente de Perú, cargo del cual fue apartado por el Congreso, lo cual generó una ola de protestas que dejó al menos nueve muertos en todo el país.

Con una corona que lleva un pequeño cráneo como parte de su decoración, el líder indígena asháninka Irineo Sánchez llegó a Lima junto con algunos miembros de su comunidad para pedir la libertad del líder de izquierda.

Sánchez se unió a decenas de manifestantes que apoyan a Castillo, que fue destituido el 7 de diciembre después de ordenar la disolución del Congreso, por lo que fue detenido preventivamente y acusado de rebelión.

Los manifestantes piden también el cierre del Parlamento, la renuncia de Dina Boluarte, quien como vicepresidenta asumió el mando, y la convocatoria inmediata a nuevas elecciones.

Algunos indígenas portaban arcos y flechas que, según la Policía, les fueron decomisados.

Con rostros pintados y trajes “cushma” (túnica de algodón hilado), los indígenas llegaron a Lima en colectivos y camiones desde la comunidad de río Tambo en Junín.

Los asháninkas, que habitan la selva central y el sudeste de Perú, son la comunidad más numerosa entre las 65 etnias indígenas amazónicas del país. Está formada por agricultores y tiene unos 70.000 miembros.

Entre 1986 y 1996 estuvieron en el fuego cruzado entre la guerrilla maoísta Sendero Luminoso y las fuerzas de seguridad del gobierno.

La policía asegura que las manifestaciones a favor de Castillo también son instigadas por agrupaciones políticas afines a Sendero, considerada terrorista en Perú.

“Hace muchísimos años que nos han olvidado los presidentes. Venimos a reclamar porque nosotros hemos pacificado el país en la época del terrorismo. Nuestro país ya no está con ningún terror”, expresó un manifestante.

Algunos descontentos aprovecharon para reclamar por el “olvido” de sus comunidades por parte del Estado.

“Nos han dejado olvidados. Hemos venido para poder reclamar nuestros derechos”, declaró Liner Américo Jaime, con el rostro pintado con pigmento.

“Combatimos el terrorismo. Nosotros somos defensores de la democracia”, agregó.