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Deportes 30 de agosto de 2017

La Argentina del debutante Sampaoli decidida a arriesgar en el Centenario

El técnico que afrontará su primer partido oficial al frente de la Selección, diagramó un equipo bien ofensivo para visitar a Uruguay. La albiceleste necesita los tres puntos para meterse en zona de clasificación directa al Mundial.

El seleccionado argentino afrontará este jueves en el mítico estadio Centenario, de Montevideo, una instancia decisiva en su puja por llegar a la Copa del Mundo de Rusia 2018, en la reedición de un clásico rioplatense que tiene a su rival, Uruguay, en un escalón superior en la tabla de posiciones, una distancia que procurará achicar con un innovador planteo táctico propuesto por su debutante entrenador, Jorge Sampaoli.

El encuentro se jugará desde las 20 con el arbitraje del peruano Víctor Hugo Carrillo y contará con la televisación de TyC Sports.

La presentación oficial de Sampaoli encierra un compromiso mayor a partir de la necesidad imperiosa que tiene Argentina de llevarse un buen resultado de este lado del Río de La Plata, puesto que hoy habita en la zona de repechaje mundialista y su adversario de hoy lo aventaja por un punto.

Pese a esta exigencia que se da justo en el momento de su debut, al que precisamente llega por la floja performance del equipo cuando lo dirigía su antecesor, Edgardo Bauza, el técnico casildense decidió patear el tablero táctico con el armado de un equipo ultraofensivo que volverá a la defensa de tres como no ocurría desde la época de uno de sus referentes futbolísticos, Marcelo Bielsa.

Sin tiempo para trabajar en el campo, Sampaoli decidió ir a buscar uno por uno a los jugadores que le interesaban y a caballo de la tecnología les hizo saber lo que pretendía de todos ellos.

De esta manera el ex técnico del Sevilla español logró que al llegar los futbolistas al predio de Ezeiza ya sabían lo que tenían que hacer y él no perdía tiempo en explicárselos.

Un nuevo sistema de comunicación de sus actos, siempre apoyado en lo tecnológico, abrió también al conocimiento general que sus convicciones futbolísticas son innegociables y como bien lo ratificó en la conferencia de prensa del martes en Buenos Aires, no piensa en el “retroceso, porque eso significaría que al equipo lo están atacando, y el que debe hacer eso es Argentina”.

A partir de esto es que hoy Argentina saldrá a ser protagonista del partido frente al sólido equipo uruguayo y no a pelearlo, algo que bien sabe Sampaoli no es conveniente, porque cuando quiso hacerlo allí mismo con el seleccionado de Chile, terminó perdiendo por 3 a 0 frente al conjunto dirigido por el “Maestro” Oscar Tabárez.

Con cinco delanteros

De acuerdo a lo que paró el entrenador de 57 años en Ezeiza desde el lunes, el equipo argentino tendrá cinco delanteros en cancha, más un volante de buen pie como Guido Pizarro y otro mixto como Lucas Biglia nada más, para trabajar la mitad de la cancha.

El 3-4-2-1 que imaginó Sampaoli, quien aseguró que ya jugó este partido en su cabeza “como cien veces”, tiene, y no tiene, nombres propios que también revolucionaron el ambiente, siendo los dos polos de sus decisiones la inclusión como titular del solicitado, y extrafutbolísticamente cuestionado, Mauro Icardi, y la exclusión del subcapitán y líder ideológico del grupo, Javier Mascherano, al que de movida le aclaró que no lo quiere más como volante central sino como defensor, tal como viene ocurriendo desde hace un buen rato con él en Barcelona.

Esto último se reforzó en las horas previas al encuentro con la cuasi certeza del lado de los uruguayos respecto de la presencia como titular de Luis Suárez, que se recuperó “más rápido que ligero” de una lesión en la rodilla izquierda sufrida en el partido por la Supercopa de España ante Real Madrid.

Claro que aquí surge una circunstancia que en principio contradice lo dicho el martes por Sampaoli en cuanto a la impronta ofensiva de su equipo, porque también aclaró que la inclusión de Suárez “puede generar un replanteo en el esquema”, algo que traducido significa ubicar como último hombre a Federico Fazio, el defensor de Roma que tan buena impresión le causó en el partido amistoso ante el endeble Singapur, en el que marcó el primer gol argentino.

El otro autor del primer tanto de la era Sampaoli en el triunfo anterior por 1 a 0 sobre Brasil, Gabriel Mercado, será entonces uno de los stoppers, en este caso por derecha, mientras que Nicolás Otamendi irá por izquierda, sector por el que viene jugando en Manchester City.

Pero la carta ganadora la sueña el ‘Zurdo’ de Casilda allá adelante, con la mancomunión futbolística que pretende lograr entre Lionel Messi y Paulo Dybala. Ellos más Icardi, que desplazó a Gonzalo Higuaín, constituirán el tridente en el que se apoyará para que el gol sea moneda corriente en cada ataque argentino.

Y tiene suerte Sampaoli en este caso por contar con “Lío”, ya que la FIFA lo dejó “vivo” para este trascendental partido luego de reducirle de cuatro a una las fechas de suspensión que les fueron aplicadas por insultar a un árbitro asistente brasileño en el partido con Chile.

El TAS falló en contra y juega Suárez

Parecía que al santafesino se le alineaban los planetas cuando después de esto se avizoraba, o al menos así le acercaban sus impresiones desde el departamento legal de AFA, que finalmente a Chile le quitarían los dos puntos que le habían otorgado por la mala inclusión de un jugador boliviano, Nelson Cabrera. Si a esto se sumaba la “conveniente” lesión de Suárez, nada más podía esperar Sampaoli de la Diosa Fortuna.

Pero el martes todo cambió porque el Tribunal Arbitral del Deporte (TAS) decidió no innovar y la tabla de posiciones de las eliminatorias no se modificó. Eso ocurrió por la mañana, y por la tarde se conoció la noticia de que Suárez sería titular en el ataque “celeste” junto a Edinson Cavani.

Simultáneamente el técnico se mecía la calva en Ezeiza preocupado porque no encontraba al volante derecho que jugara por el costado opuesto al de Àngel Di María.

Primero probó con un delantero como Lautaro Acosta, después con un volante como Emiliano Rigoni y más tarde con un defensor como Fabricio Bustos. Finalmente ayer se decidió por el ex mediocampista de Racing, actualmente en Sporting Lisboa, de Portugal, Marcos Acuña, pero jugando por izquierda y pasando a Di Marìa a la derecha como ante Singapur.

De todo esto tiene que ocuparse un Sampaoli que tiene la particularidad de ser de la misma generación de sus detractores, esos que lo cuestionan por su apego a la tecnología “exagerada” en la preparación de sus equipos. Pero también esto constituye una ventaja, porque a la hora del ‘aggiornamiento’ también se puso en la primera fila y los jugadores de la selección le abrieron los brazos a sus métodos, afines sobre todo a los que actúan en Europa, empezando nada menos que por el propio Messi.

Argentina va hoy por todo, como bien lo adelantó Sampaoli, pero también “se juega todo”, como él mismo dijo, porque ganar lo posicionará en zona de clasificación directa al mundial, un empate lo dejará en repechaje, y una derrota y un eventual triunfo de Ecuador sobre Brasil, directamente fuera de ese “todo”. Así de “simple” será el estreno de un nuevo ciclo del seleccionado argentino.

Así formarán

Uruguay
Muslera; Martín Cáceres, José María Giménez, Godín y Gastón Silva; Nahitán Nández, Alvaro González, Vecino y Cristian Rodríguez; Edinson Cavani y Luis Suárez. DT: Oscar Tabárez.

Argentina
Sergio Romero; Mercado, Fazio y Otamendi; Di María, Biglia, Guido Pizarro y Marcos Acuña; Messi y Dybala; Icardi. DT: Jorge Sampaoli.

Estadio: Centenario, de Montevideo.
Árbitro: Víctor Hugo Carrillo (Perú).
Hora: 20 (TyC Sports).