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Opinión 5 de enero de 2024

La enseñanza que deja el conflicto de la pesca

Foto ilustrativa

Por Gustavo A. Crego

El conflicto que se desató por las reformas impulsadas por el gobierno nacional a la Ley de Pesca, generó una rápida y ágil respuesta del intendente.

Y eso es defensa de los intereses de todos los marplatenses: los laburantes, de los empresarios de los sindicatos que la componen, de armadores, astilleros y en suma, de la industria de la pesca.

Esta ley propone temas en los que hay desconocimiento y hay extremos para negociar. Lo cierto es que se pudo hablar y corregir.

Esto quizás nos deje alguna enseñanza; como que de una vez por todas la actividad de la Industria de la Pesca, debe unirse en pos de la defensa de los interese de la actividad. Sesgada por cámaras, sub actividades, el individualismo de los empresarios que los lleva a negociar individualmente en la Secretaría de Pesca o bien de los Sindicatos que sólo ven o miran a su afiliado sin llegar a ver la actividad, es lo que los ha mantenido desunidos y sin fuerza.

La unión de la lucha coorporativa, siempre hará que la voz se escuche con mas claridad y fuerza; el ombligo no pasa ni por los empresarios ni por los empleados, el ombligo pasa por la actividad de la pesca que es lo que hay que defender y mantener.

La desgracia los unió, ojalá que la alegría de la solución haga que la unión permanezca y perdure. Muchas veces y en varias botaduras el actual representante de una familia de un astillero de la ciudad, menciona la necesidad de la unión en la defensa de esta actividad. La vida es lucha por intereses, la unión en defensa de los mismos hace que sea mas firme y contundente.

Hemos escuchado decir en algunas reuniones, que el intendente no mira el puerto, que no tiene en cuenta la actividad y su gente; creo que los hechos han demostrado exactamente lo contrario; un intendente que no vaciló en la defensa de los marplatenses y de la actividad, que se puso el problema al hombro y arremetió, con una velocidad y conocimiento del tema que despejó toda duda.

En buena hora por nuestra ciudad, nuestra gente y nuestra actividad, en este caso la pesca.