El gobernador Axel Kicillof cargó duramente este martes contra el ex presidente Mauricio Macri, al que acusó de haber estafado a los trabajadores que creyeron en su promesa electoral de que ninguno iba a pagar el impuesto a las ganancias.

Tras participar de la apertura del congreso de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) en Mar del Plata, el mandatario bonaerense recordó que en 2015 hubo trabajadores que votaron a Macri. “Perdonen el exabrupto: los cagó”, disparó en diálogo con medios locales.

Kicillof memoró que en 2003 la UOM tenía 50 mil afiliados como consecuencia de las políticas económicas que se aplicaron en los años noventa y desembocaron en el estallido del 2001.

Mencionó que en 2015, tras el gobierno de Cristina Fernández, que lo tuvo como ministro de Economía, llegaron a 250 mil. “Por cinco se multiplicó la cantidad de obreros metalúrgicos. Esa es la industria nacional, porque detrás de todos esos obreros metalúrgicos hay pymes, empresas medianas, producción industrial argentina, tan importante para dar empleo pero también para la producción nacional, para el mercado interno”, defendió.

“Y después, los cuatro años de Macri fueron ácido sulfúrico. Bajaron a 170 mil, es decir que se destruyeron 80 mil puestos de trabajo de los registrados y sindicalizados”, interpretó, y estimó que hoy hay “235 mil obreros metalúrgicos”.

Kicillof contó que, en su participación en la apertura del congreso, marcó “lo que se avanzó y lo que falta”, y recordó otra asistencia suya en el encuentro metalúrgico de 2014, también en Mar del Plata, como ministro de Economía.

“Tuvimos un entredicho y fui ahí a discutir e intercambiar sobre el impuesto a las ganancias, que era un tema de agenda todo el tiempo”, recordó, y señaló que era “un tema picante”, pero que pudo debatir con los trabajadores cara a cara. “Y después, no lo dije hoy (en la apertura formal): muchos trabajadores y trabajadoras votaron a Macri. Porque Macri en un spot dijo en su gobierno ningún trabajador iba a pagar el impuesto a las ganancias”, afirmó. E insistió: “Los cagó: cuando dejé de ser ministro, un millón de trabajadores pagaban el impuesto a las ganancias; cuando volví a ser gobernador eran dos millones”.

Según Kicillof, “eso fue Macri: la estafa y la mentira”. Apuntó que “el votito se lo quedó con la mentira y con el marketing” y que “hoy, con diferentes políticas del gobierno actual en el parlamento”, se redujo la cifra de trabajadores que pagan ganancias “a 700 mil u 800 mil”, es decir que “ha habido un avance en ese sentido, sin promesas electorales”.

Las medidas de Guzmán

El gobernador aseguró que “está muy bien” que se tomen medidas económicas en este contexto signado por la pospandemia y la guerra en Ucrania, al tiempo que señaló que se necesitan “resultados rápidos”.

Al aludir a las decisiones anunciadas el lunes por el ministro de Economía, Martín Guzmán, Kicillof comentó que después de la pandemia hubo países que se recuperaron menos que otros, y que en ese marco la Argentina logró una recuperación “por encima de la prepandemia” como consecuencia de las políticas públicas que se impulsaron.

“Pero la recuperación a nivel mundial en la pospandemia es con mucha concentración. Es una recuperación muy desigual. Y creo que ahora hay que trabajar muy fuerte sobre eso. Todas las medidas encaminadas a generar más igualdad en este momento desde políticas públicas nacionales son bienvenidas, por supuesto. Lo que pasa es que necesitamos resultados rápidos porque sobre esta situación vino una guerra”, reflexionó el mandatario.

“Es otra tragedia. Generó una distorsión enorme de los precios mundiales, un desarreglo, una excepcionalidad tremenda sobre determinados rubros: energía, porque el teatro de operaciones de la guerra es en una zona que produce energía, y alimentos, porque Ucracia es uno de los grandes productores de trigo para Europa”, analizó.

Eso, a su entender, ocasionó “distorsiones muy graves”, y “le toca al Estado nacional tomar medidas para aligerar esas distorsiones”.

En esa línea, mencionó que “los Estados Unidos empieza a subir la tasa de interés y se convierte en una aspiradora de capitales que afecta a los países en vías de desarrollo”. Y apuntó: “Hay que tomar medidas, así que está muy bien que se tomen medidas. Después podemos decir ‘más profundas, menos profundas, por tal lado o tal otro'”, diferenció.