El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) analizará muestras tomadas de lobos marinos que forman parte de la colonia que habita en Mar del Plata para determinar si la muerte de al menos cinco ejemplares en los últimos días se debe a contagios de influenza aviar, como ocurrió en localidades de la Patagonia, informaron fuentes oficiales.

Las muertes fueron reportadas en las últimas 48 horas en la Escollera Sur de la terminal marítima marplatense, donde viven cerca de 500 animales.

Fuentes del Centro Regional Buenos Aires Sur del Senasa indicaron a Télam que tanto en lobos marinos muertos como en otros vivos se advirtió sintomatología nerviosa y respiratoria propia de la influenza aviar, por lo que se tomaron muestras para ser analizadas en el Laboratorio Nacional de Referencia del organismo, en la localidad bonaerense de Martínez.

En las próximas horas, autoridades del Consorcio Portuario Regional Mar del Plata, de Prefectura Naval Argentina y del gobierno municipal mantendrán una reunión junto a especialistas del Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras de la Universidad Nacional de Mar del Plata (Unmdp) y el Conicet, para tomar posibles medidas de prevención en cuanto al acceso público al área donde se encuentra la lobería.

Días atrás, había sido analizado un lobo marino vivo que presentaba síntomas compatibles con influenza aviar, advertidos por profesionales del Aquarium marplatense, pero el resultado dio negativo.

Estos nuevos reportes de fallecimientos en Mar del Plata se produjeron cerca de 48 horas después de que al menos 15 animales de la misma especie murieran en la localidad vecina de Necochea, con sintomatología similar.

En ese caso, profesionales del Senasa tomaron muestras el último martes de ejemplares fallecidos, y aguardaban los resultados para las próximas horas. En la lobería necochense, ubicada en la Escollera Sur del Puerto Quequén, suelen habitar cerca de 400 animales.

Autoridades municipales, del Puerto Quequén, del Senasa a nivel regional e integrantes del mismo grupo de investigadores de la Unmdp y Conicet dispusieron que fuera restringido el acceso a ese sector del muelle necochense hasta precisar las causas de estas muertes.

En los últimos días, el Senasa confirmó casos de muertes de este tipo de mamíferos marinos por influenza aviar tanto en la ciudad fueguina de Río Grande, como en el Área Natural Protegida Punta Bermeja, en la provincia de Río Negro.

Nuevo brote

El laboratorio del Senasa diagnosticó hoy que las muertes de lobos marinos ocurridas en Necochea (Buenos Aires) y Puerto Loyola (Santa Cruz) se deben “a nuevos casos de Influenza Aviar Altamente Patógena (IAAP) H5“.

El Laboratorio Nacional del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) diagnosticó “nuevas muestras positivas a la enfermedad, las cuales fueron tomadas en lobos marinos (Otaria flavescens) encontrados muertos en el Puerto de Quequén, Necochea, y en el Puerto Loyola”, se informó a través de un comunicado de prensa.

Hasta la fecha, se habían atendido cuatro notificaciones en lobos marinos: las primeras dos resultaron negativas; la tercera, detectada en Río Grande, en Tierra del Fuego, Antártida e Islas de Atlántico Sur, fue el primer caso positivo en esta especie; y la cuarta, recientemente confirmada hace días en el Área Natural Protegida Punta Bermeja, Rio Negro.

Todos estos hallazgos y resultados se realizaron en el marco de las acciones de vigilancia y las medidas sanitarias que se llevan adelante en todo el territorio nacional para la prevención de la enfermedad, detallaron desde el Senasa.

Y agregaron que “dentro del protocolo de toma de muestras junto a las autoridades locales se identifica el lugar para el entierro de los animales muertos sospechosos para evitar cualquier tipo de contaminación o de contagio de otros animales o personas”.

Consultados por Télam si este tipo de enfermedades en mamíferos marinos afectan el estatus zoosanitario, explicaron que ello no ocurre y que Argentina “se reconoce como país libre de Influenza Aviar Altamente Patógena en aves de corral”.

De todos modos, el organismo recomendó “no manipular animales muertos o con sintomatología sospechosa”.