CERRAR

La Capital - Logo

× El País El Mundo La Zona Cultura Tecnología Gastronomía Salud Interés General La Ciudad Deportes Arte y Espectáculos Policiales Cartelera Fotos de Familia Clasificados Fúnebres
Cultura 20 de octubre de 2019

Jo Nesbo y Heather Morris lanzaron nuevos títulos en la Feria de Frankfurt

FRANKFURT, Alemania.- La Feria del Libro de Frankfurt sigue su actual edición con presentaciones de numerosos títulos, como una novela policíaca del noruego Jo Nesbo o el nuevo libro de la neozelandesa Heather Morris, sobre la vida de una prisionera de Auschiwtz que luego pasó a los Gulag soviéticos.

Los libros de Nesbo, y no sólo la novela policíaca que se está actualmente promocionando en la Feria titulada “Cuchillo”, estaban a la venta en un acto especial a la entrada del pabellón noruego.

Nesbo, como representante de la llamada novela negra del norte -que agrupa a los autores que pueden ser considerados como herederos del sueco Henning Mankell- fue promocionado como uno de los atractivos para el gran público del programa de Noruega como país invitado de este año.

La presentación del nuevo libro se hizo por etapas. Primero, hubo un acto en el pabellón noruego. Luego, Nesbo firmó ejemplares en el stand de su editorial alemana Ullstein.

De los libros de Nesbo se vendieron más de dos millones de ejemplares en todo el mundo y fueron traducidos a cuarenta idiomas. El sello de identidad del autor noruego es el comisario Harry Hole sobre el que tiene ya toda una serie de títulos que empezó, según declaración del propio autor, para no aburrirse.

La nueva novela de Nesbo parte de un momento crítico en la vida de Hole que se despierta con la ropa manchada en sangre y sin poder recordar lo que ha pasado.

Heather Morris, tras “El tatuador de Auschwitz”, también se convirtió en una autora de grandes ventas y ahora volvió a la carga con una secuela de su novela anterior titulada “La historia de Cilka” y que será publicada en España en noviembre por Espasa.

Las dos historias, según explicó la autora a EFE en Frankurt, tuvieron su origen en testimonios de Lale Sokolov, el personaje de “El tatuador de Auschwitz”.

“Esta historia tiene dos momentos. Primero, mis conversaciones con Lale con quien pasé miles de horas no sólo para obtener información sino porque se convirtió en mi amigo y hasta coqueteaba con mi hija”, dijo la autora.

“Luego me contó la historia de Silka, de quien dijo que era la persona más valiente que había conocido y que según él le salvó la vida”, agregó.

A partir de ahí empezó un trabajo de investigación sobre Silka Klein, que llegó a Auschwitz a los 16 años, fue convertida en concubina forzosa de un oficial y, tras la guerra, fue acusada por los soviéticos de cooperación con los nazis y fue trasladada a un Gulag siberiano.

El libro mezcla el destino de Silka en los dos campos, en ambos víctima de abusos sexuales, como otras de sus compañeras de cautiverio.

En ese punto, Morris considera que el libro tiene un mensaje político de cara a la actualidad, en el marco del movimiento “me too” en el que muchas mujeres violadas se atreven a hablar del tema muchas décadas después porque antes les daba vergüenza y en el marco de lo que sigue pasando en muchos países.

En cuanto a los negocios sobre derechos la plataforma Netflix informó de que llegó a un acuerdo para hacer una serie a partir de la novela “Tyll”, del austríaco Daniel Kehlmann, situada en la época de la guerra de los 30 años.

Netflix, además, llevará a la pantalla “Gente con miedo”, del sueco Friedrik Backmann, y “Los cuarenta secretos del amor”, de la escritora turca Elif Shafak.

En el plano político, la Asociación de Libreros Alemanes y Amnistía Internacional convocaron un acto de solidaridad con Gui Minhai, preso desde 2015 tras publicar y difundir textos críticos con el régimen chino.

“Mientras la gente en Hong Kong lucha por la libertad, el régimen chino sigue trabajando en su sueño de la dictadura perfecta. Eso es algo que no debemos aceptar y que no vamos a aceptar”, dijo el director administrativo de la Asociación de Libreros Alemanes, Alexander Skipis.

EFE