La fiscal Ana Caro ordenó una serie de estudios médicos a la madre y el padrastro de Luciano Olivera, el menor de 16 años asesinado en Miramar en un procedimiento policial, para establecer si sufrieron lesiones cuando se acercaron hasta la escena del crimen.

Así trascendió en las últimas horas y va en la línea del pedido del abogado de la familia de Olivera, Gregorio Dalbón, que había remarcado su objetivo de que vayan presos “todos los policías” que tuvieron algún grado de participación en los hechos.

En la madrugada del 10 de diciembre, Luciano Olivera fue asesinado de un disparo efectuado por el oficial de policía Maximiliano González en el centro de Miramar. La intervención del policía se produjo cuando el adolescente escapaba de un control anterior en la plaza principal hasta donde un patrullero había llegado por una denuncia de ruidos molestos. El menor huyó porque la motocicleta no era suya y no tenía ningún permiso para usarla.

Los peritajes determinaron que el proyectil impactó el pecho de Olivera y que González habría accionado el arma de manera voluntaria, no accidental. Un video tomado por una cámara de seguridad de una casa mostró el momento del disparo: en la imagen se ve al patrullero cerrando el paso de la moto y el fogonazo del arma a una distancia no menor a los 6 metros en el cruce de la avenida 9 y calle 34.

Frente a esta circunstancia probatoria y a otros testimonios, la fiscal Caro analiza por estas horas agravar el homicidio por el uso de arma y por alevosía, figura esta última que podría ser difícil de admitir. No obstante la acusación contra González ya posee el agravante de “ser cometido por miembro de fuerza de seguridad en funciones”, lo que vale una condena perpetua.

La fiscal Caro no tiene muchos misterios que resolver en torno al homicidio y solo aguarda resultados de peritajes toxicológicos e histopatológicos, y lo que arroje un estudio médico en González, para determinar si posee heridas en sus piernas, tal como trascendió. Esto habría obedecido al impacto de la motocicleta una vez que siguió su trayectoria con el menor herido.

Ese estudio a González se realizará en el Instituto de Ciencias Forenses de Mar del Plata, ubicado en el predio del Hospital Interzonal, a donde también fueron citados el padrastro y la madre de Olivera.

Para Caro es necesario constatar si la pareja tiene lesiones y si se puede atribuir las mismas al momento en que fueron hasta la escena del crimen. Según relataron en varias ocasiones y también lo hizo su abogado, los familiares de Olivera fueron maltratados en el lugar, frente al cadáver, e incluso les fue negada información.

En caso que pueda sustentarse con pruebas esa presunción de delito, la fiscal Caro podría realizar varias imputaciones por incumplimiento en los deberes de funcionario público e incluso lesiones.