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La Ciudad 2 de noviembre de 2017

La distinción de Salamanca a una académica de la ciudad

La Lic. María Eugenia Líbera obtuvo un premio por su Tesis de Master sobre Emprendimiento.

La prestigiosa Cátedra de Emprendedores de la Universidad de Salamanca (CEUSAL) ha otorgado una importante distinción a una académica de la Universidad Nacional de Mar del Plata.
En efecto, la licenciada en Administración María Eugenia Líbera, perteneciente a las cátedras de Creación de Empresas y Administración Financiera de la Facultad de Ciencias Económicas, obtuvo el segundo premio a la Mejor Tesis de Máster sobre Emprendimiento.
Denominada “Desarrollo emprendedor e innovación en la Universidad: estrategias para una propuesta integral”, la tesis se basa en estudios, investigación y experiencia de gestión de Líbera, quien a requerimiento de LA CAPITAL explica en este artículo el contenido de su presentación en Salamanca.
Previamente responde dos preguntas básicas del diario:
—¿Los argentinos tienen una cultura emprendedora?
—Se necesita un cambio cultural, para que haya menos gente que quiera ser empleado, y más personas, especialmente nuevos profesionales, con la vocación de un propio emprendimiento.
—¿Se están dando pasos para crear un ambiente que favorezca la vocación emprendedora?
—Creo que sí. Un dato: ya existen cuatro incubadoras de empresas en la ciudad: de la universidad nacional, de Caece, de la UCIP y de la UTN.

A continuación una reseña de la propuesta de Líbera que mereció el citado reconocimiento internacional.

Desde el año 2000

El presente proyecto tiene como objetivo el desarrollo de estrategias para el diseño de políticas institucionales universitarias que promuevan el desarrollo emprendedor y la innovación en la Universidad, consolidando el trabajo que se realiza desde distintos programas, proyectos e iniciativas, desde el año 2000.
En la actualidad, desde el Programa de Desarrollo Emprendedor e Innovación “Acompañando Emprendedores”, se desarrollan distintas líneas de acción, contemplando los diferentes actores que componen el ecosistema emprendedor, a saber:
a.Formación para el desarrollo de competencias emprendedoras
b.Oficina de Apoyo al Emprendedor (OAE) e Incubadora de Empresas de la UNMDP
c.Formación de formadores y promotores de la cultura emprendedora.
d.Formación de consultores y tutores para evaluación y seguimiento de proyectos
e.Formación de agentes de desarrollo local (funcionarios, profesionales y responsables de instituciones para el diseño de programas de apoyo a emprendedores)
f.Generación de redes con empresas

Justificación                                                                                                                                                                                  
En los últimos años, en Argentina y toda América Latina, se ha observado un creciente interés de los gobiernos y académicos en fomentar la cultura emprendedora, en particular en su manifestación más concreta: el desarrollo del espíritu empresarial en las personas y la creación de nuevas empresas. Está motivado sobre la base de evidencias sobre su contribución al crecimiento económico, aumento de la productividad, rejuvenecimiento del tejido socio productivo, la dinamización del proceso innovador y la generación de nuevos puestos de trabajo.

 

Responsabilidad de la Universidad

La Universidad, además de la creación de conocimiento y la formación, debe asumir una importante responsabilidad como agente clave para el desarrollo de potencialidades.
Es importante que las instituciones de enseñanza e investigación asuman un rol estratégico en fomento a la cultura emprendedora y la creación de nuevas empresas.
El desarrollo emprendedor no debe ser tomado como un fin en sí mismo, sino como una herramienta para el desarrollo personal, profesional, cambiando la lógica única de formación para el empleo y así contribuir al desarrollo local y regional, a través de nuevos emprendimientos sustentables que generen empleo, distribución de la riqueza, igualdad de oportunidad y construcción de capital social.
Una Universidad que promueva el espíritu emprendedor y capacidades emprendedoras en todos los actores que forman parte de su comunidad, en principio tiene que ser concebida como una Universidad Emprendedora
Conclusiones
Para hablar de una Universidad Emprendedora, es necesario el compromiso de todos los actores universitarios y una firme estrategia de vinculación con el Ecosistema Emprendedor, y así contribuir con el Desarrollo Local. La Universidad debe ser capaz de generar los mecanismos para evolucionar acorde a las necesidades de la comunidad. Esta transformación, implica propuestas creativas que permitan la construcción de modelos alternativos de gestión, que integren las funciones de la universidad, articulando entre intereses científicos y sociales a través del diálogo de saberes entre universitarios y actores comunitarios.
La Universidad como una de las instituciones que integran el Ecosistema Emprendedor, debe definir y comunicar el rol que ha decido jugar. Por lo tanto, el desafío consiste en cómo se construye poder con el resto de los actores en el territorio, donde se participe con actitud proactiva, para alcanzar objetivo conjuntos.

 

Necesarias reformas

Los tiempos actuales demandan de profesionales emprendedores. Para esto es imprescindible la reforma de planes de estudio y la innovación pedagógica a través del aprendizaje vivencial y las metodologías activas. Especial atención debería prestarse al rol del docente, ya que se destaca con ímpetu, que los docentes no promueven el desarrollo de competencias emprendedoras y la innovación. Por lo tanto, una visión integral debe considerar como modificar el modelo de enseñanza pasiva que aún predomina en las aulas, por metodologías pedagógicas que consideren, el fomento de las ideas creativas e innovadoras, la proactividad, el trabajo colaborativo, la integralidad, actividades interdisciplinarias, la construcción colectiva del conocimiento con otros actores de la comunidad como metodología de aprendizaje, entre otros.
El emprendimiento y la innovación a través de programas sustentables y de largo plazo no son un fin en sí mismo, son el camino para la transformación institucional y profesional para el desarrollo local.