¿Hacer teatro en plena guerra? ¿Cómo? ¿Para qué? Esas parecen ser las preguntas que dispara “El vestidor“, obra que llegará hoy viernes a Mar del Plata, en una única función. Se la verá en la sala del Roxy (San Luis 1750), con un elenco de lujo: Jorge Marrale y Arturo Puig, junto a un gran elenco en una producción de Angel Mahler y Leo Cifelli y dirección de Corina Fiorillo.

“Esa es una de las cosas más ricas que tiene la obra, en qué condiciones el arte se sigue haciendo, el arte dramático y cómo, a pesar de cualquier eventualidad tan dolorosa como una guerra, igualmente el público y los artistas se juntan para que en esa hora y media todos estén religados en el sueño de esa ficción. Es una de las cosas tan hermosas del
teatro: uno entra siempre con esa expectativa de que algo nuevo vaya a salir de ahí”, asegura Marrale.

Un actor de estilo “shakespeareano”, que transita una etapa compleja de la vida, y su eterno asistente, ambos en un vínculo que mantienen desde hace años, tienen que salir a escena, mientras las bombas caen en plena Segunda Guerra Mundial.

“Es una guerra, no sabés si no estás arriesgando tu vida en el teatro, y después, si llegás a tu casa no sabés si sigue en pie. El actor tuvo una función anterior un poco alocada, empezó a caminar por las calles sacándose la ropa, no se sabe si es un delirio, si tuvo un ACV o qué, y está la necesidad de saber si se va a suspender la función o no”, sigue el actor.

Siempre lúcido, Marrale entiende que “El vestidor” se entrelaza con el mundo contemporáneo a partir del abordaje que hace de las relaciones humanas, un tema que es clave, de acuerdo a su visión del mundo.

“Cómo es el vínculo entre el vestidor y este actor, que están juntos desde hace treinta años, un actor que tiene un narcisismo exacerbado y un vestidor que lo asiste aún soportando momentos que no son de lo más agradable. Lo importante de las piezas de teatro son los vínculos, qué nos pasa a los humanos con los otros humanos”, responde.

Y asiente sobre el momento crítico que vive Argentina. “No deja ser más o menos crítico de lo que nos viene sucediendo reiteradamente, eso es lo que me parece que deberíamos revisar todos”, sigue el actor de enorme trayectoria y dueño de personajes memorables en teatro, cine y televisión.

Insiste en que, en nuestro rol de ciudadanos y ciudadanas activas, es necesario empezar a revisar las relaciones con los otros, los semejantes, en un gesto más generoso hacia los que sufren esta tremenda crisis social y económica.

“Aquellos que deciden y toman la responsabilidad de gobernar tienen que mirar por el bienestar, no por el malestar, hay que correr el malestar como destino. Y no hay que perder de vista la posibilidad de reconocer al otro, que soy yo también. Si el otro sufre, de alguna manera estoy sufriendo yo y nadie tiene ganas de sufrir. Hay que achicar el sufrimiento y para eso hay que ser menos egoístas, menos narcisistas y un poco más solidarios”, pidió.