Yo crecí en una familia donde los problemas se ponían sobre la mesa. Y en el deporte me encontré con la misma dinámica, el entrenador nos hablaba en el vestuario y venía el momento de plantear soluciones con el objetivo de mejorar los resultados. Se trataba de sentido común pensando en el bien común y así aprendíamos
Mar del Plata y la política no deberían ser la excepción a esa lógica. Los marplatenses y batanenses estamos cansados de los diagnósticos. Ya todos sabemos que en la ciudad nada funciona como debería, que esta gestión nos hizo retroceder y que lo que no abundan son propuestas de soluciones.

¿Cuando se convirtió la clase política en una pelea de cowboys? ¿Alguien podría creer que Mar del Plata necesita que ocupen su tiempo discutiendo sus diferencias personales en los medios de comunicación? ¿Hay algún gurú político que asesore, acaso, que practicar la denuncia serial nos conduce a algún sitio de mejor estado para el bien común?

Me hago estas preguntas porque como sabrán me gusta escuchar a todos, practico la política y la concibo como una herramienta de transformación social, como eso: una herramienta que nos ayude a estar mejor. Me gusta encontrarme con gente que ve en los cargos públicos el espacio de hacer, de plantear soluciones, de ser creativos, de intentar ayudar. Y si no es un cargo público el que sostiene el micrófono, pues bien, que se utilice el lugar que los medios brindan para colaborar en la soluciones. Basta de la denuncia serial. La grieta se une con soluciones, no con más enfrentamientos narcisistas.

En esta línea, este año presenté, con el Concejal de Acción Marplatense Santiago Bonifatti, el proyecto de ordenanza Depósito Solidario, porque soy un hombre que busca resolver. En cada inundación en la que junto donaciones y colaboro con las ayudas me doy cuenta de lo mismo: falta una política de donaciones destinadas a tal fin que sea planificada. Y por eso presenté esa idea en el Concejo Deliberante. Porque quiero aportar soluciones y resolver.

Nuestra ciudad es capital de la Emergencia. Desde hace un tiempo que tanto el oficialismo como la oposición en los distintos poderes donde ocupan sus cargos, solicitan emergencias de todo tipo describiendo cómo la ciudad se hace pedazos por donde se la mire. La realidad existe, no hay que negarla, el gobierno de Arroyo tiene problemas serios. No hay planificación en sus acciones ni equipo que sostenga las decisiones. Miembros del frente político Cambiemos parecen opositores por como critican cómodos desde los sillones que el mismo frente les propició con igual responsabilidad de mando.

Todos los días vemos como se pelean oficialistas y opositores, nuevos y viejos funcionarios, llevan las diferencias a planos subjetivos, personales, se insultan, se chicanean, elevan la denuncia formal a dialectos incomprensibles ostentando un saber académico que mira desde arriba al vecino que solo quiere vivir mejor en esta hermosa ciudad. Estas cosas no ayudan a nadie.

Mar del Plata puede estar mejor. Podemos devolverle la sonrisa a Mar del Plata pero bajo ningún punto de vista pienso que sea denunciando y enemistándonos con quienes tienen la obligación de gobernar. Sí lo será dialogando, aportando ideas, construyendo y sobre todo dejando de lado las diferencias personales para pensar y poder escuchar a los vecinos y sus intereses.

(*): Presidente de Hazmereír. Dirigente Político en Nueva Acción (Acción Marplatense).