River Plate festejó a lo grande su consagración en la Liga Profesional. El flamante campeón venció 2-1 a Racing Club en un estadio Monumental colmado, que antes y después del partido celebró la reciente conquista.

El último capítulo de la Liga Profesional estuvo a la altura de lo que fue el equipo de Martín Demichelis a lo largo del torneo. Es que River fue muy superior desde el principio y sólo por una cuestión de puntería no redondeó un resultado mucho más abultado.

El primer tiempo fue un monólogo del dueño de casa. Marcó a los 22′ por intermedio de Lucas Beltrán (que terminó el torneo con 12 goles, siendo el máximo artillero del campeón) pero dispuso de infinidad de situaciones que no supo aprovechar. El propio Beltrán, Pablo Solari y Esequiel Barco tuvieron sus chances.

El Racing de Fernando Gago se veía sobrepasado por los costados. Impotente. Para peor, cuando el primer tiempo se moría, la visita perdió a quien fue uno de sus puntos altos en el torneo, cuando Gonzalo Piovi vio la tarjeta roja directa por detener con falta a Beltrán cuando se escaba de frente al arco para marcar el segundo gol.

Con un hombre más, como era de esperarse, River prolongó su dominio en el trámite durante el segundo período. La llegada de más goles era cuestión de tiempo.

El segundo, a través de una pelota parada, lo consiguió Paulo Díaz con un cabezazo a los 26′. Racing maquilló la derrota con un golazo de tiro libre de Jonathan Gómez en la última jugada.

En los 20′ finales los entrenadores completaron todas las modificaciones posibles buscando cuidar jugadores de cara a los duelos de octavos de final de la Libertadores que se avecinan. Esa será otra historia. En el torneo doméstico River fue muy superior al resto. Un justo campeón.