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Policiales 15 de noviembre de 2021

La historia de un trío de frustrados asaltantes al que le salió todo mal

No tenían antecedentes pero sí dos armas de fuego. Quisieron asaltar una heladería del centro de Mar del Plata y les salió todo mal. Terminaron detenidos y condenados.

Un albañil, un pizzero y un mecánico se organizaron para formar un trío delictivo pero sus destrezas para el asalto y la fuga no estaban lo suficientemente desarrolladas y terminaron, primeros detenidos, y luego condenados.

El juez Alexis Simaz, en un fallo unipersonal, les firmó una sentencia que tuvo en cuenta la falta de antecedentes de todos los frustrados ladrones y por ello ordenó que fuera de cumplimiento condicional, es decir que pueden permanecer en libertad pero bajo una serie de requisitos.

Los hechos tuvieron como protagonistas a tres hombres cuya identidad se reservará como una contribución periodística al espíritu mismo de la condena efectuada semanas atrás pero conocida en los últimos días.

Todo comenzó en la madrugada del domingo 26 de enero de 2020 cuando tres hombres de 27, 41 y 43 años decidieron cometer un asalto en plena zona céntrica de la Mar del Plata prepandémica. El objetivo fue la heladería Reggio, ubicada frente a la plaza Colón, sobre la avenida del mismo nombre, cuando el trabajo ya descendía y no había clientes.

A las 3.30 aproximadamente dos de los hombres entraron al local sin disimular sus intenciones ya que lejos de hacerse pasar por clientes extrajeron armas de fuego y amenazaron al dueño, quien se hallaba en el lugar junto a tres emplead0s. El propietario (que posee otras heladerías pero estaba en ese momento allí para realizar el cierre de caja) fue encañonado por uno de los ladrones que le exigió la entrega de “la plata, el celular y las llaves de la camioneta”. La camioneta era una Fiat Qubo que el empresario había dejado estacionada frente al negocio y en cuyo interior guardaba la recaudación de las demás sucursales.

Uno de los ladrones, con marcada impericia, le quitó el teléfono a una empleada lo que causó en la víctima una crisis de llanto. Una compañera y otro trabajador salieron en defensa de la joven y forcejearon para recuperar el teléfono, pero el ladrón, casi al verse desbordado, obligó a todos a meterse en el baño.

Tras apoderarse de las llaves de la camioneta, de la recaudación de la caja (cerca de 20 mil pesos en ese momento) y de los teléfonos celulares, los asaltantes se dieron a la fuga.

Una de las empleadas de la heladería pudo llamar a la policía, a la vez que la burda maniobra (corriendo desesperados hacia una camioneta y hacia un Renault Clio) fue vista por un taxista, que también se comunicó al 911 y dio la patente de los dos automóviles.

Los ladrones escaparon por distintas calles de la ciudad hacia la zona del Parque Camet seguidos por patrulleros que los habían avistado en su escape a toda velocidad. El conductor de la camioneta robada era el mecánico, quien colisionó contra un montículo de tierra y quiso continuar la fuga a pie. Primero se deshizo de un bolso que contenía el dinero de las sucursales y cuando fue alcanzado por la policía se entregó.

En tanto, a poca distancia de allí, también en el barrio Fray Luis Beltrán -donde residen dos de los delincuentes- fue interceptado el Renault Clio, del que descendieron los asaltantes. Uno de ellos, el albañil, se introdujo en los fondos de una casa y se ocultó en unos arbustos sin más camuflaje que la oscuridad. Fácilmente fue descubierto. El otro intentó caminar por cualquier calle cercana pero no pudo disimular sus nervios. Era el pizzero. La policía atrapó a todos y los puso a disposición de la fiscalía de Delitos en Flagrancia.

Los tres hombres aceptaron ser culpables sin demasiada demora. Se ofrecieron para hacer un acuerdo de juicio abreviado y así fue como el juez Simaz lo aceptó y todos recibieron la pena de 3 años de prisión de cumplimiento condicional con tres requisitos: fijar residencia de la que no podrán mudarse sin dar aviso a la autoridad judicial de control de cumplimiento de la sentencia y concurrir mensualmente al Patronato de Liberados de esta ciudad de Mar del Plata.