La sede marplatense de la Biblioteca Nacional se llamará Ricardo Piglia, en homenaje al gran escritor que nació en Mar del Plata. Sus funciones comenzarían en esta ciudad durante la próxima temporada de verano, cuando esté finalizada la restauración del Centro Cultural Osvaldo Soriano, dijo a LA CAPITAL Guillermo David, actual responsable del área de Cultura de la Biblioteca Nacional.

David estuvo en Mar del Plata para participar de la inauguración de una muestra en el Museo Juan Carlos Castagnino sobre ex libris. Detalló a LA CAPITAL las funciones que tendrá la Biblioteca Nacional cuando finalmente abra sus puertas en Mar del Plata, tal como ocurre en otras regiones del país, como Salta y Córdoba.

“Es una picardía que el Estado Nacional replique el unitarismo. Nosotros somos federales en serio, pensamos que es importante la federalización de la red de bibliotecas. Construir patrimonio y desplegar políticas nacionales son deudas que siempre tuvo la biblioteca“, dijo David. “Tenemos un plan muy ambicioso. Entendemos que es central gestar un diálogo entre la cultura nacional o porteña y la cultura local, gestar un ida y vuelta”, añadió.

Y contó que una de las tareas será “brindar asesoramiento técnico bibliotecológico, como biblioteca madre, al sistema bibliotecológico de Mar del Plata, que es amplísimo. El rol es tener una asistencia técnica específica para las bibliotecas”, apuntó.

Agregó, a su vez, que la presencia de la Biblioteca Nacional se asienta en el hecho de que esta ciudad cuenta con una carrera de Bibliotecología en la Universidad Nacional de Mar del Plata (dentro de la Facultad de Humanidades), además de tener bibliotecas populares, barriales, municipales y una que depende de la misma universidad.

“Nos parecía importante que hubiera una presencia en la ciudad. Fuimos convocados porque sabemos de la carrera, hicimos un acuerdo con el Gobierno municipal para establecer una sede en la Biblioteca Marechal, donde funciona el Soriano. La sede va a aportar fondos bibliográficos pero no va a construir patrimonio porque ya lo tiene. Vamos a aportar material. El objetivo de la sede es brindar asesoramiento técnico bibliotecológico”, detalló.

Además, contó que una de las líneas de trabajo apunta a reponer diversos títulos, bajo el sello Ediciones de la Biblioteca Nacional. “La Biblioteca Nacional tiene una vastísima experiencia en títulos publicados. Desarrollamos la reposición en el mercado de textos que son importantes y que el mercado de algún modo los reclama. Cumplimos esa función, la de dar a conocer textos que de alguna manera no están en circulación. Si uno revisa nuestro catálogo, es un catálogo con una fuertísima presencia de reediciones, de textos olvidados que consideramos importantes”, contó.